Crónica de DREAM THEATER & DEVIN TOWNSEND en Madrid
Gran tarde-noche de progresivo la que nos esperaba comandada por dos de los grandes referentes actuales del género, DEVIN TOWNSEND, que más que telonero habría que considerarlo invitado de lujo, y los protagonistas de la noche, DREAM THEATER, que venían a presentar su sobresaliente nuevo trabajo. Os lo contamos y mostramos:
DREAM THEATER + DEVIN TOWNSEND: Palacio Vistalegre, sábado 30-04-2022 (Madrid)
Sin escapar de la actualidad, la vuelta de DREAM THEATER se vio empañada unos días antes por la cancelación de la fecha de Bilbao debido a “problemas logísticos”. Venga, lo traducimos a nuestra manera, por no vender entradas. Sobre esto, que es una causa extra-musical, al final haré una pequeña reflexión pero vamos primero con el asunto musical, que es el que nos ocupa.
Con el moscón detrás de la oreja, no sabía muy bien lo que me iba a encontrar a nivel de asistencia en Vistalegre y, si bien creo que se salvaron los trastos, sobró espacio en el recinto. ¿Funcionó el concierto a nivel de asistencia? Creo que sí. ¿Fue llenazo? desde luego que no.
DEVIN TOWNSEND
A las 20:15 en punto salió Devin Townsend a caldear el ambiente, situada la banda delante de toda la equipación de DREAM THEATER y justos de luces y sonido, pero suficiente. Allí se presentó Devin a comérselo todo con su gran y alocada personalidad, empezando el concierto con un gran “me pican los huevos” en casi perfecto castellano. Conocemos la extrovertida personalidad de Devin y, arropada con temas catedralicios y brutales, la verdad es que se lo permitimos todo. No esperamos menos.
Centrado en repasar su última andadura como DEVIN TOWNSEND PROJECT, la velada, que a la postre estaría regada de nueve temas monumentales, comenzó con “Failure” de su LP “Transcendence”, perfecta y densa presentación de la banda, muy estática, pero perfecta en ejecución. DEVIN TOWNSEND siguió dejando caer “clasicazos” dentro de su discografía, ya que se ha tenido que inventar una gira de grandes éxitos tras el aplazamiento de su nuevo lanzamiento “Lightwork” hasta septiembre. De hecho se ha unido a la gira de DREAM THEATER después de hacer dos noches en el Royal Albert Hall…no está nada mal, ¿eh?
Pues lo dicho, tras “Failure”, fueron cayendo “Kingdom”, “By your Command”, “Aftermath”, “Regulator”, poniendo el freno para presentar como se merece esa “canción de amor” que es la sobresaliente y densa (a la postre, mi favorita) “Deadhead”, sin duda uno de los hitos del prolífico músico canadiense. Sí sorprende la gran capacidad vocal de TOWNSEND para moverse entre voces limpias y desgarros vocales, en este corte esta cualidad se lleva al sumum, y el muro sonoro, comandado por las guitarras, te aplasta.
Sin mucho más que contar, ya que la descarga fue directa y sin ornamentos, se continuaron “Deep Peace”, “March of the Poozers”, para acabar con “More!”.
En resumen… más que correcta descarga de DEVIN TOWNSEND, que clavó la hora de set, dejándonos con ganas de mucho más, tan atrayente es su propuesta. Remarco aquí que, cuando el artista merece la pena, poco artificio es necesario. Con su saber estar en las tablas, sus gestos, sus caras, su inmensa voz, sus temas, sólidos como pocos, y, sobre todo, su complicidad con la audiencia, Townsend hizo suya a la audiencia en la hora que le dieron. Y no, la gente que poblaba Vistalegre no vino solamente a ver a DREAM THEATER, y así se lo hizo saber a Devin con una gran ovación de despedida.
Podemos ver la galería completa de DEVIN TOWNSEND en este enlace.
DREAM THEATER:
Llegó el momento de los protagonistas de la noche, DREAM THEATER… Le recogieron rápidamente los trastos a Devin y compañía y, de repente, se hizo la luz. Todo el escenario de DT se iluminó para dejar ver los motivos de la portada de su último lanzamiento. Y qué bien los hacen los equipos que se encargan de montar las giras, pues estábamos en frente de cuatro telones, tres tarimas y una pantalla de video de fondo… pero el caso es que a nivel visual funciona.
Se dispara la intro y, “¡pum!”, los progers de Nueva York nos asaltan con “The Alien” tema en compás de 17/8 que, por sorpresa, ha hecho ganar a la banda un Grammy. Ahí os lo dejo… Salen los comandados por el guitarrista John Petrucci y, vale, ya lo sabíamos por Youtube, que la banda está engrasada a la perfección, al igual que el sonido. Nos esperan dos horas de genialidad y arte progresivo porque sí, DREAM THEATER, no son un “casi” respecto a sus discos, lo que hacen, lo tocan… o casi, casi.
De nuevo, la gran duda… ¿Qué Labrie veremos hoy?, pues bien, si el desempeño hace dos años en el Wizink Center rayó el desastre, hoy a Labrie se le veía contento. Sí, se le nota cuándo está bien. Y tuvimos suerte esta noche: Ni un “gallo”, ni un desafine y sin meterse en esas camisas de once varas de las que tanto gusta cuando no va bien la noche para demostrarse no sé qué. Labrie esta noche cantó, mucho y bien.
Tras “The Alien” cayó el set en el orden que conocemos ya (qué asco de Youtube) y es que, con tanto vídeo, luces programadas y efectos sincronizados, los THEATER más improvisadores respecto a setlist, pasaron a la historia.
Empezó “6:00” (lo siento, Mangini, el comienzo no te sale a como a Portnoy) y la ovación de la gente fue brutal. La continuó otro trallazo de su último larga duración “Awaken de master”, en el que Petrucci lució guitarrón de ocho cuerdas para dar rienda suelta a todo lo que pasa en esta extensa composición, que es mucho.
Podríamos en este punto remarcar uno a uno el desempeño de cada miembro de la banda, pero, siendo como son, de los mejores del mundo en su instrumento, pararse aquí a contar lo evidente parece casi un insulto. El virtuosismo y solidez de Rudess, Mangini, Myung y Petruccii hace que parezcan de otra galaxia. Y punto.
Conociendo el set como decíamos, sabíamos que el concierto se iba a pasar pronto… y que se nos iba a hacer corto, ya que lo han regado de cortes especialmente largos (dicen las malas lenguas que para darle descanso a Labrie). Se sucedieron así “Endless Sacrifice”, donde la banda aprovecha el derroche de solos para traer a Jordan Rudess al frente del escenario con su keytar, y “Bridges in the Sky” para acercarnos de nuevo a su última obra con “Invisible Monster”, en el que Labrie paró la maquinaria para agradecer a la gente su asistencia, confirmar que en España se come bien y, sobre todo, para celebrar la vuelta de la música a los recintos.
Siguió la noche coqueteando la banda con “About to crash” de su “Six degrees of Inner Turbulence” que está unida a la perfección con “The Ministry of Lost Souls” uno de sus cortes más heavys, perteneciente a “Systematic Chaos” y donde la banda se quedó especialmente a gusto en lo que a solos se refiere.
Nos quedaban todavía una media hora de concierto y, pum, la íbamos a quemar con dos clásicos indiscutibles desde ya, dos épicas, como no puede ser de otro modo: “A View From The Top Of The World”, de lo mejor que han compuesto en años, y la nostálgica y potente “The Count of Tuscany”. Sí, con este final Vistalegre se vino abajo.
Y así te quedas de nuevo: Lleno, pero vacío, queriendo más, y a la vez satisfecho de ver a una de las bandas más honestas y más en forma a nivel musical del planeta.
Como amante de la música (y aspirante a músico, visto lo visto) jamás entenderé cómo una banda como DREAM THEATER no está llenando estadios. Vale, luego veo las tendencias de las plataformas de música, lo que gusta, vamos, y, de repente lo entiendo. No se puede luchar con “Motomami”, aceptémoslo ya… Pero da lástima, y jode, que virtuosos de la música, dotados de una capacidad e inspiración insuperable, vengan a España y tengan que estar cancelando conciertos. DREAM THEATER de nuevo, dieron una lección de lo que es la música, conocerla, exprimirla… y respetarla. Otro diez en la casilla.
Y ahora vamos con la postdata que dejé caer en las primeras líneas de esta crónica. ¿Es sostenible el sistema de actuaciones post-pandémico? Evidentemente No. DREAM THEATER, y otras bandas, están cancelando conciertos, y algunas giras, porque no hay espacio para ellos en la parrilla. Demasiada oferta Y DEMASIADO CARA.
DT cancelaron Bilbao por escasa venta de entradas. ¿La razón? No se puede cobrar 80 euros por este tipo de bandas, ni por el escaso espectáculo que traen. No es viable ni es posible, y este sistema no va a aguantar. Grupos que tienen que recuperar pérdidas, sumados a promotores que tienen que recuperar la sequía de dos años sin hacer prácticamente nada… pero ¿80 euros por ver a DREAM THEATER? Es insostenible. Y claro, Bilbao cancelado y Madrid sin llenar. Miedo me da quién tenga que echar las cuentas.
Demasiada oferta y demasiado cara. No pinta bien por ahora. Creo que toca reflexionar a los agentes principales del negocio musical. El descalabro se acerca (ndr: y no es la música la que falla).
Texto y fotos: Javier Paredes
Galería completa de fotos de DREAM THEATER en Madrid.