RAFA MARTÍN: Teatro Barceló (Madrid), 31 de octubre de 2015…

Ya podemos leer la fantástica crónica del concierto de RAFA MARTÍN en Madrid el pasado fin de semana. Hard Rock melódico del bueno pugnando con la noche de los muertos… 

Noche de Halloween en Madrid. Las calles del centro y las zonas de bares rebosaban de disfraces a cual más típico y manoseado: ellas de brujas o diablesas, ellos de vampiros. Nada nuevo, vamos. Fue entonces cuando, tomándome una cerveza antes de entrar al concierto, pasó por delante de mí un Power Ranger y llamó poderosamente mi atención. ¡Un power ranger! ¡En Halloween! Cuando era pequeño nunca les hice el más mínimo caso, pero en un día como este fue lo único que me hizo girar la cabeza, y pensé que era una buena paradoja de lo que me ocurría con la música de este país: me aburre, me aburre soberanamente tanta música sobada, tanta música para la masa gris que se traga cualquier cosa, tanto rock de pastel para cuando esos grises quieren parecer malotes (más aún ahora que Rock FM reina en las ondas grises), tanto cansautor de versos agotados… Y es así que un cantautor, que hace la friolera de veinte años sacó su primer disco, volvía a llamar mi atención poderosamente.

Voy a insistir en el término: cantautor, cantautor, cantautor… Y digo cantautor porque no aburre, porque no cansa, porque después de tanto tiempo no ha tenido que recurrir a trasnochados discursos políticos ni oportunistas, y sobre todo porque es músico, con todas las letras. Y es que no, Rafa Martín no es un poeta, como dicen los snobs sobre tantos otros que no componen un carajo. Rafa Martín es un músico de los pies a la cabeza que, además de letras, sabe hacer canciones.

El teatro Barceló acogió un concierto en el que a Rafa poco le importó estar ligeramente afónico, o no contar con su banda habitual. En esta ocasión, además del siempre solvente Paco Bastante al bajo, estuvieron con él Carlos Calzada y Juan Guevara en las guitarras, Pablo Ignacio Santiz a la batería, David Pérez al teclado, así como Esperanza Martín y Edu Font en labores de acompañamiento vocal. Durante dos horas largas fue desgranando un repertorio compuesto por veintiún temas, con el que repasó sus tres álbumes de estudio, y en el que como suele ser norma de la casa brillaron, por presencia (más de la mitad) y calidad, los temas de aquel fantástico “Corazón de hierro” cuyo vigésimo aniversario (como bien se encargó de señalar) se cumplió el año pasado.

Así, comenzó con “Jamás olvidaré”, “El odio y el amor” y “Un lugar cerca del sol”, del mencionado disco, con un sonido espectacular y encendiendo el ánimo de los asistentes. Las tres guitarras le daban a la música un punto más rockero que en los trabajos de estudio, algo que muchos agradecimos. Esto se notó especialmente en canciones como “Rock sin destilar” (una de sus mejores composiciones, aunque sorprendentemente se quedara fuera del tracklist original de «aquel disco –apareció como bonus en una edición posterior-), o la más reciente “Sueños de Rock & Roll”. Del resto hay que destacar obras como la propia “Corazón de hierro”, la sempiterna balada “Todo el amor que te puedo dar”, “Semillas de paz” (con la que terminó), o las tres colaboraciones con las que contó durante el show.

La primera fue la de Toni Menguiano, vocalista de GOLDEN FARM y de NEOMENIA (entre otros, que también canta en varias bandas de versiones, musicales y demás), que salió para interpretar junto a Rafa “Rompo el silencio”. Grata sorpresa, aunque no tuvo el protagonismo suficiente como para poder apreciar su voz en toda su plenitud. No ocurrió lo mismo con Esperanza Martín, que dejó su papel esta noche como corista para dar un paso al frente sobre el escenario e interpretar a dúo “Tiempos perros”, o con Edu Font, que hizo lo propio con “El camino que he de andar”, y que contaron con más momentos para poder lucirse. Un Edu que, todo sea dicho, fue el que mejor se lo pasó durante todo el concierto, sin dejar de animar y sonreír.

Respecto a Rafa, como es habitual, estuvo muy cercano, intercambiando continuamente palabras con el público y agradeciéndole su presencia y apoyo. Y en cuanto a voz, aunque llegaba arrastrando una afonía de días anteriores, supo gestionarla de forma óptima, delegando en el público o en el acompañamiento los pasajes más exigentes. De no ser porque él mismo lo recordó en un par de ocasiones, dudo que alguien que no lo supiera se hubiera percatado del hecho. Fue muy valiente por su parte el hecho de plantear un setlist tan largo en tales condiciones.

En definitiva, un lujo de concierto en el que quedó patente que no todo es gris, que sigue habiendo músicos y artistas que, aún empleando las mismas armas que las estrellitas rancias del mainstream, se empeñan en aportar, sin hacer ruido, una nota de color al panorama musical español lejos de la parafernalia comercial de los realities televisivos y las radiofórmulas. Se suele comparar a Rafa Martín con Bryan Adams… Es posible que musical y artísticamente tengan bastantes cosas en común, pero lo que es indudablemente cierto está por encima de ello: si este tipo fuera norteamericano, llenaría pabellones enteros.

Texto: Fernando Galicia

Fotos: José Luis Martín (¡gracias!) 

Set List del concierto:

1. Jamás olvidaré
2. El odio y el amor
3. Un lugar cerca del sol
4. Te he encontrado al final
5. Rock sin destilar
6. Cuando llegue a volar
7. Barro para moldear
8. Rompo el silencio
9. Seguir corriendo
10. Todo el amor que te puedo dar
11. Volver a empezar
12. Tiempos perros
13. Corazón de hierro
14. Es la señal
15. Cada paso es una señal
16. Todo da igual
17. No necesito más
18. Hay tormenta
19. Sueños de Rock&Roll
20. El camino que he de andar
21. Semillas de paz

P.D. – Con todos los respetos, no hablamos de los teloneros a propósito y no porque no nos gustaran o no lo hicieran bien, pero LA MUSICALITÉ no tiene nada que ver con el rock y como tal nos los saltamos a nivel de hacer crónica.