ILEGALES: Madrid, Teatro Barceló, viernes 23 de abril de 2016… 

Teníamos pendiente de publicar la crónica del concierto de ILEGALES en Madrid de hace algunas semanas, con las entradas agotadas en la sala Barceló. Además, concierto “especial” por aquello de ser el inicio de la segunda parte de la gira de presentación de su nuevo trabajo pero sobre todo marcado por ser el primer concierto de la banda tras la muerte repentina de su bajista durante los últimos años, Alejandro. La crónica es de Juanma y las fotos de Esquitino:

El pasado día 23 de Abril, y con todo agotado, nos dimos cita en el Teatro Barceló de Madrid para ver el inicio de la segunda parte de la gira de presentación del nuevo disco de ILEGALES, «La vida es fuego». Esta segunda parte de la gira de presentación del álbum, estará marcada siempre por la repentina muerte de su bajista Alejandro Blanco, tras un infarto fulminante a los 45 años de edad, y tras 15 años de trayectoria con la banda asturiana liderada por Jorge Martínez. Alejandro ha sido sustituido por el primer y legendario bajista de la banda, Willy Vijande. Así, este concierto de Madrid tenía como hándicap ser el primero tras la muerte de su bajista, y poder ver in situ cómo esto ha afectado al grupo.

A priori, dos impresiones al respecto: la gente sigue con ellos a muerte como el primer día, y Jorge y compañía estaban bastante afectados por el hecho obvio. Esto hizo que el concierto fuera menos “cachondo” que de costumbre, que Jorge hablara menos entre tema y tema y que además fuera más corto de lo que acostumbran (entiendo que también Willy no ha tenido tiempo de aprenderse todo el repertorio… y a que su vez tiraran más de canciones de sus primeros tiempos, cuando él estuvo con el grupo). Aún así, la banda es muy buena y muy solvente en directo, así que vivimos buen concierto de ILEGALES como siempre… pero un tanto diferente esta vez, como ahora os relatamos…

Elegantes y encorbatados, como es habitual, a las 20:45 hacían su aparición en el escenario los chicos liderados por Jorge Martínez, con formación de cuarteto además puesto que para esta gira cuentan con la colaboración de un cuarto músico, bastante más joven, que hace las veces de segundo guitarrista y de teclista. Empiezan con un tema que hacía muchos años que no tocaban es directo como es «Los chicos desconfían» y siguen con lo que fue el primer single del último disco «Voy al bar», bien recibida pese a no ser un clásico.

De ahí en adelante aparte de un par de cortes más del último disco como son «El teléfono y el mal» y «Regresa a Irlanda», todo fue un paseo por los grandes clásicos de la banda, especialmente de los primeros tiempos y recuperando alguna sorpresa: «Suena en los clubes un blues secreto», «Saber vivir» , «Si la muerte me mira de frente me pongo de lao», «Hola mamoncete» (de las mejor recibidas como es habitual), «Eres una puta» , «Todo lo que digáis que somos», «Destroanfetamina» , «Regreso al sexo químicamente puro» , «Tiempos nuevos, tiempos salvajes» o «Soy un macarra», otra de las favoritas de su cancionero popular, sonaron en la sala como un cañón.

Como decíamos, también recuperaron canciones que hacía muchos años que no tocaban como «El número de la bestia», «Revuelta juvenil en Mongolia» o «Sin remedio», e incluso los dos temas que sirvieron para finalizar el concierto «Bestia, bestia» y «Destruye», en los cuales se formó un gran pogo en la sala que hizo las delicias del personal y puso nerviosos al de la sala, menos acostumbrados a estos excesos… y menos en conciertos aparentemente “tranquilos”.

Se echó en falta los comentarios jocosos de Jorge Martínez, cierto, pero como él mismo dijo, están pasando un mal momento por razones lógicas, y no hay ganas de bromear. De hecho, ya comentamos al principio que se le vio bastante afectado por la muerte de Alejandro… Aún así, Willy cogió su puesto a la perfección y aportó ese punto menos técnico pero más crudo y directo de los primeros tiempos del grupo. Con imagen de “matón de discoteca”, sin quitarse las gafas de sol e incluso echando del escenario a un par de fans que se subieron, volvió a ser mano derecha de Jorge en el escenario pese a estar bastante estático y centrado en su instrumento (no en vano era el primer concierto que hacía con la banda en muchos años).

En total, una hora y cuarenta minutos que hizo que fuera un concierto más corto de lo que últimamente nos tenían acostumbrados, pero que a buen seguro alargarán en próximas visitas puesto que se colgó el cartel de localidades agotadas y, como el propio Jorge dijo en escena, buscarán una nueva fecha para tocar en Madrid de nuevo al final de la gira.

Texto: Juan Manuel Casado y David Esquitino

Fotos: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)