Crónica del conciertazo de BACKYARD BABIES en Madrid

BACKYARD BABIES+HEAVY TIGER+JUNKSTARS: Domingo 15 de noviembre de 2015…Backyard4

Ya podemos leer la crónica del conciertazo de BACKYARD BABIES y compañía hace unos días en Madrid. Velada de rock n´roll «sucio» y macarruzo que resultó una velada realmente atractiva y de las que recordaremos de este 2015… 

Noche rara, por circunstancias, que de hecho no ayudaba a mi ánimo el ser el primer concierto al que asistía después de saber que en Francia muchos hermanos no volverían a ver rock en directo «gracias» a la barbarie intolerante… ni el entrar a la Joy y ver que la sala no era muy diferente a la tristemente ya famosa para siempre Le Bataclàn parisina. Por contra, al rock no lo para nadie, ni a las bandas de verdad ni a los seguidores que estamos y estaremos a las duras y a las maduras sudando y disfrutando como cochinos en una cochiquera en nuestras salas concierto tras concierto.

Dicho esto, me dio mucha rabia no llegar a la primera banda, unos JUNKSTARS de los que me hablaron maravillas pero que sinceramente no puedo contar nada más que constatar, según palabras ajenas, las buenas impresiones que tenía previamente. Me los apunto sin duda para la próxima pero lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. De cualquier, aquí tenemos lo que nos comenta sobre ellos nuestra amiga y compañera, Leticia, que le encantaron (ndr.: ¡Muchas gracias por el cable!): 

JUNKSTARS

Lo malo de los domingos es que arrastras cansancio de toda la semana, alguna resaca y, en el caso de los «rockaholic», exceso de decibelios en vena. Pero si eres de los que crees que los domingos los hicieron para bailar, acabas pensando en positivo y valorando que al menos vas a ser capaz de ver a todas las bandas, que últimamente está de moda el exceso de teloneros y los horarios de guardería acaban siendo incompatibles para la mayoría de los mortales. 

JunkstarsEn este caso, tres bandas, tres estilos y una sola nacionalidad: la sueca. Tras las birras de rigor, entraba sin tener muy claro el nombre ni el orden de los grupos invitados, que de vez en cuando me gusta dejarme sorprender. Y mayúscula fue la sorpresa cuando empezó la descarga de JUNKSTARS. Lo primero que pensé fue: ¿Pero qué es esto, motherfuckers? Y sobre todo, ¿cómo nadie me ha hablado antes de estos suecos? Y es que este trío de Estocolmo, con tres  discos en el mercado, no serán los más virtuosos ni los más guapos del panorama nórdico pero desde luego merecen contar con una horda de seguidores ibéricos, que por aquí hay mucho amante de los tres acordes.  Ante un público muy escaso, que afortunadamente fue aumentando a lo largo de la tarde, disfrutamos de un buen rato de punk rock de la vieja escuela, en la onda de THE CLASH o RAMONES, con un toque sleaze que no desentonaba para nada con los anfitriones de la velada. 

 JUNKSTARS venían a presentarnos su último trabajo, “This Means War”, del que interpretaron, entre otros, “Romance of Death», “Snakebites” y el corte que da título al disco, que es pura adrenalina y con el que no paramos de dar saltos. Pero también aprovecharon para echar la vista atrás y repasar algún tema antiguo, como “Rock Botton” y la aclamada «First Time I Heard The Clash», una auténtica declaración de principios  y provocadora de pogos vespertinos. Lamentablemente no hubo tiempo para mucho más, salvo pedir que nos juntáramos en el centro de la sala para aparentar que había mucha gente en la foto que iban a tomar y sugerir entre bromas que les siguiéramos en Facebook.

El resto no sé, pero desde luego yo les hice  caso, que de bien nacidos es ser agradecido y para mí estos suecos ya tienen su lugar en mi corazoncito macarra. Y creo que no fui la única, que después de un concierto breve pero intensísimo, me pareció adivinar en las caras de los asistentes que había  ganas de mucho más. 

HEAVY TIGER

HeavyTiger3A lo que sí llegué es a alucinar cuando entro a la sala y me encuentro a tres suecas jovencitas uniformadas en una a la par bizarra y erótica imagen, a modo de mezcla entre ABBA y RUNAWAYS, por decir algo. Sinceramente esperaba «otros» HEAVY TIGER, y me sorprendieron desde el comienzo… luego menos, todo hay que decirlo. Bromas aparte, había escuchado sus temas en Internet y me parecía una banda con mejor imagen y rollo en estudio que lamentablemente no se transmitía igual en directo.

De rojo y con esa imagen de rock totalmente setentero y cuidando mucho ese punto vintage tanto en puesta en escena, instrumentos y demás, en formato de trío y poniéndole muchas ganas, lo cierto es que las chicas de HEAVY TIGER me dejaron frío como un témpano cuando se me quitó el calor inicial, si me permitís el guiño. Eso sí, las tres cantando, las tres haciendo coros, y echándole «cojones» sobre el escenario como el que más. Maja Linn, a la guitarra y voz principal, lleva quizás un punto extra de peso del show de la banda, y no lo hacen nada mal, pero ya digo que más que tigres me parecieron aún adorables gatitos, como me dijo en un acertado comentario nuestro amigo Raúl Moreno.

Actitud, buena imagen, algún tema interesante como «Saigon kiss», potente base rítmica y echándole ganas en directo… pero aún les queda mucho por aprender y practicar, las cosas como son. Es decir, han visto muchos vídeos, tienen ilusión, madera y potencial pero, al igual que por ejemplo me ocurrió la primera vez que vi a CRUCIFIED BARBARA, todavía les queda mucho camino por recorrer… todo lo contrario que le pasa a los cabezas de cartel, ¡vamos con ello! 

BACKYARD BABIES

z2Brutales, animales de escenario, una puta y jodida banda de rock n´roll como mandan los cánones y cómo siempre nos enseñaron los grandes, que ellos ya lo son… además de historia y leyenda vida de esto. Y sí, desde su vuelta este verano está claro que no han tardado nada en recuperar el «mojo», el duende, la jodida inspiración si es que alguna vez la perdieron. Y es que en los festivales lo hicieron bien (yo en concreto los vi en el Leyendas), claro, porque son muy buenos y tienen mucho rollo, pero nada que ver como verlos en su salsa: sudando bien encima de nosotros en un «mugriento» club de carretera o en una «elegante» y bonita sala como es la Joy Eslava madrileña (donde de hecho les vi la última vez antes de separarse hace unos 4 o 5 años, en otro conciertazo, por cierto). Es ese punto especial de los elegidos, que se comen el escenario, a los enloquecidos fans y a quien se ponga por delante. Y encima son la «típica» banda que suenan infinitamente mejor y mucho más duros y macarras en directo que en disco, así que la noche tenía todas las papeletas para ser grande… y lo fue.

Venían presentando nuevo disco, ese «Four by four», del que personalmente esperaba algo más, las cosas como son… al menos en estudio, pero sobre todo venían a recoger su cetro de nuevo, en una ciudad (y país) que siempre les ha aceptado de maravilla y donde ellos se sienten muy agusto tocando (y de fiesta, vaya). Por cierto, dicen que ahora están más relajados, que en este tiempo han podido tomar distancia y cierta perspectiva de sus años más locos y desfasados, y que ahora ya no se drogan, que son padres de familia y bla, bla, bla… Bueno, aceptamos barco, por decir algo, pero la mandíbula de Dregen saludaba sola a cada esquina de la sala en cada movimiento, aunque sin esa pose enloquecida y su locura absoluta sobre el escenario nada sería lo mismo. Eso sí, que no nos venda la moto de la sobriedad que chuparle el sudor era más tóxico que lamer un cactus en el desierto, beber peyote a palo seco o lamer un sapo en la selva del Amazonas. ¡Ojo!, y no lo digo a lo moralista, en absoluto, que el rock de verdad sin sexo, drogas y efectivamente rock n´roll pierde mucha de su esencia, al menos en ciertos casos.

Backyard2Por cierto, por si alguien lo duda, siguen siendo los 4 tiarrones suecos, cada uno con su rollo, estética y pose particular marca de la casa que nos han maravillado siempre. Aunque mandar, aquí mandan Nicke y Dregen, que son los que más se suben a primera línea del escenario y más se dirigen a nosotros incluso, además de ser el objetivo principal de las miradas… Todo ello con el permiso de un muy activo Johan, con esa pose e imagen roquera tan de la calle, tan cercana y tan chula en el fondo, aunque con menos glamour y elegancia a su manera de los dos jefes del grupo. Y Peder a su batería y a mover sus trencitas al fondo, que sin él y la caña que imprime desde atrás tampoco BACKYARD BABIES sonarían así de potentes en directo.

20 años de carrera ya sobrepasados y aquí no falla ni la actitud, ni el rollo, ni el sonido, ni las influencias ni la personalidad, ¡perfecto! O se tiene o no se tiene, lo hemos dicho muchas veces, y el molar no es gratuito ni se compra en el Zara ni en un todo a cien. Adornan con luces y neones los amplis, nos ponen su telón de la calavera de fondo y a darle cera (y sentimiento) desde el minuto una al último. Tras la significativa intro con el himno «Welcome to the jungle» de GN´R, empiezan a tope con el single del disco, ese «Thirteen or nothing» que ya nos recarga las pilas al instante y todos a bailar y a macarrear, que se avecinaba noche de rock n´roll de las buenas, de las de sala, de las arrejuntarse y sudar todos a una, con la banda sonriendo desde el principio sabiendo que España es territorio amigo y lugar fetiche para ellos.

Por cierto, sorpresa relativa pero me llamó la atención la variedad tan curiosa de público en la sala: desde heavies de parches y cuerno al cinto, pasando por punk-roqueros de pro, roqueros maduritos, modernos de turno y gente «anormal» (por aquello de que me niego a afirmar que en este tipo de shows los «normales» son ellos y nosotros los raritos). Pero bien, ¡qué coño!, que me alegro de que gente tan variada disfrute de las mejores bandas… siempre y cuando se respete el código del rock n´roll, eso sí: es decir, los posers y los moñas a ver a los roqueros de medio pelo y a los advenedizos de turno, que cuando es noche de rock n´roll de verdad o se está allí con todas las consecuencias o no se está.

Backyard6De hecho, era más o menos la misma variedad que, salvando las distancias y sabiendo que los protagonistas llevan juntos desde prácticamente el principio del grupo a mediados de los 90, veíamos sobre el escenario. Cuatro personalidades e imágenes tan variopintas y «diferentes» como a su vez homogéneas y perfectamente empastadas: músculos y trenzas tras la batería; chupa de cuero, zapatillas All Star y melena rubia al bajo; rollo garajero , desafiante y cosido a tatuajes a la guitarra y voz; y por supuesto ese «Johnny Thunders» nórdico, tan macarra como siempre y sudando a chorros y sin parar de moverse. Y es que son muy de verdad y encima carne de sala, ¡buena mezcla sobre el escenario esta noche!

Luces de neón como digo, detalle visual marca de la casa, telón sobrio pero 100% clarividente de lo que estábamos viendo de fondo, y a sudar y a divertirse, que Paris quedaba atrás y esta noche no iba a haber sitio más que para las sonrisas y el disfrutar. No necesitan disfrazarse ni buscar un sonido grandilocuente para demostrar que, tras el necesario parón, siguen siendo ellos mismos. La sala era un hervidero, el sonido estaba siendo fantástico y en sólo un par de temas ya se habían comido a los dos teloneros (máximo respeto a los primeros, y un «siga rascando» para las segundas). Tras un par de de clásicos tan rotundos como «Highlights», de sus primeros tiempos, y «The Clash», además de la aceleradísima «UFO Romeo», que suena aún más abrasiva en directo, la adictiva «Dysfunctional professional», o «Brand new hate», ídem en la apreciación, era el momento de ponernos serios y guardar un emotivo minuto de silencio antes de la preciosa «Bloddy tears». Lamentablemente en este caso venía al pelo y en directo quedó soberbia… y más teniendo en cuenta la solemnidad previa y la intensidad con la que la interpretaron pese a ser de nuevo cuño y con trasfondo casi country.

Volvemos a sudar y a ver a los protagonistas encima de la pasarela comiéndose literalmente a las primeras filas y demostrando que en el rock n´roll si no sudas y no tienes actitud suprema y mirada perdonavidas no eres nadie.  Por cierto, ¡qué calor!, y no sólo por el concierto en sí y lo apretados que estábamos, que aunque estuviéramos en Noviembre un poco de aire no hubiera sobrado, jeje. Bueno, retorno a los clásicos de la mano de la pegadiza «Song for the outcast», dedicada por Nicke tanto a los viejos como a los nuevos fans, y que suena más potente en vivo sin duda. Tras un par de envites extras,  era la grandiosa «Nomadic», posiblemente mi preferida de los suecos (y la de muchos) la que ponía el punto y aparte a lo que ya era un show ganador… Por cierto, banda y pública loca con un temazo de tal calibre.

z6Retomábamos el concierto más relajados con ese otro superclásico, más mainstream, vale, como es «Abandon», relajada pero otra joyita de cualquier modo, para después rematar desatados y con unos pogos de impresión en medio de la sala y la banda cerrando el show a tope de la mano de «Look at you»… Así se hace, pisando el acelerador al máximo y cerrando una noche espectacular de las que te hacen recuperar la esperanza en el rock n´roll más primigenio, e incluso también en la forma actual de las bandas clásicas que, al menos en el caso de los BACKYARD BABIES, aún les queda mucha pero que mucha gasolina que quemar.

Eso sí, lo de la sobriedad por ahora se lo dejamos a otros… aunque tampoco la queremos ni la necesitamos visto lo visto… Es más, por favor, ¡que sigan «colocados» por muchos años más!

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Fotos: Leticia RC (JUNKSTAR), Esquitino (HEAVY TIGER) y Nerea Ramos (BACKYARD BABIES)

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