Crónica de BLACK STAR RIDERS en Madrid

Nov 29, 2015 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

BLACK STAR RIDERS+THE WEYERS+4BITTEN:

Sábado 14 de noviembre de 2015. (Sala Arena/Marco Aldany)…

Había muchas ganas de poder ver en los escenarios de Madrid a BLACK STAR RIDERS, la banda que sin duda representan la mejor esencia de los viejos THIN LIZZY, protagonistas de dos lanzamientos discográficos de primer nivel y nadie quedó defraudado.

El día no se prestaba inicialmente a muchas alegrías dado que, hacía pocas horas, en París, una masacre terrorista se había cebado con nuestros vecinos franceses. Y buena parte de las víctimas lo habían sido en una sala de conciertos mientras disfrutaban de la banda de Rock EAGLES OF DEATH METAL. Aún así, la música y la vida ha de continuar, para demostrar a los fanáticos que generar miedo en todo el mundo es algo que podrán intentar causar pero que no lograrán y no hará que nos encerremos en nuestras casas. De esta manera, el concierto de BLACK STAR RIDERS, acompañados por THE WEYERS y 4BITTEN, acabaría teniendo una excelente entrada, con decenas se fans del Hard Rock de calidad que iban a disfrutar de una noche sencillamente mágica.

Por desgracia no pudimos asistir a la actuación de THE WEYERS (ndr: aunque sí tenemos galería de fotos de ellos también) y entramos en la sala cuando 4BITTEN encaraban los últimos compases de su concierto. Liderados por su cantante Fofi Roussos, la banda griega intentó despertar la pasión en los asistentes de la sala Marco Aldany (Arena) pero hemos de ser sinceros y reconocer que su propuesta, sin llegar a pasar inadvertida, apenas generó entusiasmo. No gozaron de buen sonido y en todo momento se vio un grupo deseoso de agradar pero muy conscientes de que el público que se daba cita esa noche estaba allí por los cabeza de cartel. En definitiva, una propuesta interesante aunque habrá que esperar que la banda tenga más recorrido para ver hasta dónde pueden llegar.

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Ya con un número importante de personas en la sala, la banda que hace algún tiempo llevó el apelativo de THIN LIZZY, sin serlo del todo, hoy transmutada en BLACK STAR RIDERS acertadamente, con una propuesta renovada pero aún absolutamente deudora de los genios irlandeses, apareció en el escenario. Una banda consciente de que buena parte de su público espera con ansiedad los temas que hicieron mítico al malogrado Phil Lynott, pero que no se limitan a realizar cover tras cover. De hecho han sabidoevitar muy bien convertirse en sólo una banda tributo de lujo y demuestran cómo se puede salir adelante con excelentes canciones nuevas, sin perder sus señas de identidad. Y es que la formación liderada por el viejo Scott Gorham (guitarrista y único miembro actual que queda de los THIN LIZZY clásicos) es la perfecta demostración de cómo un clásico puede actualizarse sin perder un ápice de identidad.

Posiblemente buena parte del éxito de BLACK STAR RIDERS venga gracias a Rick Warwick (ex ALMIGHTY, además de cantante y guitarrista), que lleva años emulando vocalmente las tesituras de Lynott pero que al mismo tiempo ofrece una visión macarra y repleta de actitud encima del escenario, haciendo que viejos y nuevos temas suenen como partes de un mismo conjunto. Sí, es verdad que cuando suenan «Jailbreak», «The Boys are Backing Town» o «Emerald», el público entra en éxtasis. Y siempre queda la sensación de que tal vez podrían haber tocado algún tema más de la etapa clásica de THIN LIZZY. Pero no son menos coreadas las composiciones de los dos discos de BLACK STAR RIDERS, como las fantásticas, «All Hell Breaks Loose», «Hey Judas» o «Bound for Glory», puro sonido «Lizzy», inconfundible e interpretado a la perfección.

Clase sobre el escenario, con Gorham doblando sus guitarras de forma increíble con Damon Johnsonn (ex ALICE COOPER, además de muchos años en esta nueva encarnación de THIN LIZZY). Excelente base rítmica, sonando con una fuerza y una conjunción fantástica, a cargo del bajista Robbie Crane (ex RATT entre otros) y ese batería excepcional que es Jimmy DeGrasso (ex MEGADETH entre muchos otros). Y al frente de todos ellos, sin parar de agitar a un público entregado desde el primer momento, un Warwick tatuado y completamente entregado.

Apenas hubo parones entre tema y tema, salvo una emotiva pausa para dedicar el concierto «a nuestros hermanos y hermanas de París» y el sonido, que comenzó un tanto saturado, acabó acompañando a la ocasión, permitiendo el protagonismo de todos los instrumentos y con la calidad que una banda de estas características requiere. Tras 90 minutos de intensidad llegaba el momento de la despedida con dos obras maestras inolvidables, «Rosalie» y «Whiskey in the Jar» que agitaron a la sala como solo ocurre en las grandes ocasiones y que pusieron el vello de punta a muchos de los que allí estábamos. Sencillez, diversión, calidad y sobre todo, sentimiento, mucho sentimiento a flor de piel para celebrar que una banda imprescindible estaban de vuelta en la ciudad…