Fui a por pop rock, y me encontré con pop bien hecho, bailón, pegadizo y divertido para quienes aman el pop. Fui buscando a un nuevo Iggy Pop y me encontré a una Gwen Stefani de aspecto masculino. Aun así, vi un gran concierto de la americana LP y os cuento los detalles.

LP – Madrid, 29 de junio (Jardín Botánico / las Noches del Botánico)

Seamos sinceros: el pasado miércoles 29 de junio, un día después del día del Orgullo LGTB, y el mismo día de visita de la OTAN en Madrid (me abstengo de hacer comentarios), fui a ver a LP, sobrenombre de la cantante americana Laura Pergolizzi, sin casi saber quién era. Había visto algunas fotos, un par de vídeos, y pensé que vería a la nueva Janis Joplin, o a la versión femenina de Iggy Pop. Incluso me habría valido con que fuera la nueva Patti Smith o Joan Jett. Me dejé llevar por las apariencias, que en realidad no había leído bien su historial ni conocía su trayectoria, así que fui a buscar alguna sorpresa… y me la llevé.

Primero pasé un par de horas paseando por el bonito Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en el campus de la Universidad Complutense de Madrid, ya que este concierto formaba parte del ciclo “Noches del Botánico”. Estaba llenísimo de todo tipo de asientos cómodos y relajantes, y de puestos de ropa y complementos, por un lado, y de comidas y bebidas variadas por otro lado, todo muy ideal para gente “de nivel”. Pasé un poco de largo de una pequeña actuación de un grupo de música pop indie con toques de blues jazz fusión etc. etc. (que no es lo nuestro) Y por fin, a las gradas, a ver de qué iba esto.

Con un ligero retraso, comenzó la música en plan suave, en un escenario vacío en el que sonaba un teclado y una voz susurraba (todo ello grabado por un auténtico mar de móviles en el público). Apareció LP, y de lejos me recordó a alguien, pero no a Janis ni a Patti, ni siquiera a Iggy, aunque iba vestida con ropa masculina. Me recordó a Prince o a un Bowie rizoso. Comenzó a cantar y ¡la sorpresa! (o no tanto, que había visto un par de vídeos): la artista de aspecto masculino presumía de una voz aguda, casi como un chillido o como un falsete operístico, extremadamente femenina.

LP

Pasó las primeras canciones enganchada al pie de micrófono y a su mini guitarrita, cantando canciones pop, de buena composición y buen ritmo, pero con algo de falta de rock y de agresividad, para mi gusto. A la anunciada como “uno de los valores femeninos más insobornables y genuinos de la escena pop rock internacional” yo le vi todo el pop, con influencias variadas, pero no acababa de distinguir el rock.

La aparición tardía de la armónica y sobre todo de una guitarra de “tamaño normal” hizo que aumentara algo el ritmo y la fuerza de la música. Pero los temas me seguían pareciendo ligeros y parecidos entre sí, en la línea de unas cuantas cantantes de pop con voz potente y contundente: Pink, Cher, Christina Aguilera, etc. pero, repito que para mi gusto, sin el atractivo de una imagen cañera que la acompañe. Laura, a la que rindo pleitesía por no esconder ni disimular su tendencia sexual (y más aún en estos días en que se celebraba el Orgullo), ha elegido llevar un aspecto andrógino, muy respetable, pero a mí me faltaba algo de fuerza en la puesta en escena… al menos, por ahora. Tal vez por eso el público estaba animado, con temas como “When We’re High” o la pegadiza “Girls Go Wild”, pero bastante formalito.

Eso sí, hay que quitarse el sombrero ante su interpretación vocal, pues la voz es prodigiosa, hay que reconocerlo. Los músicos a su lado eran mero acompañamiento, sonaron muy bien, pero no tenían casi ninguna posibilidad de tener protagonismo. El concierto se focalizó en LA VOZ, que fue la principal y casi única protagonista, más que la música y más que el movimiento o la puesta en escena.

LP

La prueba es que cuando, a la mitad del concierto, se quedó sola en el escenario, con su guitarra, tocando temas más suaves, como “Muddy Waters”, casi “abusando” ligeramente del falsete de soprano, aun así, mantuvo el tono y la relativa fuerza que habíamos visto antes. La voz increíble no fue su único punto a favor, que de principio a fin mostró buena conexión con su enfervorizado público, sobre todo cuando por fin se liberó de cualquier instrumento y se paseó por todo el escenario, saludando a los fans de las primeras filas (el momento más emotivo: una chica saltó al escenario y LP le dio grandes abrazos, antes de que los de seguridad consiguieran sacarla). Además, no paró de dedicar todo tipo de elogios a sus leales seguidores madrileños.

Lo mejor para mí fue el tramo final, en el que por fin apareció algo del rock que yo buscaba. Y es que dejó lo mejor para el final… El concierto fue de menos a más, hasta el punto de que, en uno de los últimos temas, el que hasta entonces había sido un eficaz y discreto guitarrista por fin decidió dar caña durante un momento, sin quitar protagonismo a LP, claro, pero por fin se le vio algo desmelenado… Con su guitarrita y su afinado silbido, la protagonista cantó ”One Last Time”, con el que el público, ahora sí, estalló cantando, palmeando, bailando y saltando, incluso en las gradas.

Lo mejor de lo mejor llegó en los bises: se desencadenó cierta locura con “Special”, que en directo sonó más cañera que en las grabaciones, y por supuesto con su tema estrella, “Lost On You”, buen cierre para la actuación de la americana.

Y acabó como empezó, con un mar de móviles grabando todo, con silbidos de aire masculino mezclados con falsetes de soprano, y con los fans cantando tranquilamente. Fue un buen concierto de una gran artista original y diferente, para muchos fans que llenaron el recinto y que sí son amantes del pop bien hecho. ¡Enhorabuena a todos! Y muchas gracias al Real Jardín Botánico por las facilidades y por su acogedora recepción.

Texto y fotos: Mar Fuertes

Vemos la galería de fotos completa del concierto de LP en este enlace.