SERIOUS BLACK: “As daylight breaks” (AFM)…

Aún me parece increíble que este trabajo haya estado a punto de pasarme inadvertido, y todo por algo tan tonto como su portada, una especie de ángel torturado y ciego, sentado en el cielo, que no es muy adecuada para el estilo que nos vamos a encontrar dentro del disco. Hablo del fabuloso trabajo que ha publicado recientemente de mano de la súper-banda SERIOUS BLACK, “As Daylight Breaks”.

¿Los componentes?, todo una garantía de inspiración y  calidad, y es que, con semejante elenco de figuras, es virtualmente imposible que salga un mal trabajo. Hablar de SERIOUS BLACK es hablar del esfuerzo conjunto del guitarrista Roland Grapow (ex­­­­­­­­­­­­­­­-HELLOWEEN y MASTERPLAN), el vocalista Urban Breed (TRAIL OF MURDER, PROJECT ARCADIA), el inmenso batería Thomen Stauch (ex-BLIND GUADIAN, SAVAGE CIRCUS), el teclista Jan Vacik (ex-DREAMSCAPE, D-VISION),el bajista Mario Lochert (EMERGENCY GATE ex-VISION OF ATLANTIS) y Dominic Sebastian a la guitarra (THIRDMOON, EDENBRIDGE). De todos modos, los fundadores Grapow y Lochert no quieren llamar al proyecto “súper-banda”, pero esta formación lo es, sin duda.

Respecto a lo que el combo ofrece, nos queda claro ya con los primeros compases de su primer tema, y refutado al terminar la escucha del redondo al completo: estamos ante un disco de matrícula de honor de puro Power Metal, en toda su amplitud genérica, velocidad, variedad, dinámicas y formas de composición dentro del estilo. A esto le sumamos que, además de rendir culto a un estilo que no atraviesa su mejor momento, estos virtuosos nos regalan un gran puñado abrumador de temas compuestos con una inteligencia, gusto, e inspiración que me hacen asegurar, sin que me tiemble la mano, que estamos ante el disco del año en su estilo. No me cabe ninguna duda porque hace muchos años que un trabajo, en general, no me convencía de arriba abajo.

SERIOUS BLACK no se guardan ningún cartucho a nivel de esfuerzo creativo, producción, inteligencia y variedad en la composición y, muy importante, en este estilo que suele alargar los tiempos de los temas, encontramos acertada concreción. Me explico: la mayoría de las composiciones ronda los cuatro minutos, algo que hace que la escucha del disco se pase en un suspiro, y que deja ver un estudiado esfuerzo de los compositores por ofrecer justo lo necesario para los temas sean redondos, sin fisuras, y les de tiempo a adentrarse en multitud de tesituras y ambientes.

En este disco lo abarcan todo. Además, se suma la guinda del pastel: un gran esfuerzo en la imagen de la banda con un artwork impresionante, aunque inapropiado en mi opinión, como he comentado, y una web temática muy moderna y estudiada.Con todo esto, vamos a lo que nos interesa realmente: la música. El trabajo comienza con “I seek no other life”, tema rápido, con una riqueza armónica en las guitarras impresionante, y un solo para quitarse el sombrero, claro. Además, un Urban Breed que deja la carta de presentación de ser un cantante más que solvente, arropado y arropando con una línea vocal adornada con mil arreglos, y poseedor de un tono medio muy agradable y unos agudos que recuerdan al mejor Kiske. La banda en general muestra, en poco más de tres minutos, lo que está a punto de caernos encima: toda una lección magistral por fascículos de auténtico Power Metal.

Casi sobra decir que, a nivel de producción sonora, el disco es impecable. Todos los instrumentos y voz separados y en su sitio, y una masterización muy acertada que no ha restado músculo y densidad en los graves en la muestra final. Como curiosidad personal, es interesante comprobar que han tenido que pasar infinidad de discos y muchos años para que, por fin, la pegada del batería Thomen Stauch se “sienta” con la potencia y claridad que tiene el poderoso batería.

La siguiente en caer es “High and Low”, primer single de la banda. En ella los leads de teclado toman especial relevancia, dirigiendo una base rítmica muy sincopada y moderna, que luego rompe hacia un precioso puente y estribillo que casi coquetea con líneas vocales de A.O.R. De nuevo, y reitero, quedas sobre todo atrapado por la inteligencia y brillantez de la línea vocal, la voz cálida de Breed, y la variedad de giros en las distintas partes. Tema muy inspirado y directo, con especial importancia de los teclados, perfecta para quienes tienen predilección por este instrumento. De nuevo, no dejan tiempo para los desarrollos extensos, aunque el tema no llega a los cuatro minutos.

Continuamos con “Sealing My Fate”, todo un himno Power, con un estribillo para quitarse el sombrero… de esos para cantar hasta desgañitarse, y con un precioso comienzo a piano que embellece el resultado final. La variedad y poder de la sección rítmica se me antoja especialmente interesante aquí, y los unísonos de guitarra en el estribillo dan cuenta de todo el saber y buen hacer que atesoran los monstruos que están detrás de las seis cuerdas. Tiempo ahora de irnos a Egipto, y la encargada de trasladarnos es la hermosa instrumental y orquestal “Temple Of The Sun”, un tema con todo el carácter arábigo necesario para abrir el siguiente tema de la banda. Intuimos que la banda no ha usado orquesta real, y sólo lo intuimos porque la composición con samplers es exquisita.

“Akhenaton” huele a pirámides, a desierto, a sol, a la grandeza de una civilización perdida. El tema comienza en un modo absolutamente arábigo, que luego se abre hacia un power melódico perfecto en el puente y en el estribillo. Vadik deja ver su valía a los teclados con un acertado y breve solo. Hemos comentado al principio de la review que era imposible, por las mentes al mando, que el disco no saliera bien. Parad un momento y escuchad la variación final del tema, después de la última coda… La sonoridad dramática, simplemente, te eleva a lo mejor de este estilo.

Colocada con inteligencia, y con un regusto donde Thomen Stauch seguro ha tenido mucho que ver, llega el trallazo por excelencia del disco, “My mystic mind”. ¿Os acordáis de cómo sonaban los BLIND GUARDIAN de la primera época? Si no, escuchad este tema… Pues eso, exceptuando el distinto tono vocal y la apabullante riqueza en los teclados, tenemos un tema á la GUARDIAN: Rápido, rabioso, ultramelódico, y acertado, llega como agua de mayo en un trabajo que no resulta excesivamente rápido. Este tema huele a clásico, desde ya, incluso el solo de guitarra tiene ese aire compositivo tan particular de empezar con una banda sincopando, para luego seguir todos a una sin parar. Y Stauch demuestra estar en muy buena forma. Física y mental.

“Trail of Murder” es otro hit single de naturaleza. Sin muchos alardes, su base se sostiene sobre un verso muy solvente y un estribillo para tomar apuntes. Tan conciso han querido hacer el tema, que no cuenta ni con solo de guitarra propiamente dicho. Esta composición es el claro ejemplo de que SERIOUS BLACK dan un recital de diferentes maneras de solucionar un tema, con una variedad de recursos casi inagotable. Llegamos a un momento especial, que el tema “As daylight Breaks”, tema que le da nombre al disco. Si alguien esperaba un trallazo, lo sentimos, pues es una preciosa balada a piano y orquesta donde manda la voz, de nuevo y, siento ser pesado, desarrollando una línea vocal majestuosa y épica. Entra la banda, pero sigue mandando el sentimiento orquestal en toda su grandeza… Un tema de diez, vaya, simple, bello y bien construido.

A estas alturas, uno se espera un bajón, un tema de relleno, algo que ponga una mácula al trabajo… y de repente suena “Someone Else’s Life” el mejor tema del disco. Así, sin más. Con toda la artillería de una banda sonando a los mejores MASTERPLAN, la intensidad, dramatismo y lo acertado de la composición, van colocando el dedo en la tecla de “repeat” del reproductor. Sí, sabes que, en cuanto acabe, la vas a volver a escuchar. Variedad de velocidades, perfección en todas las melodías y esfuerzos de cada uno de los instrumentos y un solo de guitarra de diez, sustentado sobre una base rítmica ceñida y perfecta, nos quitan el aliento, y nos hacen estremecernos. Cojan apuntes, aspirantes a grupos Power.

El resto de temas, brillantes también, como “Setting fire to the Earth”, el trallazo “Older and Wiser”, enmarcado en lo más típico del estilo de forma acertada, “Listen to The Storm”, “Fly On” “No Son of Mine”, siguen ahondando, con acertado oficio como perfectos capítulos del libro sobre todo lo que una propuesta musical puede dar de sí, y comentarlos, uno a uno, sería volver a recalcar todos los signos de genialidad musical que nos han dejado ya atónitos, y creo que es mejor que los descubráis vosotros.

SERIOUS BLACK lo tienen todo para convertirse en uno de las grandes grupos europeas por derecho propio. Si hay suerte, y el resto de compromisos con las otras bandas de los miembros que la forman lo hacen posible, claro. No dejéis escapar este trabajo que es una perla aislada y perfecta dentro de un estilo, tan manoseado por bandas que no tenían nada que aportar, que ha caído en un injusto ostracismo. Si le sale bien la partida recogerán las ganancias a su apuesta con el tiempo, seguro. No les deberían haber dejado entrar en el casino de la música con semejante póker de ases desplegados sobre la mesa que estaban guardados bajo la manga.

Son tahúres de la magia y el juego de lo genial y lo inspirado…y hacen trampa. No se puede ser tan geniales, y un disco tan brutal y decidido. Hacen trampa, seguro.

Texto: Javier Paredes