Crítica de «Blind Rage» de ACCEPT

ACCEPT:”Blind Rage” (Nuclear Blast)

Desde la reunión de 2009 los fans de ACCEPT estábamos muy cómodos. Nuestra banda estaba en marcha de nuevo, tenía dos discazos en la calle como son “Blood of the Nations” y “Stalingrad” y en directo nos habían pateado el culo un puñado de veces. Podíamos esperar lo mejor de los alemanes  y así ha sido image001con “Blind Rage”. Ya habrá tiempo para valorarlo en perspectiva, pero es muy probable que el tiempo sitúe este LP en el escalafón muy por encima de los discos más titubeantes de la banda como “Eat the Heat” o “Predator”. Quién sabe si incluso se elevará a la altura de los clásicos como “Balls to the Wall” o “Breaker”, ya veremos.

Como en los mejores tiempos la posición de honor de abrir el disco la ocupa el single “Stampede”, el cuál ya habíamos podido disfrutar en un sencillo y poderoso clip de adelanto. Esas virtudes del vídeo adornan también la canción: un tempo rápido con Tornillo desgarrando la voz como no hacía desde los primeros tiempos de su anterior banda, TT QUICK, y con un solo marca de la casa; melódico y destacando sobre la base rítmica. Eso es lo que nos gusta de ACCEPT ¿No? Pues claro, tanto como los temas más pesados como “Dying Breed”, que trata sobre el Heavy Metal con referencias en su letra a BLACK SABBATH, JUDAS PRIEST, HENDRIX, RAINBOW y muchos más que os animamos a descubrir. Especialmente chulo es el guiño a MOTORHEAD con Tornillo modulando la voz a lo Lemmy.

Los dos temas anteriores nadan en las mismas aguas que la mayoría de los de los dos discos anteriores, pero desde que ACCEPT volvieron a la palestra tenían pendiente sacar ese lado emotivo y de comercialidad bien entendida de temas del pasado como “Seawinds”, “Midnight Mover”… ahora ese hueco lo llena “Dark Side of my Heart”. Sin duda es mi favorita del LP y de toda esta última etapa y es que esa melodía de guitarra camuflada en el estribillo con ese estilo tan personal de Wolf Hoffmann nos lleva de vuelta a los mejores años del grupo. Mi apuesta personal es que va a ser una canción que perdure en el setlist durante las próximas giras.

No puedo decir lo mismo de “Fall of the Empire” y aunque tiene esos estribillos tan de la banda con las voces graves de Peter Baltes y Wolf Hoffman dando majestuosidad a la canción, tampoco creo que pase a la historia y creo que su mayor aportación a nivel de disco es el contraste que hace con “Trail of Tears” a la que precede. Pocas bandas pueden hacer una transición de un tema cadencioso a uno de Speed Metal con semejante naturalidad, pero la leyenda y el bagaje de ACCEPT permite eso y mucho más.

El disco continúa con “Wanna be Free” con una preciosa intro de guitarra en limpio que va subiendo hasta desembocar en una melodía de apertura para un medio tiempo que podría haber estado en “Russian Rulette”, especialmente por juegos en las melodías del estribillo entre la voz principal y los coros. Otro viaje en el tiempo nos lo proporciona “200 Years”, otra de las mejores del disco, con un regusto a las bases rítmicas de “Restless & Wild” y un estribillo pegadizo. Ese mismo esquema sigue “Bloodbath Mastermind” con un puente entre la estrofa y el estribillo que comparte protagonismo con este último y que no hace sino mostrar que ACCEPT cuida la composición hasta el más mínimo detalle. Bandas nuevas, y no tan nuevas tomad buena nota de estos maestros del Heavy Metal.

El disco no baja el nivel llegando al final y de esto se encargan “From the Ashes We Rise”, “The curse” y “Final Journey”, siendo las dos primeras medios tiempos y la tercera un acelerón plagado de caña y melodía para cerrar “Blind Rage” por todo lo alto consiguiendo que tras una hora de minutaje apetezca pinchar el disco de nuevo.

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Cada miembro de ACCEPT individualmente borda su trabajo, eso sí, a nivel de fan se me ocurren dos aspectos que podrían haber engrandecido un poco más si cabe el resultado final del disco. El primero es que Peter Baltes hubiera aportado su voz como solista en algún tema, o al menos en alguna estrofa al estilo “Midnight Highway”. Llevan muchos años sin hacerlo y este disco tiene tantos detalles que evocan sus primeros años, que éste podría haber sido uno más.

El otro punto son las letras, y ese es clave. Ese toque atrevido e inteligente que aportaba Gaby Hoffman (Deaffy para los amigos y para los créditos en los discos) se ha perdido, y si bien las letras de Tornillo dan muchas veces en el clavo se echan de menos los riesgos que ACCEPT asumían en épocas pasadas tocando temas como la homosexualidad, la religión etc. Ahora se abordan otros muchos, sí, pero de manera más genérica y todo el filo en ese sentido se ha perdido. Aun así esto son quejas menores como las de esos profesores que exprimen a los alumnos de sobresaliente hasta que llegan a la matrícula de honor porque saben que pueden llegar a ella, y entre esas calificaciones se mueven “Blind Rage” y ACCEPT.

Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)

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