Boquiabiertos con STEVE STEVENS en Madrid

Abr 25, 2017 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

STEVE STEVENS y GUS G. 16/04/2017. Sala Changó (Madrid)…

Nos hemos acostumbrado a que haya un montón de conciertos, tantos que el hecho de ir a uno no es algo tan especial ya… ¿o quizá sí?… ¿Qué queremos decir? Pues que a pesar de que en España a estas alturas hemos visto ya casi de todo, hay artistas que todavía consiguen resaltar, y eso fue lo que hizo STEVE STEVENS como banda el pasado domingo.

Decíamos que hay muchos conciertos, tantos como para que el mismo día y en la misma ciudad actuara otro maestro de la guitara como es ULI JON ROTH, lo que evidentemente restó público a ambos. Me encanta Uli, me encantan sus discos con SCORPIONS, y me gusta mucho como pionero infravalorado de la guitarra neoclásica… pero Steve Stevens era la primera vez que pisaba nuestro país en solitario (y antes sólo vino una vez con BILLY IDOL hace unos cuantos años), y es otro grande de las seis cuerdas. Además, no venía solo y como invitado contaba con Gus G. (de FIREWIND y hacha en la actualidad de OZZY) así que la elección estaba clara en mi caso.

Lástima que la fecha no terminara de acompañar, era el último domingo de Semana Santa, el tema de la coincidencia y que por lo que fuera el concierto no despertó el impacto y atención que debería haber despertado. El caso es que la sala se quedó a media capacidad para ver uno de lo conciertos del año y fue una pena. Como solemos decir, los presentes lo disfrutaron (muchísimo) y los que se lo perdieron se tirarán de los pelos porque pocas oportunidades así se presentan en la vida: ver a uno de los guitarristas más grandes en petit comité y en una sala tan cercana, cómoda y chula como es la Changó. Eso sí, más guitarristas y músicos de lo habitual en la sala, que la ocasión lo merecía… y es que la formación de Stevens era de bambalinas.

GUS G

Acústico era el planteamiento del concierto de Gus G, y la verdad es que la idea me despertaba cierto recelo. Me estaba imaginando 45 minutos de demostración guitarrera en acústico, pero lo cierto es que el resultado final no estuvo nada mal. De hecho no fue un clinic a lo que asistimos, sino a un concierto propiamente dicho.

Eso sí, al César lo que es del César, que el buen resultado hay que agradecérselo casi más al acompañante de Gus, que a la estrella…. James Paul Luna, «Bruno», iba a ser quien se encargaría de las voces y también, aunque en menor medida, de la segunda guitarra. Luna cantó en un registro mucho menos Heavy del que nos tenía acostumbrados cuando puso voz a las primerísimas entregas discográficas de WHITE WIZZARD, pero desde luego que una década después mantiene sus pulmones intactos… aunque el cinturón de balas lo ha colgado ya y no tenga una imagen tan Heavy. Es más su aspecto es totalmente de roquero de los 70, con pelo larguísimo, bigote y ropa vintage. Además de una gran voz, también era él quien ejercía de frontman, así que en mi opinión, y en la de muchos de los presentes, le robó el show a su jefe.

En cuanto al aspecto musical, comentando el concierto in situ surgió una idea que me apetece trasladar a esta crónica: una gran canción, como “Temple of the King” de RAINBOW, o “Planet Caravan” de SABBATH, funciona en cualquier formato, acústico incluido. Temas de FIREWIND, o en solitario de Gus G, pues no funcionan tan bien en ese sentido. Es la realidad… Cuando una canción le quitas los triggers de la batería (o la batería entera) o las pistas de guitarra dobladas hasta el infinito y pierde toda su fuerza, es que tampoco es tan buen tema, y eso le pasó a gran parte del repertorio de Gus G. Todo ello sin que por ello el concierto dejara de ser entretenido… gracias también a una muy buena comunicación con el público.

Esta fue la sensación que James Paul Luna y Gus G. dejaron al retirarse del escenario, si bien no sería la última vez que los veríamos a lo largo de la noche, como ahora comentamos Antes habían interpretado:

My Will be Done
Burn
Just can’t let go (medley)
Temple of the King
World on Fire
Lady of 1000 sorrows
Planet Caravan
I am the Fire

‘1‘

STEVE STEVENS

Parafraseando al difunto Lemmy (MOTORHEAD): “La gente no quiere ver sobre el escenario a un tío normal, quiere ver un alien”. Y es cierto. Steve Stevens es un tío distinto, una auténtica estrella de Rock. Esa impresión no la causa sólo a través de su pelo cardado y su estética en general, que eso son complementos. Stevens tiene muchísimo carisma y, además, en lo técnico es un guitarra realmente original y distinto casi a cualquier otro, ¡y buenísimo! Durante la noche íbamos a ver cada una de sus facetas: desde la Hard Rockera a la Flamenca, pero también huyendo del formato masterclass o clinic.

Lo que vimos en Madrid fue una verdadera actuación sobre el escenario, y ahora que han pasado unos días me atrevo a calificarla de histórica… como, ¿qué diría yo?, el concierto de QUIET RIOT en la sala Arena hace 15 años. La comparación no es casual, pues ambos han sido conciertos de bandas (o músicos) gigantes pero con poco aforo, aunque a su vez con un público fanático muy consciente desde el momento en el que compró la entrada de que iban a ser especiales. Además, quizás lo más importante, con las bandas/músicos dando a la gente exactamente lo que esperaban o más.

En fin, no nos desviemos porque la intro de “Crackdown” ya nos arrastraba al mundo de STEVE STEVENS, un mundo original en el que además de pedalera de efectos para la guitarra Steve apoya en las pastillas de la guitarra por ejemplo una pistola de juguete con luces y sonidos… distinto y espectacular, como decimos. Pose, presencia, chulería, gracejo y a la vez cercanía desde el primer momento, sonriendo, bromeando y con una compenetración BRUTAL con sus músicos… ¡Y qué sonido! (los que dicen que las salas de Madrid no suenan nunca bien se tienen que callar), ¡qué presencia!, ¡qué musicazos!… Todos de primera línea pero permitirnos destacar, aparte del protagonista, al batería Stevie Wonder (sí, se llama así, jeje) ¡tremendo!

¿Es “Crackdown” el mejor tema de ATOMIC PLAYBOYS? Para mí sí. Lástima que aquella aventura en formato banda de Steve Stevens no tuviera continuidad y que éste optara por picar de aquí y de allí. Una actitud que se reflejaría en un setlist tan ambicioso como para abarcarlo todo, aunque fuera a golpe de versiones de Blues como ese “Day of the Eagle” de ROBIN TROWER que escucharíamos a continuación, y de ahí directamente a “Dirty Diana” de MICHAEL JACKSON, poniendo todas las cartas sobre la mesa. La canción fue compuesta por el rey del Pop, sí, pero intentando ( y consiguiendo) replicar el éxito de “Beat it” (con Eddie Van Halen en su momento, y más adelante colaborando con Slash o Jennifer Batten, que mal gusto roquero y musical no tuvo nunca el difunto). La diferencia está en que para “Dirty Diana” en vez de contar con un solo de Eddie (VAN HALEN), la guitarra la grabó Steve Stevens. Michael y Steve sólo la tocaron juntos una única vez, siendo Jennifer Batten la guitarrista habitual de MICHAEL JACKSON en aquella época.

Como decimos, todo el repertorio estaba compuesto por temas muy distintos y sin embargo nada dejaba de sonar a STEVE STEVENS, y eso es lo mejor de todo, que en todas las composiciones que tiene ha dejado su sello lo cuál le permite ofrecer una serie de canciones variadas y cohesionadas a la vez. De hecho hubo hueco para el estilo absolutamente Hendrix de “Hellcats Highway” y para el Flamenco con “Cinecitta” y, ¡cómo no!, con “Flamenco a Go Go”. Los puristas del estilo se tirarán de los pelos con estas incursiones de alguien ajeno a su mundo en él, pero lo bien hecho bien parece, como dicen las abuelas. Tan bien hecho como para que con “Flamenco a Go Go” hasta los más heavies del lugar parecía que nos acabábamos de escapar del tablao del café de Chinitas por un momento. Y sin olvidarnos de los guiños de ZEPPELIN que serían constantes en toda la noche, como ese arranque con una sonrisa del «Stairway to heaven» en parte de un sólo.

La calma la traería “Eyes without a face”, un poco más acústica y un poco menos tecno-pop ochentera que la versión en estudio de BILLY IDOL, pero igual de melancólica. Lo que decíamos antes hablando de Gus G.: los buenos temas lo son en cualquier formato aunque se introduzcan cambios en ellos. Otro punto fuerte de la noche fue que Stevens como guitarrista no se limita a vivir de las rentas, todo lo contrario. Su ejecución fue brillantísima, a diferencia de la de muchos músicos de su edad que sólo deben coger su instrumento cuando suben al escenario renunciando a la práctica diaria.

De hecho entre tema y tema, Stevens había comentado cómo practicaba durante la gira con Gus G. o con Ben Woods (el otro guitarrista de la gira, toda una eminencia en el mundo del flamenco, y que de hecho dio clases en su momento al maestro, como comentaron entre risas)… ¡Ésa es la actitud correcta! La de seguir disfrutando de tocar, y llevada al extremo tuvo como fruto la inclusión una serie de partes flamencas en el solo de guitarra, única y especialmente en el concierto de Madrid… Hablando de solos y de partes intrumentales, ¡qué grandiosa fue la interpretación de la BSO de “Top Gun”! Casi nadie fue capaz de resistir la tentación de abandonarse a hacer air guitar imitando las poses del videoclip del tema.

La caja de las versiones ya se había abierto hace rato con la de ROBIN TROWER y ahora era el turno de LED ZEPPELIN, una de las mayores influencias obvias de Stevens (y de la mayoría de guitarristas de su generación). Puede que hubiera sido más propio meter el “Action” de SWEET, que en el disco de ATOMIC PLAYBOYS está muy bien adaptada (mejor que la de DEF LEPPARD para mi gusto), pero no. La elegida fue “Dazed and Confused” y con buen criterio porque el vocalista Frankie Perez (APOCALYPTICA) la llevó muy bien a su terreno. Frankie era el eslabón más débil en la cadena que forma STEVE STEVENS como banda, si bien su tarea es inabarcable. Es decir, nadie puede salir airoso de enfrentarse al registro de Michael Jackson, pasar al totalmente opuesto de Billy Idol…, y a todo lo que hay en medio.

Curiosamente no era en lo vocal donde Perez pinchaba más, sino como frontman, al menos en mi opinión… si bien estaba lidiando con ponerse en la piel de iconos gigantescos del Rock, y seguro que él es el primero que es consciente de que ésa no es su liga (y seguramente, nos da la impresión tampoco sea lo que más case con sus gustos personales, al menos el terreno más hardroquero y clásico nos referimos). Aun así lo hizo bien, muy bien incluso, para la dificultad de la tarea que acometía… Por otro lado, no estaba la sala llena, pero estábamos disfrutando de un concierto de nivel de estadio con un aforo reducido. Una pena y un lujo a la vez, una sensación muy agridulce.

“Atomic Playboys” y “Rebel Yell”, con un “Prime Mover” más discreto intercalado, fueron dos de los momentos más destacados de un concierto de ensueño. Cartas ganadoras donde sean y Steve, viejo zorro, guardando lo mejor para el final… y el resultado brutal, como podéis imaginar. Qué lástima que llegados a este punto ya sólo quedaba el bis, para el que Gus G. y James Paul Luna se iban a unir la fiesta con “Voodoo Chile” de HENDRIX, y “Whole Lotta Love” de LED ZEPPELIN de nuevo. Sobre el papel la idea no me habría convencido y me habría decantado para cerrar por incluir algo más de BILLY IDOL. “Shock to the System” como último gran éxito del grupo parece que habría encajado un poco mejor… Error por mi parte por teorizar todo y dejar de lado que sendas versiones empapadas de entusiasmo por parte de todos los músicos iban a ser el broche final perfecto para una noche irrepetible.

Medallita para los que optamos por el concierto de STEVE STEVENS el pasado domingo en Madrid porque arriesgamos y ganamos. Y tirón de orejas para los que no fueron… quizás no lo volváis a ver y nosotros, los presentes, recordaremos ya de (más) viejos roqueros aquello de «¿te acuerdas cuando vimos a Steve Stevens en la Changó? ¡qué bolazo!«…

Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)

Fotos: Boliche Ángeles

No tenemos vídeo del concierto de Madrid, pero podemos ver la gran «Atomic Playboys» interpretada en Londres unos días antes: