BARBARA BLACK: “Love, death & flies” (Rock Estatal)
Seguimos recuperando discos que se nos quedaron en el tintero en pandemia. Entonces se quedaron en cola injustamente y ahora merecen que les volvamos a dar vida. Recuperamos la crítica del último disco de BARBARA BLACK de la mano de Esquitino:
BARBARA BLACK: “Love, death & flies” (Rock Estatal)
Por mi parte, uno de los discos destacados de nuestro país de los últimos meses es este ya tercer trabajo de BARBARA BLACK… Además, aunque podamos dudar siendo una banda liderada por la cantante, hablamos de un trabajo de grupo y no de un proyecto en solitario (al menos eso me parece). Y me gusta comprobarlo escucharlo este disco con un título tan chulo.
Atrás quedaron, cierto, los momentos hardroqueros de BLACK ROCK (entonces con otros músicos en la formación, músicos que después han formado / pasado por grupos como SEXPLOSION, MEGARA, BLOODHUNTER…, pero esa es otra historia). Barbara ha sabido coger esas bases hardroqueras de entonces e ir dándole a su banda su toque personal, y dando pasos adelante con cada disco. Sin duda este “Love, death & flies” es su trabajo más maduro y a la vez el más personal, sonando más actual, más metalero y también más variado.
Con referentes actuales que pueden ir desde ALTER BRIDGE, HALESTORM o THE PRETTY RECKLESS, hasta su admirada ANASTACIA e incluso LADY GAGA, pero pisando el acelerador, ensuciándose en la propuesta y aportando un toque actual, personal e internacional (aunque no me guste mucho la definición) que sin duda le ha permitido dar un paso de gigante con este disco. Así, seguimos recuperando discos que se nos quedaron en el tintero en pandemia. Entonces se quedaron en cola injustamente y ahora merecen que les volvamos a dar vida.
Partiendo de unas bases con las que nos podemos acordar hasta de unos MÖTLEY CRÜE o ALICE COOPER (ambos en sus tesituras más actuales, no confundamos), hasta pasar a hablar de ROB ZOMBIE, TRIVIUM, FIVE FINGER DEATH PUNCH o MASTODON, con unas guitarras pesadas pero con muchísima personalidad, una base rítmica demoledora y la voz de Bárbara dirigiendo y, según el tema, mordiendo, acariciando, acompañando, destruyendo, sugiriendo o directamente devorando. Producido además por el reputado Andy C. (ex batería de SARATOGA y LORDS OF BLACK) en sus Cadillac Blood Studios en Galapagar (en la sierra madrileña) y sacándole todo el jugo al buen material que tiene este disco de fondo, el resultado es perfecto.
Quizás puedan entrar prejuicios de alguien en algún momento de no valorar lo que tiene delante o lo escuchan sus oídos, o ir a esa estúpida y absurda máxima cainita que tenemos en este bendito/maldito país de que lo que hacen los de fuera aquí no sabemos hacerlo… y si lo intentamos “somos unos flipaos y/o vamos de sobraos”. Pero dejaros de tonterías que tenemos aquí unas bandas alucinantes y están saliendo una serie de discos en estos años de quitarse el sombrero. “Love, death & flies”… como digo mola desde el título y después la mezcla entre blues, hard rock, metal, rock americano e incluso pop rock (metalizado en este caso) te vuela la cabeza. ¡Bravo!
Tal vez se les pueda echar en cara, los “tumbos” que van dando hasta encontrar su personalidad, pero tras el punto más de rock americano y casi sureño de su anterior “Ad libitum”, que me dejó más frío (lo reconozco), aquí sí han dado en el clave, y la mezcla de estilos y de intenciones es mucho más redonda y los elementos casan de manera casi perfecta por fin. Desde la caña incontestable de “Damnified” y la furiosa “Tiger tamer” para comenzar, para ir aportando más matices estilísticos en “Desert´s last drop”, casi a medio tiempo, o la fantástica “Kissed by flames”, de lo mejor del disco para mí.
Y que no falte el rock n´roll y la diversión con “Twister girl” o “No bullets”, muy directa, o ese punto sureño tan chulo de “Don´t play with fire” (que suena casi a BLACK LABEL SOCIETY por momentos), para rematar con esa joya en dos partes de amor vampírico y oscuro que son “You belong to me” y “Queen of flies”, que podrían ser banda sonora de alguna versión modernizada de “Entrevista con el vampiro” o “Abierto hasta el amanecer”… con su correspondiente vídeo con imprescindible solo encima de un piano en medio del desierto o en un acantilado con melena oscura al viento, por supuesto.
Un puntazo de disco y nada, para cerrar me queda pedir disculpas por dejarlo en el cajón (para hacerlo me refiero, no para escucharlo) durante tantos meses por circunstancias. Si tengo que recibir un mordisco en el cuello por ello lo recibiré gustoso. ¡Enhorabuena por un gran trabajo, chicos/a!
Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)