Reverencia para ASFALTO: «Mas que una intención» en Madrid

Segunda fecha de la reunión de “Más que una intención”, que disfrutamos muchísimo en la sala Mon. De la mano de un Miguel Oñate imperial, y una banda alucinante remerorando la etapa ochentera de ASFALTO, fue un lujazo de concierto que os los contamos y mostramos los hermanos Esquitino:

ASFALTO: Sábado 27 de abril de 2019 (sala Mon, Madrid)…

ASFALTO

Hace ya unos meses Julio Castejón anunciaba por sorpresa algo que nunca pensamos que volvería a pasar, la reunión de la segunda formación famosa de ASFALTO, quizás la de mayor éxito, con Miguel Oñate a la cabeza. La reunión triunfó inicialmente en marzo, dando un gran concierto en La Riviera con un lleno que hizo posible una segunda fecha en la sala Mon, a la cual asistimos ahora a rememorar aquellos éxitos como “La paz es verde”, “Búfalo vil” o “Más que una intención” de su etapa más AOR.

Aquella formación con Miguel Oñate a la voz, Julio Castejón a la guitarra, Guny al bajo, Jorge Garcia Banegas a los teclados y Enrique Cajide a las baquetas sólo grabaron dos discos: “Más que una intención” en 1983 y “Cronophobia” en 1985, quedando desbandada con la salida de Miguel Oñate en 1985 precisamente, con lo cual a priori resulta curioso el interés por una banda que en realidad sólo duró tres años. La realidad nos dice que fueron dos discos excelentes y una etapa increíble, acercando a la banda a un sonido exquisito americano que bebía de bandas como TOTO, JOURNEY o STYX con una elegancia y unos hits que no tenían nada que envidiar al producto original y a la formación inicial. En directo tuvieron muchísimo éxito siendo una de las mayores bandas del país en esos años y fueron pioneros en la realización de videoclips en éste país además de contar con medios técnicos en directo que eran la envidia de los demás grupos.

35 años después vuelve la formación original a excepción de Enrique Cajide, el cual sólo tocaría una canción en el concierto, siendo sustituido por José Martos (ex BARÓN ROJO, NIAGARA, ATLAS, TOPO, etc.), una elección realmente acertada porque, aparte de ser un batería técnico excelente, sabe capturar la esencia de un grupo “antiguo” y hace que parezca que fue un miembro más de la banda. La sala Mon es una habitual ya en los conciertos de la capital ya que su aforo medio es perfecto para conciertos de éste tipo, y después del lleno de La Riviera también consiguieron un segundo lleno aquí, dejando una sensación de completo éxito de la reunión, aunque se hace raro que no hagan más fechas por la península o festivales (ndr.: todo se andará, suponemos…), pero con éstas dos fechas han vuelto a poner a los “ASFALTO ochenteros” en el sitio que se merecían.

ASFALTO

El concierto giraría en torno a los dos discos citados antes y, aunque algunos esperábamos rememorar también los éxitos de los primeros años como “Capitán trueno” o “Días de escuela” cantados por Miguel Oñate eso no sucedió, dejando claro que no necesitan tirar de lo fácil para triunfar. Así los primeros temas del concierto pertenecían a “Cronophobia” como “El regreso”, “Que siga el show” o “Es nuestro momento”, siendo cantadas de principio a fin por el público. La banda estaba pletórica con un Miguel Oñate a la cabeza vestido con chaqueta y corbata que dejó claro que él era el frontman que hizo a ASFALTO ser una banda diferente en esa época, y con su elegancia y galones manejó al público a su antojo.

Técnicamente su voz estaba como si no hubieran pasado 35 años, cantando cada nota perfecta en su tono original. Guny al bajo mostraba una presencia rockera y una actitud de 10, y con su bajo mantenía cada tema rodando firmemente. A destacar García Banegas a los teclados, con una presencia igual que la guitarra, lo cual era lo que hacía a ASFALTO diferente en éste país y lo acercaba mucho más a bandas americanas. Julio Castejón tuvo un papel más secundario que el que nos tiene acostumbrados, lo cual nos hizo descubrir a un guitarrista buenísimo muy al estilo David Gilmour (PINK FLOYD), tocando pocas notas pero todas acertadas.

La banda estuvo arropada por una pantalla LED de alta definición con imágenes simples pero efectivas que no quitaban protagonismo al show pero lo acompañaban muy bien. El único pero técnico fue el sonido, un poco abarullado al principio y con la voz de Oñate muy baja en ciertas partes de la sala, pero por suerte mejoraría haca la mitad del show. Hay que decir, por cierto, que la sala estaba llena y con mayoría de público (muy) veterano. Bien por un lado, pero por otro sorprende el poco interés que genera entre el público más joven o entre las nuevas generaciones las bandas pioneras. Es una pena pero es una realidad que hay que aceptar y, aunque no debería ser así, es algo que es muy difícil cambiar. Ellos se lo pierden…

ASFALTO.. y Johan Cheka

Volviendo al show, la noche continuarían con temas de “Más que una intención” como “Joven ruso”, seguidos de otros de “Cronophobia” como “Frente al espejo”, “Contrarreloj” y “Concierto fatal” interpretadas con un “rollo” de 10, haciéndonos ver que los ASFALTO a los que nos tenía acostumbrados Julio Castejón son una gran banda progresiva… pero no tiene la esencia de estos tíos curtidos en los 70 y en los 80 que le aportan a las canciones una cosa mágica que se llama “esencia” que hace que te den ganas de cantar y moverte.

Como curiosidad tocaron dos temas que sólo aparecieron como caras B en su momento como “Justo y traidor” y “Dinos qué fue”, una segunda parte de “Rocinante” que fue uno de los momentos álgidos del show con un Oñate cantando suave con muchísimo feeling. Otra parte importante del show fue “Tiempo gris” con el batería original Enrique Cajide a las baquetas (bonito detalle con él pese a no estar lógicamente ya para afrontar un concierto completo) y un saxofonista que hicieron que el medio tiempo quedara estupendo.

Así se fueron desgranando tema a tema casi la totalidad de los dos discos pero faltaban los más importantes, y unas notas al teclado anunciaban uno de ellos: “Más que una intención”, coreada totalmente por un público entregado desde el principio. Como bis quedaría unicamente “La paz es verde” donde Oñate compartiría el micro con el manager de la banda, y artífice de la reunión, Joan Cheka (ex cantante de CRANEO), aportando una gran voz al tema. La banda se despediría con “Nada, nadie, nunca” que hizo las delicias de un público totalmente satisfecho.

Asfalto

Como curiosidad, cuando abandonaron el escenario sonaría por los altavoces una versión acústica de “Días de escuela” cantada por Miguel Oñate a modo de “outro”… El único punto negativo, aparte del sonido comentado (que iría mejorando), fue el calor de la sala, donde no conectaron el aire acondicionado hasta el final de la actuación. Son cosas que hay que decir, comentar, protestar y denunciar, porque es algo hecho a propósito y es intolerable…

Por lo demás, el concierto fue absolutamente de 10 con una banda de nivel internacional donde la edad era sólo un número y que nos dejó con ganas de una reunión duradera con discos y giras, cosa bastante improbable, eso sí. Una pena que tengan que pasar 35 años para éste regalo y que sea tan efímero, pero por lo menos para los que lo vivimos fue inolvidable.

Texto: Carlos Esquitino / Fotos: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Para terminar, vemos la galería de fotos completa del concierto en este enlace o debajo en el slider:

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