Tom Warrior de TRIPTYKON dice que la reunión de CELTIC FROST es imposible.
En una entrevista con DCHeavyMetal.com, durante el Maryland Death Fest, el cantante y guitarrista respondió a un montón de interesantes preguntas. Leamos lo más destacado y repasemos juntos la historia de la banda brevemente.
En primer lugar, de tener que elegir entre temas antiguos o modernos, Warrior comentó que le daba lo mismo interpretar temas de TRIPTYKON que de sus bandas anteriores. Aquí viene el primer bombazo: “Para mí es lo mismo, si hubiera sido a mi manera CELTIC FROST habría durado muchos más LP’s. Desafortunadamente los deseos de grandeza, ansias de fama y giros egoístas interfirieron con mi visión”. Por eso se volvió imposible trabajar con la banda y la única opción que quedaba era disolverla. Yo formé TRIPTYKON, pero en esencia es más o menos lo mismo que hice con CELTIC FROST, pero quitando los egos. Aunque en la banda haya gente más joven, en TRIPTYKON somos mucho más maduros como grupo de que lo que jamás fuimos en CELTIC FROST. Por lo demás la infraestructura alrededor, mi visión, mi manera de producir y todo lo demás, es igual.
Es básicamente lo que habría hecho de haber seguido en CELTIC FROST, por eso las canciones de TRIPTYKON encajan tan bien con las antiguas. Realmente no veo diferencia. Intentamos crear un equilibrio porque TRIPTYKON no soy sólo yo, sino que somos cuatro y además no queremos ser unas banda de versiones de CELTIC FROST, así que hacemos lo que creo que es justo, que es tocar mitad de canciones nuevas y viejas.”
Tras estos prolegómenos Warrior ya deja claro el tema de la reunión: “Me temo que es imposible. Martin (Eric Ain, bajista, y segunda fuerza motora de los FROST) y yo coincidimos hace unas semanas como hacemos de vez en cuando, pero esa ventana está cerrada aunque Martin en una ocasión dijera: “Sí, hagamos música de nuevo”. Aquello se convirtió en una decepción tremenda y no quiero tener otra. CELTIC FROST era mi vida y perderla dos veces no fue nada fácil.
No confío en esa gente. Puse muchísimo esfuerzo, tiempo y dinero de mi propio bolsillo en “Monotheist” ( ndr: el LP de la reunión) y lo hice porque pensaba que la banda podría durar muchos años…acabé sintiéndome traicionado y apuñalado por la espalda. Probablemente si lo intentáramos de nuevo acabaríamos de la misma manera y no quiero hacerlo. TRIPTYKON es un círculo de amigos y lo prefiero así, y además a nivel creativo puedo hacer lo que quiera con ellos.
El anuncio de la gira de reunión de CELTIC FROST en 2007 satisfizo a muchos fans, y más todavía cuando se anunció que KREATOR devolvían el favor a Warrior y sus chicos ¿Qué favor? El de que, en los 80, les llevaron de gira como teloneros cuando ambas bandas eran la punta de lanza del metal más extremo. Sin embargo en directo, al menos en Madrid, pudimos presenciar el esperpento al que parece referirse Tomas Warrior en la entrevista. Quien allí estuviera recordará bien a Tomas con su gorro de lana mirando al suelo mientras Martin arengaba al público con un discurso sobre religión que, a nadie importaba, más allá de que estaba consumiendo tiempo de su actuación como banda invitada y muchos temas míticos iban a quedar fuera.
Y es que de mitos va la cosa cuando se trata de hablar de CELTIC FROST; un grupo nacido de las cenizas de otro aun más legendario como HELLHAMMER y que fue vanguardia del Heavy Metal, tanto en el campo de lo extremo como en el de la innovación. Los principios tuvieron más de lo primero que de lo segundo y los EP’s “Morbid Tales” y “Emperor’s Return” nos dejaron temas plagados de agresividad como “Into the Crypts of Rays”. Esa era una de las caras de CELTIC FROST, pero en los EP’s había también canciones distintas, más lentas, pero sin perder un ápice de filo como “Dethroned Emperor”.
Gracias a ambas vertientes y a la fama obtenida como HELLHAMMER consiguieron un lugar en la compilación “Metal Attack Vol 1.” con bandas tan duras en su momento como RUNNING WILD o los WARRANT alemanes. Sin embargo CELTIC FROST podían dar mucho más y lo hicieron con “To Mega Therion”, su gran clásico y el disco de referencia del estilo. Con ese trabajo rompieron de todo con la etiqueta de “Como VENOM, pero más bestias” que arrastraban desde los tiempos de HELLHAMMER y que les llevó a fichar por Noise. CELTIC FROST triunfaron mezclando estilos que estaban por nacer o en pañales, como el Doom y el Death. Además añadieron a la mezcla los coros femeninos y una portada de H.R. Giger (que hizo un montón de diseños para el cine como los de la película “Dune”, “Alien” y se movía en los círculos artísticos de Dalí, Jodorowski o Moebius entre otros). Aunque sea del 85, “To Mega Therion” se escucha hoy y todavía suena puntero.
La creatividad sin límites de Tomas Gabriel lleva al grupo a ir un paso más allá, y ese paso se llamó “Into the Pandemonium”, lo malo es que a este trabajo le tocó competir con “Master of Puppets” de METALLICA, “Reign in Blood” de SLAYER etc y no es ni la mitad de fácil de escuchar que los anteriores por lo que el fracaso comercial fue de órdago, aunque lo peor estaba por llegar en ese sentido. Y llegó el disco de la polémica… Igual “Cold Lake” podría haber funcionado para otra banda, pero no para una con la historia de CELTIC FROST detrás. Vanguardia la justa, agresividad poquita… y eso que “Cold Lake” puede llegar a apreciarse, o al menos eso pensamos nosotros, pero desde luego que en ningún momento iba a conseguir competir en su terreno con MÖTLEY CRÜE. Por supuesto tampoco iba a satisfacer a los amantes de los extremo ni por asomo con esa orientación al Hard Rock. Parece mentira que un disco así saliera de las manos de un compositor como Warrior que desde su Suiza natal seguía en su día el desarrollo de la NWOBHM, pero así fue y, casi mata a la banda.
La losa de “Cold Lake” era demasiado pesada para que “Vanity/Nemesis” la levantara y no lo hizo, aunque sea el trabajo favorito de Martin. Después hasta “Monotheist”, no hubo nada más que recopilaciones, reediciones y demás y un extraño proyecto llamado APOLLYON SUN. Hoy por hoy hemos sido testigos en varios festivales de lo bien que funciona TRIPTYKON en centro-Europa, aunque sea a base de tirar de clásicos de los FROST, pero puede que los fans merecieran un último concierto a la altura del nombre del grupo que evoque el aura que tenía el combo cuando se grabó, por ejemplo, “Circle of the Tyrants”: