Review del nuevo disco de D-A-D a punto de presentarlo aquí

Nov 26, 2019 por Red Hard´n´Heavy en Discos

Los míticos roqueros daneses D-A-D llegan a presentarnos su nuevo disco en directo dentro de nada, y es justo hablar antes de este interesante «A prayer for the loud», ¿no?… Nos lo cuenta Esquitino:

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D-A-D: “A prayer for the loud” (AFM Records)

Enésimo disco de los legendarios D-A-D, que por si alguien no lo sabe, no significa nada de “Padre”, aunque pueda tener cierto sentido en el juego de palabras, sino más bien “Disneyland After Dark”. De hecho, así es como se hicieron llamar en sus inicios hasta que el gigante Disney les prohibió usarlo bajo pena de demanda de muchos miles / millones de coronas danesas entonces. Pero bueno, esto fue hace más de 30 años, que de hecho celebraron ese aniversario hace poco, y ahora es el momento de por fin tener nuevo disco del grupo bajo el brazo, que ya hace un tiempo del anterior.

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Más datos biográficos, o generales, antes de meternos de lleno en el disco, y es que D-A-D son una de las bandas más importantes del hard rock en Dinamarca, rivalizando entonces con los gigantes PRETTY MAIDS en ostentar este título. Vale que a día de hoy quizás VOLBEAT tengan el cetro, quizás injustamente (y teniendo MUCHO de D-A-D en su sonido como influencia), pero que a nadie se le olvide la importancia de la banda danesa, pese a que en España, como suele pasar, nunca fueron muy populares. Por cierto, también tienen un directo alucinante, como comprobaremos en esta semana en nuestro país. De hecho, aunque el disco salió antes del verano, es buen momento para recuperarlo precisamente pocos días antes de verles en directo.

En cuanto al disco en sí, sin ser el mejor álbum de su carrera, sí es un muy digno sucesor de sus clásicos y un trabajo que les vuelve a poner en la palestra merecidamente. Como digo tantas veces, esto es sólo rock n´roll… ¡pero me gusta!, y si está bien hecho, tiene buenas canciones, te hace mover el tacón y desear verles en directo una vez más presentando los nuevos temas, mejor que mejor. Vale que los nuevos discos de los grupos tienen difícil rivalizar con sus primeros trabajos o con esos LP´s tan exitosos y queridos por los fans de antaño, pero siempre digo que es un craso error no poner en valor, e incluso en perspectiva, los últimos lanzamientos de las bandas veteranas.

¿Modernizar la propuesta? Es innecesario cuando el estilo base del grupo funciona tan bien como antaño: rock n´roll de toda la vida, hard rock clásico y una mezcla de influencias desde AC/DC a Ozzy (no sé, la voz del cantante siempre me pareció que tiene algo del “Madman”, siendo mucho más roquera y potente) mezclado con el punto divertido que siempre tuvieron, ese sonido de bajo eléctrico marca de la casa y su puntito incluso bluesy mezclando con el deje casi punk por momentos (ellos lo llaman medio en broma medio en serio “cowpunk”) que les diferencia de otras bandas similares.

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Por cierto, a nivel de sonido vuelven a contar con el productor Nick Foss y Soren A. Olsen, y el resultado es óptimo sin duda. La banda de los hermanos Binzer y el loco bajista Stig Pedersen (atención por cierto, a sus bajos… sus instrumentos quiero decir, ¡todo un innovador!) siguen en forma compositiva y 100% en activo y con ganas de seguir cumpliendo años de historia. Por cierto, formación actual más que estable con el “nuevo” batería del grupo, Laust Sonne, que ya lleva 20 años con ellos… ¿Y de las canciones qué decimos?…

Pues nada, para mí un lujazo escuchar el disco de seguido, aunque en este caso no destaco todo el CD como bloque… Aún así, desde los temas más cañeros y salvajes como “No doubt about it” (que podrían firmar unos AIRBOURNE inspirados), la roquera “Nothing ever changes” o la salvaje “Musical chairs”, que es un temazo, hasta los cortes algo más suaves como la balada “If the world just” para cerrar el disco, o una fantástica “A drug for the heart” (que como digo me recuerda mucho a OZZY), es un disco variado y muy recomendado. Y por seguir con las canciones más clásicas del grupo, sin duda que “Happy days in hell”, “The sky is mande of blues”, a medio tiempo, o la propia “A prayer for the loud”, que va in crescendo, gustarán a los viejos fans… ¡y a mí!

Como digo otras veces, me encanta que los clásicos sigan en el candelero, y si es facturando nuevos y buenos discos mejor. ¡Nos vemos pronto!, en Disneyland… o mejor encima de un escenario, vosotros, y nosotros debajo, como haremos en pocos días. Y mientras seguimos rezando por el rock n´roll, por las buenas bandas y por el ruido. Long live the loud!

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)