Presentación de LUIS CRUZ, “Rocker”, en Madrid
LUIS CRUZ Y LA FURGOBAND:
Con pelín de retraso (tirón de orejas para nosotros por ser un poco «tardones» a veces), aquí tenemos la interesante crónica de la presentación en directo del nuevo disco de Luis Cruz (guitarrista de TOPO, entre otros), llamado «Rocker». Os lo contamos debajo…
Sala COSTELLO, sábado 9 de Septiembre (Madrid)…
Fiesta por todo lo alto en la Sala Costello en la presentación del primer disco en solitario del guitarrista de TOPO (y ex SHERPA entre otros), Luis Cruz, rodeado de amigos (sus cuates José Luis Jiménez y Lele Laina, de TOPO, más Oscar Sancho de LUJURIA, Fernando Ponce de Aranoa –AMIGOZ y ex MÄGO…) y con una atmósfera de plácido entusiasmo entre la concurrencia. Arropado por una banda de auténtico lujo, entre los que se contaban Sergio Cisneros “Kisquilla” a los teclados (TOPO, MAGO DE OZ…), el guitarrista Luis Rodrigo, el bajista Francis García (del musical ‘We Will Rock You’, donde también trabajo Cruz), más el batería Ángel Crespo (Rosendo, Luz Casal…), nuestro protagonista dio rienda suelta a las canciones de su primer álbum, marcándose también algunas versiones: (“Agradecido”, “Antinuclear”) muy bien traídas para la ocasión.
Después de darle muchas vueltas al concepto de su plástico en solitario, (por un tiempo se inclinaba por un disco guitarrero ‘virtuosista’ al uso, incluso por un impactante trabajo de metal oscuro). Pues no, que resulta que al final el bueno de Luis Cruz ha optado por descolgarse con un álbum de rock urbano, con ciertas querencias bluesy… Lo mejor que sabe hacer, a fin de cuentas, aplicándose a sí mismo el viejo aforismo de ‘zapatero a tus zapatos’.
Para quien no conozca su historia, comentaremos que Luis Cruz es un talento singular que despuntó en los años ochenta como brillante profesor de guitarra en La Factoría, la academia musical de José Luís Jiménez que, junto al teclista (y también guitarrista), Pablo Salinas fueron a dar con sus huesos en una de las formaciones que más han aportado al Rock autóctono, en lengua castellana, TOPO. Nada más aterrizar, facturaron el inolvidable “Ciudad de Músicos” (1986), una obra maestra que marcó una época donde el rocanrol que nos ocupa empezaba a declinar ante la crisis que se avecinaba. “Si todo pasó, si nada quedó, ésta es tu eternidad, al fin estás en la Ciudad de Músicos…” cantaban en aquel momento… Y mira que ha llovido desde entonces, pero su triste predicción de un mundo estéril culturalmente y vacío, dominado por el vil metal, es hoy más cierta que nunca…
Posteriormente Luis Cruz participa en la grabación del doble álbum “Mis Amigos, Donde Estarán”, en la Sala Canciller, el 30 de octubre de 1987, y se ve abocado al primer parón de la banda madrileña, pues José Luís Jiménez y Lele Laina deciden reflotar ASFALTO, junto al alma máter Julio Castejón y al ‘Barbitas Guapetón’ Terry Barrios (batería de TOPO y CASABLANCA) que tras su fallecimiento cedería su puesto al último miembro de la formación ‘original’ que alumbró el primer disco de la banda madrileña, el simpático y experimentado Enrique Cajide. Dos magníficos elepés alumbraron ASFALTO en aquellos años, “Solo por dinero”(1990) y el magistral “El planeta de los locos”(1994) pero aquella etapa quedó sepultada por la crisis que azotaba al país y por el cambio de gustos entre la parroquia más joven; tras la irrupción del ‘Grunge’ no estaba el patio para tales ambrosías sonoras.
Sería a partir de finales de los años noventa cuando TOPO vuelven a la actualidad con Sergio Cisneros a los teclados (sí, «Kiskilla») y Roger Castro a la batería (puesto que irá rotando con los años, Miguel Bullido, José Martos y el actual ocupante, Jesús Sánchez, se harán cargo de las baquetas) amén de nuestro protagonista, como destacado guitarra, facturando “La jaula del Silencio”(2000) a los que luego se sumarán “Prohibido mirar atrás”(2010) y “El ritmo de la calle”, un lustro después.
Durante estos años, Luis Cruz participa en otros proyectos como La Kosecha, junto a Dani Sanguino y Txiquitin de ESTURION, un proyecto que no llega a cuajar pero del que recupera la hermosa canción “Soy animal” para este disco de debut. También forma parte de la banda de SHERPA (con el que llega a grabar “El rock me mata”) y más tarde, en estos últimos años, le vemos a pleno pulmón en la orquesta SINFONITY, que trata de hilvanar con guitarras eléctricas importantes piezas instrumentales de la música clásica.
Explicada su trayectoria, larga y tendida, volvemos al conciertos… En su puesta de largo en la Sala Costello, disfrutamos de muchos y buenos guitarreos en tonadas como “Tu destino y el mío”, “Hombres del nuevo siglo” y la propia “Rocker”, primeras lanzas que abrieron el show. En la perla que da título al disco, nuestro héroe se despacha a gusto contra los políticos que roban, invocando a las meigas y las brujas en su particular exorcismo, dejando claro que, pese a todo, él se siente muy de aquí, que le va el flamenco y la caña ‘lolaila’. A pecho descubierto lanzó otras andanadas como “(Queremos) Currar” y “Lobos con piel de cordero”, cargando contra el sistema corrupto en el que estamos inmersos y contra los falsos artistas como “Bartolo” a los que les suena la flauta y ya se creen los reyes del mambo, flores de un día en un jardín cada día más contaminado y deteriorado., por Operaciones Truño y detritus similares (como denunciaba con Sherpa por aquel entonces en la genial «Flor de invernadero»).
Fue intercalando estas píldoras del descontento con algunas tonadas más folkloricas y llevaderas como “Gallega, Celta y Meiga”, donde presentó al flautista Fernando Ponce de Aranoa (ex MÄGO DE OZ), cediendo el testigo a sus otros invitados, primero a Oscar Sancho de LUJURIA para marcarse la sempiterna “Agradecido” de ROSENDO, y luego dar paso a sus compis, José Luis Jiménez y Lele Laina, e interpretar conjuntamente “Todos a bordo”, momento mágico y especial de la noche, que vivimos con gran intensidad.
Fin de fiesta con esa confesión a quemarropa: “Soy Animal” (‘romperé las sentencias de muerte del Lince y el Lobo’, ‘todo se compra y todo se vende, pero nada tiene un valor real’, amén), más el himno “Antinuclear” de MIGUEL RIOS y la postrera “Mis amigos donde estarán”, con todos los artistas participantes sobre las tablas como broche de oro de una velada que tardaremos mucho en olvidar. ¡Chapeu!
Texto y fotos: Fran Llorente
P.D. – Gracias como siempre a The Fish Factory por las facilidades