El viernes 26 de abril se vivió en Madrid una noche de múltiples propuestas: descubrimiento de una joven banda con futuro prometedor, THE GRASSLAND SINNERS; confirmación de una cantante ya reconocida, BÁRBARA BLACK; y veneración a una formación de músicos muy admirados, MONTERREY.  

MONTERREY – BÁRBARA BLACK – THE GRASSLAND SINNERS – Madrid, Sala We Rock (viernes 26 de abril de 2019)

MONTERREY

En plena noche de fin de campaña electoral, Jason Cenador (de Mariskal Rock) se encargó de presentar el evento, con su simpatía habitual, animando a todos a no fallar a la hora de cumplir dos días después en las urnas, pero sobretodo animando a disfrutar de una noche de rock n’ roll muy variado. Y es que si en la política nacional había ingredientes para elegir, aquí en este concierto también, cada una de las tres opciones presentaba su particular estilo musical, similares pero diferentes unos de otros.

THE GRASSLAND SINNERS:

Abrieron la velada rockera los catalanes THE GRASSLAND SINNERS, con poca gente aún, pero conquistando desde el principio con su rock clásico setentero cantado en un perfecto inglés. Se mostraron como dignos herederos de LED ZEPPELIN o sobretodo THE BLACK CROWES, grupos cuya influencia es muy patente tanto en su primer álbum, «Let It Ride» (2017), como en su potente directo, y también en su estética. Con un aspecto muy retro, tanto en vestimentas como en la original decoración del pie de micro con un par de bonitos atrapasueños, destacaron sobre todo los buenos juegos de voces, ya que todos los miembros de la banda hacen coros. De hecho, todos los instrumentos tuvieron sus momentos de gran protagonismo y brillaron por sí mismos. Pero sin duda hay que destacar la voz de Jacin Castrillo, áspera y dulce a la vez, rasgada y sensible…

THE GRASSLAND SINNERS

Fue muy interesante el momento «duelo» de su voz con sus compañeros, rivalizando con la guitarra y con el teclado en tonos agudos y llamativos; buscando un sonido más profundo al enfrentarse al bajo, sonando casi como la más clásica música negra con la repetición del mantra «don’t drop the bass«; y finalizando en un sonido más contundente al cambiar ese mantra al «du du du …. don’t drop the beat» para picar esta vez a la batería, muy original.

Sonaron temas de su primer LP, como «Mr.Cadillac» o «Revolution#16», se combinaron muy bien con versiones como «Lay Down Stay Down» (DEEP PURPLE), «Lyin’ Eyes» (EAGLES) o «Stay With Me» (FACES), magnífico cierre que nos convenció para quedarnos con ellos, sí, justo antes de que nos ofrecieran como bis su ya aclamado «Sweet Magnolia». Quedamos todos muy contentos, arriba y sobretodo abajo, con un nuevo nombre al que admirar y seguir: se llevaron muchos aplausos y aullidos de satisfacción.

Además hay que agradecerles que mejoraran la luz de la sala We Rock. Llevan con ellos un cable luminoso que reparten por el escenario y eso benefició visualmente a las tres bandas, buena idea y ¡gracias de parte de todos!

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BARBARA BLACK:

Después la sala se llenó y se animó aún más para recibir a BARBARA BLACK, con su protagonista muy bien rodeada por sus variopintos y brillantes músicos. Fue una gran descarga de energía de principio a fin… Bárbara se mostró como toda una superdiva, se puede decir que orgullosa de haberse conocido a sí misma, pero es que puede estarlo: con un gran dominio del escenario, con una bonita estética steampunk y una coreografía muy bien preparada, llena de movimientos coordinados que enganchan visualmente, se nota su preparación en este sentido. Pero por supuesto, desplegó una gran técnica vocal, mostró por qué se le considera una gran cantante, no dudó en cambiar los registros y los tonos constantemente: de la dulzura a la agresividad más marcada, según la exigencia de cada corte. Todo ello siendo la cabeza visible de un equipo único, muy unida a su «pedazo de banda», a la que presentó pronto con mucho orgullo.

BARBARA BLACK

Se les vio a todos con una gran actitud rockera, con muchas ganas y mucha fuerza, para goce y disfrute de unos fans muy fervorosos, que no dudaban en corear y bailar. Como sus predecesores, supieron combinar bien bastantes temas de su último álbum, «Ad Libitum» (2017), con versiones como «The Bible Or The Gun» (BLUES SARACENO), «Seven Nation Arny» (WHITE STRIPES), o «Are You Gonna Be My Girl» (JET). En la balada «Shiva» colaboraron su maestro Narciso Tenorio (cantante de JUPITER y ex BABEL) y el ya veterano guitarrista Javier Mira (PUNTO DE MIRA, TRITÓN, JUPITER…). «Ghost» contó con la participación de un fervoroso Óscar Sancho (LUJURIA) sonando casi gutural.

Finalizó el concierto estrenando su nuevo single, «Tiger Tamer», adelanto del que será su próximo disco. Y tras un emotivo momento de agradecimientos de Bárbara (chuleta en mano, que no se quería dejar a nadie) a todas las personas y medios que les han apoyado en alguno o en muchos momentos (incluyendo, por supuesto, a nuestra web), el bis elegido fue otro gran acierto para dejar la sala bien caldeada: el «Hush» de DEEP PURPLE.

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MONTERREY:

MONTERREY

Para redondear la noche, llegó el rock sureño tan bien interpretado en castellano por MONTERREY, que a estas alturas ya no necesita mucha presentación. Lo que sí se presentaba era su último disco (su primer larga duración), «Al Final del Camino», publicado hace muy pocas semanas. Se mezcló la grandísima profesionalidad y virtuosismo de estos cinco grandes músicos con su gran sentido del humor.

Desafortunadamente, unos cuantos de los que habían gozado con Bárbara y compañía antes decidieron volver pronto a casa y se perdieron un gran concierto (ndr.: es reiterativo, que lo hemos dicho muchas veces, pero esta actitud del público nos parece hasta de mala educación y denota que muchos no van a ver conciertos sino sólo a apoyar a sus amigos o conocidos, nada nuevo…), pero los que quedamos allí disfrutamos de un sonido espectacular en todos los instrumentos, y de la magnífica voz de Julio Dávila, como siempre, nunca defrauda.

Los duelos de las dos maravillosas guitarras de Manolo Arias (ÑU, ATLAS, NIAGARA, MOTORES, MURO…) y José de Benito (SOBREDOSIS) siguen emocionando a todos, y la potencia de bajo y batería sigue siendo la base perfecta en la que apoyar las notas más agudas. En esta ocasión no les hizo falta tocar ninguna versión, pues desgranaron numerosos temas de su última creación, bien alternados con cortes de su primer EP homónimo. Sonaron como de costumbre sus canciones de desamor, de deseo, de moteros, de rencor y de libertad, todas ellas muy coreadas y aplaudidas. Sin duda los que quedaban en la sala eran el público más fiel a esta gran banda madrileña, y con motivos más que justificados para esa lealtad.

MONTERREY

Y así concluyó una gran noche de rock n’ roll clásico, sureño, cañero, bailón y muy divertido, una buenísima velada de las que apetece repetir enseguida. Enhorabuena a las tres bandas, a los organizadores del evento y a la sala We Rock que en sus últimos meses de funcionamiento sigue esforzándose por dar a todos lo que buscan y necesitan. Sigue habiendo algunas carencias (como la luz en el merchandising, que esta vez tuvo bastante afluencia de fans también), pero se le agradece estar ahí esforzándose hasta el final.

¿Que quién ganó este debate electoral del viernes noche? Empate técnico. Lo que está claro es que el rock clásico, hardrockero, sureño y cañero de nuestro país está muy bien gobernado por insuperables representantes honestos, trabajadores y muy profesionales. ¡Ay!, si en otros ámbitos más importantes y preocupantes también fuera así…

Texto: Ana Nimas

Fotos: Aitor Recio (Noche de Rosas)

Podemos ver galería de fotos completa de la velada en este enlace de Facebook, o en los correspondientes slider. Debajo tenemos el de MONTERREY para cerrar:

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