En loor de multitudes, mejor que nunca… MEDINA AZAHARA en Madrid

Una abarrotada Sala Shoko fue testigo de la puesta de largo en la capital de la ‘Gira 40 Aniversario’, a cargo del grupo cordobés. Doble “excusa”, a la vez que la presentación de su reciente “13 rosas” que dieron forma a una gran noche de rock en Madrid.

Medina

MEDINA AZAHARA  ‘Gira 40 Aniversario’ – Sala Shoko, Sábado 30 de Marzo (Madrid) 

Una abarrotada Sala Shoko, llena hasta la bandera, fue testigo de la puesta de largo en la capital de la ‘Gira 40 Aniversario’, a cargo del grupo cordobés. Mucho ha cambiado el país y todavía más la escena musical en estas cuatro décadas de supuesta ‘democracia’ (entre comillas) y de febril transformación de usos y de costumbres (con autonomías, autovías, ordenadores de última generación, y telefonía móvil hasta en la sopa: smartphones, tables, redes sociales virtuales y la madre del cordero…).

MEDINA AZAHARA

Pese a todo, MEDINA AZAHARA han dibujado toda una banda sonora, muy puntera, para contemplar ese brillo gris que proporciona esta nueva era tecnológica, despiadada (y hueca en el fondo), como si de una pesadilla se tratase, nos devuelve en muchos temas a la casilla de salida, y España sigue siendo ese país invertebrado que ya describía el pensador Ortega hace más de una centuria, con despoblación rural, escasa o nula promoción cultural, falta de oportunidades, de infraestructuras (si salimos de las grandes ciudades), pero claro, ése es otro tema, aunque quizás paralelo al que nos ocupa…

Cuatro décadas dan para mucho, cambios y más cambios, desde que nuestros protagonistas emergieron como héroes del Rock Andaluz, tomando el testigo de TRIANA, los pioneros del género (a nivel masivo y que marcaron toda una escuela), con permiso de las seminales bandas underground (que no tuvieron tanta suerte) como SMASH, STORM, MÁQUINA… Ya se sabe, que pocos son profetas en su tierra. Manuel Martínez (alma máter del grupo) y Paco Ventura (que entró allá por 1987) sí lo han conseguido y, lo más difícil, han logrado aguantar con dignidad el paso del tiempo, y cuajar una carrera preciosista y sólida como pocas.

Otros compañeros de fatigas y de movimiento musical fueron cayendo con los años (ahí están para atestiguarlo ALAMEDA, GUADALQUIVIR, IMÁN, CAI, GONG, TABLETOM, etc) incluso tampoco sobrevivieron los VENENO de Raimundo Amador y Kilo Veneno, otra banda que iba a su bola y en paralelo, y cuyos componentes tomaron luego caminos distintos. De igual forma, grandes músicos fueron pasando por MEDINA AZAHARA, justo es recordar a Miguel Galán, Manuel Molina, Pablo Rabadán, José Miguel Fernández o Manuel Reyes, que cimentaron a la banda en los momentos más difíciles.

MEDINA AZAHARA

Para celebrar estos cuarenta años, MEDINA AZAHARA se ha currado una escenografía rutilante (con candelabros, telares y hasta llamaradas fogosas) y un repertorio a la altura, dividido en dos mitades: la primera para el recuerdo, con varios medleys encadenados y la segunda con pinceladas de su nuevo trabajo “Trece Rosas” (2019), más los grandes éxitos por todos conocidos y celebrados. En Shoko, esta noche al menos, quizás le faltó una punta de sonido (nos imaginamos que la sala tiene limitados los decibelios, para no molestar a los vecinos) y quizás debieron acudir a otro emplazamiento, pues la moderna discoteca de la calle Toledo se les quedó pequeña y estuvimos apretujados como sardinas en lata.

Quizás La Riviera o algún local de mayor aforo (tipo Palacio de los Deportes, en su versión Ring –de 3.000 personas- hubiera sido más apropiado)… pero claro, ya estamos con la problemática de los aforos (reducidos a la mitad por culpa de la infausta noche del Madrid Arena) y pasamos de salas de tamaño media a Pabellones de grandes dimensiones (cuyo alquiler además cuesta un verdadero pastizal) y así nos luce el pelo… Pero ése vuelve a ser otro tema.

De forma oficial, la organización nos comunicó que fueron 850 los espectadores (total de la sala, vaya, con el cartel de SOLD OUT colgado de antemano), si bien se vendieron unas pocas entradas en taquilla para que los más rezagados también tuvieran su oportunidad de disfrutar del evento. Un show que comenzó con el medley de los viejos tiempos, tanto que parecía que habíamos regresado al Anfiteatro Egaleo (Leganés, Madrid) para alucinar con aquel mítico álbum en directo de 1990 que les catapultó a las estrellas. Sonaron deliciosas perlas: “Si supieras / Recuerdos del ayer / Busco / Sé / Hacia Ti / La Esquina del Viento / El Rincón de mi Mente / Quisiera saber o Andalucía” encadenadas en un deslumbrante collar nacarado, que no pudo ser más bonito y emotivo.

Tras esta señorial entrada, encadenaron otro medley, ya con los temas de finales de los años 80, y en expreso recuerdo de los discos “Caravana Española”(1987) y “En Al-Hakim”, que les permitieron sobrevivir a lo dificultoso de aquel momento (con el Rock Andaluz casi fenecido y el duro español en franca retirada). Asomaron “Navajas de cartón / Qué difícil es Soñar / El Soldado / Otoño / Al Hakim” más la postrera “Velocidad”, una de las que nunca han dejado de tocar. Los medleys fueron muy bien hilvanados y compactados, que están muy trabajados y pulidos por MEDINA. Es decir, no más de 2 minutos por canción, incluso minuto y medio, con lo que de tal guisa las canciones pasaban volando y nuestros recuerdos, también.

Tras dar las gracias y saludar al público, pusieron en marcha el tercer bloque de Medleys de la noche, recordando lo que supuso el disco “Sin tiempo” (1991) que les permitió jugar en la Liga de Campeones del Rock Estatal. Así asomaron: “Algo nuevo / Junto a Lucía / Hijos del Amor y de la guerra / Niños…”, momentos para relamerse hasta dar en la piedra filosofal del último bloque de Medleys de la velada con “Favorita de un Sultán / Solo y Sin Tí / No quiero pensar en ese amor / Danza al viento / Que tengas suerte o Aniversario”, que cerró entre grandes aplausos una primera parte del show realmente llena de nostalgia y momentos para el recuerdo.

Tras una breve pausa, para tomar resuello, prosiguieron ya con canciones largas, primero con “Mi pequeño corazón” y luego con la emocionante “13 Rosas”, imágenes de la guerra y del video-clip en pantalla. Los audiovisuales del show, todo hay que decirlo, tienen un amplio margen de mejora, pues las calidoscópicas imágenes proyectadas a veces eran vacuo relleno… Este humilde escriba sabe de sobra lo que cuestan grandes montajes fílmicos en ese sentido, y que los audiovisuales que proyectan estrellas como ROGER WATERS, PINK FLOYD o los EAGLES no están al alcance de cualquiera. Pero ésta es, de nuevo, una reflexión que deberíamos hacer aparte… o no.

Medina

Grandes temas, como los de nuestros protagonistas, con excelsas imágenes de fondo, cinematográficas o no, consiguen que las canciones crezcan exponencialmente. Me explico: no es lo mismo un himno como “Tierra de la Libertad” con calidoscopios de fondo, que con imágenes de los rescates de los Emigrantes en el Mar Mediterráneo, por ejemplo. Más si se le otorga un tratamiento artístico a esas historias, y cualquiera que haya visto una gira de los artistas arriba mencionados sabe de sobra a lo que nos referimos. Pero bueno, hay que darse por contentos, y muchas veces no se pueden pedir peras al olmo. “Paseando por la Mezquita”, “Córdoba” (aquí si hubo un buen audiovisual sobre la ciudad andaluza), “Palabras de libertad” y “Aprendimos a vivir” añadieron nuevas dosis de mordiente a un show sobrado de por sí.

Recta final, con Manuel Martínez indicando que hay “Sólo un camino” si queremos ser felices en esta tierra hostil (en este ‘Valle de Lágrimas’ como se decía antaño) aunque muchos opinamos que los caminos a la luz (y a las estrellas) de cada uno son diversos e inescrutables. El himno “Tierra de la libertad” marcó la recta final del encuentro, donde todavía sonaron “Al Padre Santo de Roma”, “Necesito respirar” y “A toda esa gente” como colofón final. Tiempo entonces para presentar a los miembros de la banda comenzando por Juanjo Cobacho al bajo y Nacho Santiago a la batería, Manuel Ibáñez a los teclados, más los dos pilares del grupo (casi) desde siempre: Paco Ventura a las seis cuerdas (guitarrista mágico donde los haya) y el sempiterno Manuel Martínez a la voz.

MEDINA AZAHARA

La actual formación de MEDINA AZAHARA es solvente como pocas y gracias a la participación de ‘sangre nueva’ tiene cuerda para rato. Bravo por ellos. Solo esperamos que lleguen a los 50 años de carrera, lo tienen a la vuelta de la esquina, medio siglo, que no es nada, como diría el filósofo…

Texto: Fran Llorente

Foto: Marta G. Paniego

Vemos para cerrar la galería completa de fotos de la noche y debajo uno de los vídeos de la noche:

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