De nuevo un lujazo ver a TAKO en directo en Madrid

Día difícil (y encima lloviendo), como siempre coincidencias con otras cosas en la capital, problemas logísticos en la sala… Da igual, cuando toca TAKO de repente encajan tocas las piezas y la noche de rock n´roll funciona y se convierte en especial. Os lo contamos y mostramos:

TAKO – Madrid, Viernes 8 de marzo de 2024 (sala Independance, Madrid)

TAKO

Ver a TAKO alegra el espíritu, tal cual. Y cada vez me quedan menos bandas con las que ocurre esto sí o sí, y siempre: grupos que nunca fallan, de los que sales de los conciertos con una sonrisa y con los que, sin darte cuenta, se te renueva el carnet de rockero auténtico por 10 años más sin necesidad de pases VIP, chorradas premium ni precios de diamante para medallitas de mentira de “yo estuve allí”. No, de hecho en los conciertos en los que hay que ponerse la medalla de verdad de “por supuesto que estuve allí”, son éstos… y casualmente somos siempre los mismos pocos veteranos los que estamos, y muchos los que nunca están.

Como siempre digo en esta tesitura, los que no vinieron se lo perdieron… Como “excusa”, creo que válida, era noche difícil en Madrid, no solo con muchos conciertos a la vez sino también una fecha en la que teníamos una gran manifestación importante justo “en la puerta de la sala” (a la que dedicaron acertadamente, por cierto, el reciente single “Ponte en mi piel”)… Y encima con dificultades extra por un fallo grande de la sala con la hora de las entradas que trastocó, y mucho, el normal devenir del concierto. Sin dar muchas vueltas al tema, el resultado fue empezar una hora tarde (no me meto en si la medida fue acertada y/o justa o no, pero lógica tuvo que ser), nerviosismo y tres o cuatro temas menos en el setlist previsto que, es lo que hay, aunque fue una pena para todos.

Pero bueno, pasado el trance, el disgusto, el nerviosismo inicial y solucionado el entuerto lo mejor posible por las tres partes (sí: banda, sala y público), de repente todo volvió al color de rosa habitual en los conciertos de TAKO (refrendado en este caso con la portada del genial nuevo disco que venían a presentar, y que destacaba en la pantalla central “Porque sí”) y al comienzo del concierto ya estábamos todos metidos en la dinámica de los shows de los maños: sonrisas, diversión, calidad de primera, letras de las que se clavan en el corazón y que después se cantan como si te fuera la vida en ello… Además, por supuesto comunión grande entre banda y su gente (tod@s veteran@s y talludit@s, que ya sabemos que el cambio generacional en este sentido ni se ha producido ni ya se va a producir) y un concierto de primera, de los que insisto que te alinea todos los chakras, te limpia por dentro y por fuera y te hace recordar con una sonrisa porqué nos metimos en esto y porqué el rocanrol (sí, el nuestro) es tan bonito aún ahora cuando se tocan las teclas (y cuerdas) adecuadas.

Tako

TAKO siempre ha sido una banda especial y, aunque en Madrid siempre han sido muy bien recibidos, ni de lejos arrastran las audiencias que sí mueven en su tierra. Nunca lo entenderé y siempre lo destacaré en mis crónicas para mal… ¿En serio en Madrid solo hay 200 o 300 seguidores de una banda como TAKO mientras x grupos que no les llegan a la suela de los talones llenan salas con el doble de aforo? En fin, supongo que es lo bonito de estas cosas y juntarnos esos mismos “pocos” (no tan pocos en realidad) para guiñarnos el ojo y decirnos entre nosotros que a TAKO no se falta. El resto, que sigan pagando millonadas por ver grupos acabados mientras ignoran los conciertos de las mejores bandas en las salas pequeñas y esto se desangra. Mariano, Nacho y compañía, perdonarles porque no saben lo que hacen… ni lo que se pierden.

Por cierto, aunque hace tiempo que Fernando Mainer (bajista clásico del grupo) está fuera de la dinámica de TAKO, y que mola mucho ver al sonriente Raúl (también dando caña heavy con VHÄLDEMAR, y en su momento con LA FUGA) en el puesto, a un servidor se le hace raro. Una pena… pero lujazo tener un recambio tan bueno como Raúl, y el buen rollo que transmite sobre el escenario. Aun así, y pese al protagonismo lógico tanto de Mariano “Rones”, como capitán de a bordo, y de Nacho, como loco contramaestre desde la retaguardia a las teclas, coros y animación, me gustó mucho ver una vez más la maquinaria perfectamente engrasada con es TAKO en directo con los nuevos miembros totalmente integrados (excelente sobre todo el guitarrista Flopo). Y lo dicho, pese a los nervios y el desconcierto inicial, el retraso, el ver cómo tachaban de primeras dos o tres temas del set y ese par de canciones que tardó en ajustarse el sonido en una sala que, sin ser ni de lejos de lo mejor de Madrid al respecto (no deja de ser, como tantas veces, discoteca reconvertida “un rato” como sala de conciertos), a mí me gusta, con escenario amplio, diáfano, buena disposición para ver el show desde cualquier lado y no mal sonido… al final salieron las cosas adelante.

Comenzamos clásicos con “Ya estamos todos”, que nos trae grandes recuerdos, y comenzamos a bailar y disfrutar, pero realmente es ya con “Ayer, hoy por siempre” cuando el concierto empieza a coger el calor y tono habitual, sonando tan cañera y especial como siempre. Y ya, como me gusta destacar en este tipo de conciertos, dejamos el mal rollo atrás y los problemas previos y ya mandan las sonrisas desde arriba y debajo del escenario, ¡buena señal! Muy bien el nuevo disco o canciones más recientes como el primer single, “Me sube”, o “La isla”, a medio tiempo, pero todos sabemos que “Con dios y con el diablo”, “Todos contra todo” y demás, son apuestas ganadoras en los directos sí o sí.

Personalmente sigo escuchando con un nudo en la garganta, y con las lágrimas a punto de escaparse, ese “El alma atada” que me parece posiblemente su mejor canción de los últimos años, o al menos la más intensa y que aún acongoja en directo. Y como andaba sensiblón (me pasa últimamente en los conciertos de las bandas que significan y han significado tanto para mí), una de mis canciones de cabecera de siempre, como es la preciosa pero a la vez amarga “Pintahierros” acabó por soltar mis emociones… No pasa nada, que a los conciertos se viene a disfrutar pero también a sentir cosas. Y las letras de Mariano para mí siempre ha sido referencia absoluta para muchas historias personales, importantes o irrelevantes, y desde aquí aprovecho para darle todo el crédito del mundo como uno de los mejores compositores de canciones y sobre todo letristas de este país.

Bueno, sensiblerías aparte, que nunca se deje de dar caña a los políticos, a los que nos engañan nos mienten y se ríen en nuestra cara, como nos presenta Mariano con “El rey pescador”. Volvíamos a mirar muy atrás, nada más y nada menos que a la gamberra “Quiero recordar” de su primera maqueta, felizmente rescatada en esta gira, o la preciosa “A las puertas del deseo”, que cantamos todos de arriba abajo, recordando quizás aquel momento en el que TAKO estuvieron tan tan cerca de la primera línea que entonces sí llegaron a ostentar, aunque fuese brevemente, por ejemplo TAHÚRES ZURDOS, LA FRONTERA y demás. Bueno, sin nostalgias, tocaba ir acercándonos a la parte final, que ya dijimos que hubo que recortar finalmente 4 o 5 temas, una pena…

Íbamos con el primer bis, o la primera pate de los bises más bien, con imprescindibles y mucho más fiesteras y cañeras como “El viejo resina”, con Nacho ya en primera línea, claro, o “Jarabe de tocino”, otra de las rescatadas (o no tan habituales) y que me moló mucho reencontrarla en directo desde sus primeros tiempos, con Nacho y Flopo que acabaron tocando y “macarreando” entre la gente, que no falte nunca la actitud ni el desenfreno en los conciertos de rock de las bandas de verdad. Quizás yo no hubiera metido solo de batería en estas circunstancias de tener que recortar pero bueno, el caso es que la magia de “Carpintero de condenas”, su gran clásico desde siempre y una de las mejores canciones del repertorio rockero nacional le pese a quien le pese, lo arregla todo después.

Tako

Por cierto, es increíble la intensidad con la que la gente canta una canción como ésta que, creo no equivocarme visto lo visto, que no soy el único al que le tocó de manera tan fuerte cuando la descubrimos hace tantos años escondida en algún recopilatorio de lo que fuera.  “No, dime que no, dime que no podrías olvidarme”…

Tocaba rematar casi a la carrera y de manera más festiva (y teniendo que quitar a última hora “Poeta nocturno”, que es casi un sacrilegio, pero bueno, así tuvo que ser), aunque con la intensidad brutal de “No puedo respirar” y otra de mis favoritas como siempre fue “La dama de blanco” (sonando en directo mucho más dura que en disco, por cierto). Y ya solo quedaba el despiporre habitual para cerrar con “El enterrador” como tantas veces, con Nacho por encima de la gente y la banda rematando aún más rápido de lo habitual un concierto que empezó “raro” y terminó como siempre, demostrando que TAKO es un grupo especial.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com) / Fotos: Mar Fuertes

Galería completa de fotos del concierto de TAKO en Madrid en este enlace.

P.D. – Aquí el que firma solo puede terminar esta crónica dando las gracias a una banda como TAKO porque a día de hoy son tantas las decepciones y situaciones feas en las que nos hace incurrir el estado de la música en la actualidad… que son precisamente estos conciertos los que nos hacen recordar porqué nos metimos en esto y porque la música y el rock sigue siendo tan especial para nosotros.

Por esto sí merece la pena, así (pese a todo) merece la pena quiero decir, y por gente como TAKO sí seguiremos estando por aquí en el mundillo algunos añitos más… al menos rememorando, recordando y contando que existieron, y aún existen, bandas como ellos.   

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