Garage Sound – Segunda parte (sábado)

GARAGE SOUND FESTIVAL – Auditorio Miguel Ríos, Madrid. 14 y 15 de julio de 2017

Tras la presentación y artículo referente a la primera parte/primer día del Garage Sound, vamos ya con la segunda crónica…

Segunda parte: Sábado 
 CAPÍTULO 4. Rockeros a la parrilla, o la lógica inversa:

La jornada del sábado 15 de julio comenzaba mucho antes, y es que a las 14:00 se abrían las puertas con la actuación de FOLSOM PRISON BAND… en teoría. Supongo que por “problemas de aforo” se decidió (acertadamente) retrasarlo hasta las 14’45, para hacerlo coincidir con la “American Party”. Y ahora pregunto: ¿es que a nadie se le ocurrió antes que lo de poner a tocar a un grupo al sol, a la hora de comer, además de ser un crimen premeditado era un fracaso asegurado, y más aún cuando el siguiente toca tres horas después?

No termina aquí la cosa: ¿es que a nadie se le ocurrió al hacer los horarios, que la música suele acompañar a las fiestas, y no al revés y con media hora de desfase? Espera, espera… ¿¡es que a nadie se le ocurrió que cuando llevas a un grupo a amenizar una fiesta, ambas cosas deberían estar en el mismo sitio!? Digo esto porque a todas luces FOLSOM PRISON BAND estaban allí por la “American Party”… pero sin la “American Party”, lo cual no tenía mucha lógica (o algún tipo de lógica inversa que yo no llegué a captar). Cierto es que la “American Party” al final no fue tan “party”… o la estaban celebrando en algún sitio recóndito, porque ni siquiera se olían las hamburguesas (y hambre había, ¿eh?). Lo único que había a la parrilla éramos los cuatro sufridores despistados (vale, esta vez sí es una forma de hablar… aunque tampoco muchos más) que no nos quisimos perder nada. Pero ¡eh!, no todo iba a ser tan retorcido: las cervezas sí estaban a 2×1 hasta las 16, así que al menos pudimos disfrutar de la banda “con un par”.

En lo que respecta al grupo, hicieron una actuación muy seria de country rock, en la que hubo incluso sitio para alguna versión ilustre, como la de “You shook me all night long”, de AC/DC, o “Footloose”. Eso sí, en un bar de carretera habrían metido más gente que allí, con menos calor ambiental, y con más calor humano que les hubiera devuelto algo de feedback.

Capítulo 5. Rock for life: 
LOS BRAZOS

Acabado el 2×1, y dando gracias por los cuatro o cinco grados menos de temperatura con respecto al viernes (es decir calor sofocante, no aplastante), el ambiente se preparaba para una jornada netamente rockera. Fueron LOS BRAZOS los que dieron la salida, con su rock sureño, a una tarde intensa. Siempre he pensado que lo del trío de Bilbao es un Expediente X: sin apenas promo, con un nombre que (no nos engañemos) no es muy sugerente para un grupo del gremio (por mucho que venga de un tema de GOV’T MULE), que a pesar del mismo cantan en inglés… y que sin embargo están convirtiéndose en un referente del estilo en nuestro país. Pero claro, es que les oyes y te das cuenta de la calidad que tienen.

LOS BRAZOS dieron un conciertazo, las cosas como son, ante un público que, sin ser mucho menos numeroso (pero sí bastante más que el viernes a la misma hora e incluso las dos horas posteriores), les dio una calurosa acogida. Supieron exprimir los cuarenta minutos que tenían para tocar lo mejor de sus dos trabajos hasta la fecha, ofreciendo imagen de grupo tremendamente compacto. Rock n´roll clásico, e incluso rockabilly por momentos… Gratísima sorpresa.

Setlist: 

  • One way
  • Have Mercy
  • Cold
  • They don’t care
  • Tales
  • Not my kind
  • Juice
  • Boogie
  • Say my name
BARBE – Q – BARBIES

Lo de BARBE-Q-BARBIES, más allá del aspecto puramente musical, fue para quitarse el sombrero. No me gusta hacer distinción entre bandas de hombres y bandas de mujeres, pero en este caso tengo que hacerlo, más que nada por un asunto meramente fisiológico: ¡dos de ellas estaban en avanzado estado de gestación! Algún avispado pensará que no es para tanto… Ya: cuando seas padre/madre me lo cuentas. Pero el mérito no acaba ahí: aumenta cuando las ves encima del escenario dándolo todo como si nada, con un calor tremendo… ¡y siendo finlandesas! Dicen que el rock da la vida… y en este caso ¡podemos asegurarlo literalmente!

Dejando esto a un lado, reconozco que yo no las conocía, y me sorprendieron para bien. Aunque es cierto que el concierto no fue brillante, estas chicas tienen madera y actitud para rato, y estoy seguro de que las condiciones mermaron un poquito su rendimiento. Ojo, que no estoy ni mucho menos diciendo que el concierto no fue bueno: lo fue, pero para un seis o un siete, y siendo consciente de que pueden llegar a un ocho sin despeinarse. Habrá que seguir su evolución (en todos los sentidos).

Setlist:

  • One more
  • Whole lotta you
  • Driver’s seat
  • Twisted Little Sister
  • Stone Cold
  • Queen Deadly
  • Spell
  • Let me out
  • STFU
TERRORVISION

Se plantaron en el Garage Sound Festival como una rara avis viendo el resto del plantel, pero eso no fue impedimento para que salieran como un ciclón sobre el escenario, desgranando, durante una hora, gran parte de su discografía, tanto de su último trabajo, Super Deluxe (de 2011, así que no podemos hablar de “nuevo”) como de los más antiguos. Con su punk rock supieron hacer valer su diferencia estilística para ofrecer un concierto muy dinámico y muy vivo, con un Tony Wright en estado de gracia, consiguiendo que incluso los menos afines a su sonido se lo pasaran en grande.

Aparte del comienzo con su conocida “Alice what´s the matter”, el punto álgido, como no podía ser de otra manera, llegó al final, con un “Oblivion” que sonó igual de actual que en el 94, y que gran parte del público se hinchó de corear. Buen y divertido show a media tarde…

Setlist:

  • Alice whats the matter
  • Disco wreck
  • Tequila
  • My house
  • Celebrity Hitlist
  • American TV
  • New policy one
  • Josephine
  • Dya wanna go faster
  • Some people say
  • Demolition song
  • Friends and family
  • Pretend best friendo
  • Perseverance
  • If I was you
  • Middleman
  • Oblivion

Capítulo 6. Los macarras, las estrellas y un gigante: 
UGLY KID JOE: 

Turno para el rock americano, con dos de los grupos más esperados de toda la edición del festival. Había mucha expectación por la presencia de UGLY KID JOE, uno de los mejores representantes del rock estadounidense de los 90, pero de vida tan efímera que muchos no habíamos conseguido verles en directo. Y no defraudaron en absoluto. Con un simpático telón de fondo que homenajeaba a MOTÖRHEAD (carta ganadora), dieron un concierto que fue de menos a más, con un Whitfield Crane (ya con pelo corto pero tan cercano y agradable como siempre) que no paró ni un segundo de moverse y de mantener un estrecho contacto con el público, ahora sí bastante numeroso (y más si lo comparamos con lo que había sido el festival hasta el momento).

Sonaron duros, heavies, y conservan esa actitud macarra y divertida que les catapultó a la fama allá por el 92. Un lujazo de banda que sin duda mereció la pena ver (y a la que esperamos en una sala, por favor, para poder disfrutarla algo más de tiempo y con dedicación exclusiva). Para el tramo final se guardaron un as en la manga: una demoledora versión de “Ace of Spades” (MOTÖRHEAD) con la que se metieron a los aún escépticos en el bolsillo, que lo del logo no era una broma, sino una declaración de intenciones. Y por supuesto, como fin de fiesta, un esperadísimo “Everything about you” que puso a todo el mundo a cantar (incluso Crane trajo a uno de sus “pipas” al frente del escenario que declamase el último “you”, para mayor jolgorio del personal).

Mucha actitud para una banda a la que eso, precisamente, le sobra por los cuatro costados.

Setlist:

  • Neighbor
  • Jesus rode a Harley
  • No one survive
  • Devil’s paradise
  • So damn cool
  • Cat’s in the cradle
  • I’m alright
  • Milkman’s son
  • Goddam Devil
  • Ace of Spades (MOTORHEAD)
  • Funky Fresh
  • Everything about you
EXTREME: 

Que eran las estrellas del festival no hace falta decirlo. Los de Boston (EEUU) no se prodigan demasiado por nuestro país, y cada vez que vienen levantan mucho interés. Se había hablado (y anunciado) que tocarían íntegro el Pornograffitti, como hicieron en su última gira, lo cual añadía más condimento a su actuación (no hay que engañarse: es el culmen de su carrera, y uno de los discos más significativos del hard rock de los 90). El caso es que con el paso del tiempo el anuncio pasó a ser un “supuestamente tocarán” el disco entero… y finalmente fue un “vamos a hacer lo que nos salga de las pelotas, porque podemos hacerlo”. Eso sí, jugando al despiste, ya que empezaron con “It’s a monster”, “Li’l Jack Horny” y un tremendo “Get the funk out” que levantó al personal como ninguno hasta ahora había conseguido.

Durante hora y media fueron haciendo un repaso a toda su discografía, algo que los más ancianos del lugar (traducción: los que más les conocen y más les han visto en directo –siempre generalizando-) agradecieron. De esta forma se pudieron escuchar temas como “Warheads”, “I’m I ever gonna change” o “Kid Ego”, poco habituales en sus repertorios. También hubo tiempo para su último (que no reciente) Saudades de rock, con una fantástica y divertida “Take us alive”. Y por supuesto, para imprescindibles como la coreadísima “More than words” (que sí, que está muy vista, pero es de necios negar dos cosas: que es un temazo, y que gracias a ella han escrito su nombre a fuego en el panteón de la historia del rock universal), o “Midnight Express”, para que Nuno Bettencourt terminara de demostrar por qué es uno de los mejores (y nunca suficientemente reconocido) guitarristas del mundo. Y es que si con su sempiterna Washburn es buenísimo, cuando coge una acústica es una bestia parda difícil de igualar.

A Gary Cherone, animal escénico donde los haya, se le vio activo, muy en forma, aunque quizá la voz no estuviera en su mejor momento (le hemos visto mejores interpretaciones en anteriores giras)… pero físicamente y en cuanto a entrega y actitud, ni un pero, ¡al revés!… Sin embargo. La voz más justa no llegó a mermar la calidad del concierto, que estaba respondiendo a todo lo que se esperaba de ellos antes del festival. Me sorprendió también el derroche de ganas de Pat Badger, que ha ido ganando enteros con el paso de los años, tanto en presencia escénica como en técnica, y que dio una cátedra de cómo soportar el peso de un grupo mientras las dos estrellas más brillantes de la constelación se llevaban los flashes. Estuvo francamente impecable, y muy compenetrado con Kevin Figueiredo, el “nuevo” batería, totalmente integrado en la banda.

Hubo dos detalles llegando al final del show, uno antes de bises, y otro para cerrar, que no quiero pasar por alto. El primero, simpático, llegó tras “Flight of the wounded bumblebee”, apertura del tema “He-Man woman hater” en el álbum Pornograffitti… que empezó a tocar Nuno hasta que Badger le interrumpió (teatro puro, ya digo que estaban con ganas), dando paso en su lugar a “Decadence Dance”. Una chorrada, cierto, pero no recuerdo yo haber visto a EXTREME haciendo este tipo de bromas sobre el escenario (a todo esto, también una jodienda, que el otro nos dejaron sin oírlo), y es que estaban sueltos, a gusto y con ganas de pasarlo bien. Y el segundo, no tan positivo quizás, fue que cerraran su actuación con el “We are the champions” de QUEEN… ¿De verdad era necesario… y más después de haber quitado el “He_Man” (y otros tantos) del setlist!? Final impropio a todas luces, que empañó en cierto modo la magia de todo lo anterior (malo será que tenga que decirles yo con qué terminar, pero un poco de sentido común…). Menos mal que Nuno y Gary se bajaron a saludar al público hasta la valla, que si no…

Setlist: 

  • It’s a monster
  • Li’l Jack Horny
  • Get the funk out
  • Rest in peace
  • Am I ever gonna change
  • Kid ego
  • Play with me
  • Midnight Express
  • More than words
  • Cupid’s dead
  • Take u salive
  • Hole Hearted
  • Flight of the wounded bumblebee
  • Decadence Dance
  • Warheads
  • We are the champions
THUNDER

Y en esto que estábamos celebrando el que había sido el mejor concierto del Garage Sound Festival cuando nos dimos de bruces con un gigante en forma de banda británica. THUNDER decidieron que no iban a ser segundo plato de nadie, y dieron una lección magistral de clase y rock and roll a pesar de la hora muy escasa que tuvieron. Les habíamos visto algo apagados en Rock Fest hace unos días, pero dejaron claro que fue un espejismo. Tal vez la hora (en Barcelona tocaron de día, a media tarde, y aquí casi de madrugada), las luces, el calor… no sé, pero lo cierto es que salieron a dar un golpe en la mesa ¡y vaya si lo dieron!

Con un sonido espectacular, un Danny Bowes crecido, simpático, que no paró un segundo de bailar y de interactuar con el público, y un Luke Morley impecable, el concierto se convirtió en una fiesta. Cierto es que quedó menos público que con EXTREME (previsible, evidentemente), pero no fueron pocos los que aguantaron y dieron feedback a un grupo que lo demandaba, ¡te lo exigía!, aunque tú pasaras por allí sin mirar. Que a estas alturas THUNDER no esté reconocida a la altura de otras bandas gigantes del rock británico, como STATUS QUO, por ejemplo, sólo responde a misterios del mercado, ¡qué clase, insisto! Con el ciclón encima casi daba igual lo que tocaran, porque todo sonaba bien.

¡Qué derroche de saber hacer! El sonido de la guitarra de Luke Morley era realmente embriagador, entre lo clásico muy clásico y lo actual, y la voz de Bowes… el que estuvo allí para verlo (y oírlo) soñará todavía con el “In another life” que se marcaron. Los pelos de punta, oigan. Y ya que hablamos del setlist, hicieron el repertorio que vienen tocando en los festivales, corto y muy centrado en su dos últimos discos, que no han venido a presentar a España (esperad, voy a ver si dejo caer la indirecta otra vez: digo que nadie les ha traído a presentar sus dos últimos discos a España… a ellos como cabeza de cartel… en sala y ante su público). Pero también hubo hueco para clásicos como “River of Pain”, “Backstreet Symphony”, “Low life in high places”, “Higher ground” o “I love you more than Rock n’ Roll”, con la que cerraron. El único punto negativo (además del tiempo) fue que echamos mucho de menos algunos temas que deberían ser inamovibles en sus directos, como “Dirty love” o “Love walked in”.

Quizá podían haber equilibrado un poco la lista. Pero claro, como nadie les ha traído a presentar sus dos últimos discos a España… (¡¡eeecooooo!!). Un 10. Soberbios.

Setlist:

  • Wonder days
  • Enemy inside
  • River of pain
  • Resurrection day
  • Higher ground
  • In another life
  • Backstreet Symphony
  • Low life in high places
  • The thing I want
  • Serpentine
  • I love you more than Rock n’ Roll
NASHVILLE PUSSY

El final de fiesta correría a cargo de NASHVILLE PUSSY, con su rock sucio y macarra. El más macarra de toda la jornada, a decir verdad (UGLY KID JOE a su lado son hasta elegantes). La verdad es que después de THUNDER se hizo un poco raro el contraste, pero sirvió para espolear a los que aún seguían por allí (que no eran pocos si tenemos en cuenta la asistencia media de los dos días). Una buena bofetada sonora que Blaine Cartwright, Ruyter Suys y compañía nos dieron para recordar que la actitud, en el rock and roll, es vital.

El setlist fue muy propio de festival, con un repaso general a sus hits, entre los que escuchamos “Everybody’s fault but mine”, “Piece of ass”, “I’m so high”, “Till the meat falls off the bone” o “Go motherfucker go”, con la que cerraron. Buena elección para poner el broche a un festival que, si bien no consiguió tanta convocatoria como se podía esperar, sí merece (y pide) una segunda edición.

¡Cómo nos divertimos en el concierto de EXTREME!, y es que hasta con este fragmento en vídeo se nos van los pies:

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