CRONICA de TOKIO HOTEL en Madrid

Recuperamos la Crónica de TOKIO HOTEL en Madrid

Abr 05, 2025 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

Recuperamos crónica de TOKIO HOTEL en Madrid. Hace tiempo que quedó atrás el fenómeno exclusivamente fan, aunque todavía colea. Os lo contamos en esta crónica de la nueva visita de los alemanes a Madrid.

TOKIO HOTEL, 12 de marzo 2025, sala La Riviera, Madrid

Las colas de fans de TOKIO HOTEL fuera de La Riviera parecían interminables. Las entradas agotadas muchos meses antes del concierto indicaban claramente que la banda alemana sigue causando hoy en día (casi) la misma histeria colectiva que hace 18 años. Aquí os contamos por qué y cómo.

TOKIO HOTEL

La Riviera parecía por momentos más un parque infantil que una sala de conciertos ese día de marzo, con un público familiar: los padres al fondo de la sala y los niños delante, alguno perdido en la barra, otros revindicando su sitio en primera fila por su altura… El privilegio masculino estaba gritando a tope, por altura, que es algo que poco se ve en el mundo de rock y metal, donde siempre se te deja sitio si eres mujer. Ese día los modales no distinguieron entre géneros, tanto los hombres como las mujeres mostraron poca solidaridad y empatía hacia los pequeños.

Me quite del medio y deje a una pequeña de 8 años en mi sitio y tengo que decir que en el mundo del pop moderno también falta la sororidad entre mujeres en el público. Quedaba claro que había dejado a mi hijo en casa y que poco encajaba yo ahí. Algunos fans habían venido de otros países y de otras ciudades y la verdad es que me gustaría ver esa histeria colectiva y la sala llena en conciertos de URIAH HEEP o TRIVIUM, pero ese es otro debate.

TOKIO HOTEL se dejaron implorar a salir y empezaron con breves minutos de retraso, que poco importó al público totalmente enchanchado. Lo hicieron con Miss It (at All), su nuevo single de 2025, quizás no la mejor elección para el público menor de edad de esa noche. El batería Gustav Schafer entró fuerte y duro, dando la talla todo el concierto, como el guitarra Tom Kaulitz. La voz, Bill Kaulitz, hizo su aparición, esta vez rubio, con alas, en la oscuridad, para hacer las delicias de sus fans con su indumentaria de escenario que cambió muy a menudo y con una rapidez asombrosa. Tanto el bajista Georg Listing como el guitarra lo dieron todo en el escenario, tocando teclados también, en un concierto casi de tecno-pop, que, aunque no sea mi estilo de música favorito, lo fue para el público de TOKIO HOTEL.

Tokio Hotel

Al espectáculo de efectos visuales que inundaron la sala se les unieron los videos, las grabaciones en directo de la banda y del publico y unos fans entregados que se sabían tanto la letra en inglés de canciones como Dark Side, como de alguna en alemán, sorprendentemente. Entre luces, histeria colectiva y ruido, me sentí como una abuela que aterrizó en un planeta fuera del sistema solar.

Girl Got a Gun, con su letra pegadiza, en las bocas de todos los fans causó no solamente una fuerte aliteración imposible de olvidar, pero también un dolor de cabeza que solo incrementó a lo largo del concierto. Mi cabeza agradeció las pausas entre las canciones, eso sí, en las cuales Bill conectó con sus fans, gracias a su sentido de humor, su lado humano y su cercanía. De las canciones destacaron Feel it Up, electrónica, con toda la sala saltando y la acústica Just a Moment, con la voz de VVAES (Emma Rosen), pero sin la presencia de la cantante.

Entre pasado y presente a veces hay un vacío: Rette Mich, de 2006, sonó más dura, con una letra oscura, unos riffs de guitarra decentes, dignos del TOKIO HOTEL de hace 18 años, que me dejaron una buena impresión. Eran otros tiempos, obviamente, que la industria musical era diferente, el pop era otro y en todos estos años la música ha cambiado mucho. Y mientras algunos han quedado fieles a su estilo, otros no tanto.

Careless Whisper, de George Michael (escrita por Michael y colaboración de su compañero de Wham!, Andrew Ridgeley) se convirtió en un puente entre el pasado y el presente la noche del 12 de marzo en La Riviera, con cientos de fans cantando y Bill tocando el teclado. Me pareció interesante ver a gente muy joven cantar la canción entera, ya que pertenezco a la generación que creció con George Michael. Todavía hay esperanza de que la buena música puede sobrevivir al paso del tiempo.

Desafortunadamente, yo no sobreviví a la histeria colectiva de esa noche, ni a las luces, por muy bonitas que fueran y, a pesar de los miles de fotos que se habían hecho en el concierto, por lo cual tocó escuchar Monsoon desde la enfermería y no sonó nada mal con la adrenalina y la tensión a tope. No se si fue karma o una manera del universo de decirme dónde hay que estar y dónde quizás no, o simplemente una coincidencia. Lo que está claro es que TOKIO HOTEL tiene sus fans y que se lo pasaron muy bien esa noche.

Tokio Hotel

Final

En 2007, su Spring Nicht aludía a un mundo abismal donde todo parecía sin sentido y vacio. El mundo sigue necesitando mensajes igual de oscuros, llenos de fuerza y humanidad, para llegar a sus rincones escondidos del alma. El 12 de marzo 2025 los fans de TOKIO HOTEL se llevaron recuerdos, fotos y camisetas, y yo me quedé con el deseo de volver a mis 20 años cuando tenía la cabeza llena de pájaros, el corazón menos roto y los latidos de una vampira.

Lo único que faltó esa noche era una resurrección en toda regla, como la que vive el mundo del metal pesado. Como bien sabemos, para eso hay que sudar sangre. Per aspera ad astra, siempre.

Texto: Amy Martin / Fotos: Boliche Angeles