Fito Cabrales y su banda (algo renovada desde la última vez que los vimos…) volvieron por sus fueros en el viejo Palacio de los Deportes, que ahora se llama WiZink Center como todo el mundo sabe. En formato bastante más rockero al acostumbrado en los últimos tiempos, a todo gas y sin teclados, protagonizaron un show de bastantes quilates, que desgranamos a continuación…

FITO & FITIPALDIS + MORGAN – WiZink Center, viernes 13 de Mayo (Madrid)

Fito y Fitipaldis

La banda de Fito Cabrales (FITO Y LOS FITIPALDIS) aterrizó en la capital para presentar su séptimo disco de estudio “Cada vez Cadáver”, teloneados por los madrileños MORGAN, una banda de pop, de tintes electro-jazz, y con felina cantante al frente, que además toca el piano y los teclados.

Amenizaron el cotarro antes de que hicieran su aparición los FITIPALDIS sobre las 22:00. Al día siguiente, sábado 14, volvieron a colgar el cartel de sold out y repitieron presencia escénica en idéntico lugar, en un fin de semana de locura, pues a los habituales conciertos programados en las salas, se sumaban las Fiestas de San Isidro, con triple o cuádruple emplazamiento, léase: El Matadero, Las Vistillas, La Pradera de San Isidro y la Plaza Mayor, donde actuaron artistas como LOS REBELDES, MEDINA AZAHARA, THE SKATALITES y un largo etcétera.

Además, para todos aquellos que se hayan perdido tan magno evento que narramos hoy, tendrán una nueva oportunidad de verles en la capital. No serán las últimas fechas previstas en Madrid de FITO & FITIPALDIS (y Morgan), pues volverán a actuar en el WiZink Center un mes y medio después, a principios de julio, los días 2 y 3.

MORGAN, sorprendente propuesta con tintes electro pop

Nina de Juan a la voz y teclados, más David Schulthess a los sintetizadores, Paco López a la guitarra y coros, y Ekain Elorz a la batería, protagonizan un sorprendente combo que persigue sombras del electro-pop internacional, tratando de elaborar una fórmula de éxito en la onda de los mismísimos COLDPLAY (y bandas parecidas), con ciertas resonancias también a Diana Krall y divas de ese estilo.

Morgan

(NDR: Sin ser una banda de rock, ni habitual por estos parajes editoriales) Cuajaron un agradable show, donde destacaron canciones como “Alone”, “Blue eyes”, “Work”, “Paranoid fall” o “Sargento de hierro”, que fue la única pieza que desgranaron en castellano. A destacar la felina voz de Nina de Juan y lo bien que estaba empastada la instrumentación en un show ameno, que se nos pasó volando.

FITO & FITIPALDIS – Puro Rockn´Roll en vena

Fito Cabrales (voz y guitarra), junto a los magníficos Carlos Raya (guitarra solista) y Javier Alzola al saxo, más Alejandro Climent al bajo y Coqui Jiménez a la batería, en formato quinteto clásico (en esta ocasión sin contar con los teclados y Hammond algodonoso de Joserra Sanperena), protagonizaron un show de mucha entidad, que caló hondo en el corazón de los aficionados, en un público muy de clase media, pues los acrisolados rockeros de larga melena, cada vez se ven menos en sus recitales. A cien por hora arrancaron con las estupendas “A quemarropa” y “Lo que sobra de mi”, echando una buena ración de clásicos a la hoguera, a las primeras de cambio: “Por la boca vive el pez”, “Me equivocaría otra vez y “Cielo hermético”, la canción más destacada de su último elepé, con las pantallas en blanco y negro tormentoso, antes de apurar ese “Whisky barato” que les acompañó en el primer tramo de su carrera. “Las palabras arden” y asoman las linternas en el Palacio.

Fito & Carlos Raya

A continuación, dejaron caer esa estupenda versión de LA CABRA MECÁNICA donde Fito se desnuda, intelectualmente hablando: “Es todo lo que tengo, el oro de mi tiempo y la flor de mis neuronas”. “Entre la espada y la pared” fue otro bombazo, antes de levantar un poco el acelerador en el tramo central. FITO & FITIPALDIS cuajaron un repertorio de dos horas y media, muy bien traído y compensado, pues hubo rolas para todos los gustos y con muy buena calidad de sonido.

Quizás solo faltaron “Garabatos”, “Sobra la luz” y “Medalla de cartón”, una canción muy apropiada en las actuales circunstancias, con una terrible guerra asolando el Este de Europa otra vez. Llegado el ecuador, la fiesta continúo, pero quizás de un modo algo más sosegado… “En el barro”, “A morir cantando” (a pachas con Morgan), “Quiero gritar” y “Si me ves así” (donde Fito abraza la guitarra acústica por primera vez durante la función, luego la sostendrá un par o tres veces más…) marcaron un tramo entretenido pero sinuoso, donde hubo espacio para las baladas y el regocijo más acaramelado. “Viene y va”, “Cada vez Cadáver” y “Tarde o temprano” supusieron la vuelta al rock’n’roll más fogoso y arrebatado.

De este modo transcurrió una actuación para conservar en las neuronas (nuestro segundo gran concierto de la semana, tras el magisterio imperial del gran Michael Schenker en La Riviera). Estupendo tramo final con las magníficas “La casa por el tejado” y “Antes que cuente diez”, donde el (escaso) público que quedaba sentado en las gradas se puso de pie, para bailar estos éxitos.

Fito y Fitipaldis

Todavía hubo tiempo para dos tandas de bises, “Abrazado a la tristeza” (con Carlos Raya luciéndose con su steel-guitar, mientras Fito entonaba esta balada a pachas con Nina de Juan, la cantante de MORGAN) y la popular “Soldadito Marinero”, y tras una larga ovación por parte de respetable, salieron a rematar la faena con la versión de Platero y Tú, “Entre dos mares” (de aquel último disco, ya “muy Fito”, “Correos”) y “Acabo de llegar”, de “Por la boca vive el pez”.

Dulce licor para paladares de toda clase y condición. Bravo por nuestros protagonistas una vez más.

Texto: Fran Llorente / Fotos: Rubén G. Herrera

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