Crónica diferente de SISTERS OF MERCY en Madrid
Fuera ataduras, fuera convencionalismos y fuera ir a ver siempre lo mismo y a los mismos. Pretendo volver a los orígenes, o cuanto menos ver cosas diferentes (para mí) y también contároslo de manera diferente. Tocaba rock gótico con unos míticos del estilo… a los que aún no había visto. Nos cuenta Esquitino su experiencia extrasensorial con SISTERS OF MERCY en Madrid:
SISTERS OF MERCY + THE VIRGINMARYS – Madrid, sala La Riviera (martes 24 de octubre 2023)
Qué delicia volver a ir “virgen” a un concierto de nuevo, como cuando éramos chavales o adolescentes e íbamos a ver a éste o a aquel otro por primera vez. Nombres míticos que íbamos tachando de la lista casi como si de un apasionante ejercicio de cambio de cromos en el cole se tratara… o de una, a veces hasta angustiosa, cuenta atrás de a quién me falta por ver o cuántas veces he visto ya al nombre mítico que sea que ahora no voy porque me aburre la repetición extrema.
Pues sí, amigos, aunque suene extraño (para mí también) era la primera vez que un servidor iba a ver a los míticos THE SISTERS OF MERCY, que entre unas cosas y otras no había coincidido en directo con ellos aún…. Y no sabía muy bien qué me iba a encontrar realmente y es fascinante a estas alturas esa incertidumbre. Ahora necesito sensaciones, de verdad que las necesito, y estímulos que me vuelvan a empujar a las salas de conciertos, y ver cosas “nuevas”, o al menos que no haya visto 100 veces ya, aunque sean mis bandas favoritas, da igual, pero necesito estímulos y cromos nuevos en mi cargada lista de “síles”. Y si para ello tengo que cambiar de estilo o de mi zona de confort, lo hago encantado…
No es casualidad (este pensamiento me lo hago a mí mismo en voz alta), que en los últimos meses haya visto más punk, rock clásico o bandas de alguna manera de otras tendencias, o pop rock incluso ¿porqué no?, que heavy metal y hard rock al uso. No pasa nada, que para eso y cubrir el montón de conciertos de cada estilo en boga están los compañeros que quieran / puedan, y yo aprovecho mientras para ser algo más selecto y darme caprichos de placer culpable, como esta noche literalmente. Por otro lado, reconozco que siempre me ha gustado el rock gótico, siempre, pero por lo que sea no he visto a muchas de las bandas fetiche del estilo, por lo que era el momento de quitarme al menos esta espinita con unos de los padres del género como son THE SISTERS OF MERCY.
E iba preparado tanto para lo mejor como para lo peor… diría sin expectativas de hecho, pero no es cierto, pues lo que iba era abierto a lo que fuera que me encontrara. Me explico: si era “una mierda”, como otras veces me han contado, iba preparado. Si era cojonudo y conseguían meterme en ambiente, estaba predispuesto a ello 100%. Y si era normalito, regular, corriente o sencillamente “raro”, pues también estaba abierto a asumirlo. Total, era un martes fresquito de otoño y si acabamos tarde y emocionados bien, pero si acabábamos pronto y a casita enfadados, pues bueno, tacho de la lista y al siguiente “descubrimiento”.
Y he decir que supieron satisfacer mis tres posibles estados y escenarios esa noche: En general me gustó, y objetivamente creo que estuvo muy bien (sus seguidores más acérrimos salieron contentos en general, y parece ser que fue de las veces buenas que les han visto). Por otro lado, el hecho de estar casi totalmente a oscuras (ojo, sabíamos a lo que íbamos), y que tocaran sin batería, sin bajo y con MUCHO grabado (o sintetizado, vale, “llámalo X”), parte de las voces también (las femeninas o duetos todas, por cierto, aunque los guitarras sí hicieran coros), me decepcionó un poco… aunque me lo esperaba. Y por otro lado, es que iba curioso y abierto a lo que me ofrecieran, así que fui analista pero sin tiralíneas ni libro de estilo, más bien observador sin más, y así disfruté de un concierto diferente y una banda muy interesante pese a todo…
Ellos misteriosos, y peculiares, TODOS sus miembros de hecho, desde el jefe Eldritch, más raro que un perro verde, fan de Leonard Cohen y aún más escondido bajo sus gafas de sol pero, como todos los genios, tiene algo que atrapa y hechiza, y cuando está metido en el papel y en el concierto es genial… aunque en directo cante lo justo… hasta “Doktor Avalanche”, que en el fondo es SISTERS OF MERCY en la sombra, nunca mejor dicho, escondido bajo el “teclado”, sintetizadores y demás. Pero ojo, es parte de su sonido y su mística, leyenda incluso, y ya está, que sabemos con las cartas que estamos jugando.
Por otro lado, su pareja de guitarristas me gustaron un montón, también usando algunas bases grabadas, vale, pero sonando muy bien en sus partes, con rollo, actitud, imagen (cuero, poses rockeras, gafas oscuras…) y más protagonismo del que inicialmente podía esperar… ¡y en primera línea ambos todo el rato! Ben Christo está musculado a lo MISFITS (sin llegar al punto de Doyle, pero no creo equivocarme en nombrarlo como influencia, musical y física del tipo) y le da un punto chulo al grupo, algo más duro incluso; y el andrógino Kai (recién reclutado, desde sus peculiares ESPRIT D´AIR), le daba un rollo visualmente genial al rollo de SISTERS OF MERCY en sus actuales directos. Será chico, chica o chique, que no está nada claro y ni él mismo lo aclara, declarándose no binario y punto, pero mola un montón con su chupa de cuero y su rollazo oriental / gótico / roquero y su actitud y clase / técnica.
Y nada mal el escenario… pese a que insisto en el matiz de que estuviera la mitad del show a oscuras y Eldritch escondido cual duendecillo oscuro entre las columnas / “árboles” luminosos, humo y demás. Quitando el matiz de oscuridad, molaba el punto que le daban a cada tema la ambientación roja, magenta, azul o verde según el momento, que casaba de maravilla con el sonido marca de la casa. Es otro concepto de concierto, de banda e incluso de show, y como tal hay que verlo y entenderlo, que si nos ponemos puristas de más nos enfadaremos seguro, porque mucho va disparado 100%, o “ayudado/sampleado” siendo generosos, pero es SISTERS OF MERCY, o lo compras así o a otra cosa… y más a estas alturas que no van a cambiar.
Yo con haberles “descubierto” por fin en directo y que me ofrecieran una noche así, me conformo. Si me preguntáis otro día que esté en modo “cruzada contra el playback y/o los sonidos pregrabados en directo” seguramente diga otra cosa, pero esta noche me pilló magnánimo, contento y sabiendo a lo que iba, y no replico casi nada al respecto. Curioso por cierto, el hecho de pensar que, al igual que en los conciertos heavies de pro los veteranos de 40 para arriba ya no nos vestimos para la ocasión casi nunca, o al menos no más de nuestra vestimenta habitual en el día a día… aquí me pareció lo mismo. Eso sí, consiguieron una generosa media entrada / tres cuartos (sin excesos ni abrir la parte de arriba de la sala), que para ser un martes y una banda que ha venido varias veces en los últimos años, nada mal.
Que sí, que algún gótico/a pintón/a había (más jóvenes “disfrazados” que mayores, todo sea dicho, aunque la mayoría del público lógicamente éramos veteranos), pero se notaba que la mayoría eran viejos fans pero ya honrados padres de familia que dejaron el guardapolvos, las botas y el maquillaje y la laca en el armario muchos años atrás. Pero se respiraba buen ambiente de seguidores de siempre, que eso se siente y a mí me encanta. ¿Qué son grupos que arrastran pocos nuevos seguidores y debería ser al contrario? El debate no es mío… Hablarlo con otro que yo estoy ya a otras cosas y mi papel de salvador del rock, el metal y sus estilos satélite ya quedó atrás. Y me reafirmo al respecto: esa pelea ya no es mía, lo siento… Carnets trues y debates de que la música se muere si no hay regeneración y blabla, a otro, que yo ya he me he dado la vuelta a la careta, y sobre todo ya luché todo lo que tenía que luchar al respecto.
¡Ah!, el setlist, duración y demás… pues diría que hora y media y muchos clásicos, aquí supongo que en el rock gótico también tenemos ese mal endémico y pescadilla que se muerde la cola: si cambiamos el setlist mal, porque queremos escuchar clásicos, pero si tocamos las de siempre mal o peor, porque estamos cansados. Lo mismo, yo era nuevo esta noche y yo encantado con el setlist cargado de canciones conocidas y que a su vez molan tanto como “Ribbons”, “I will call you”, “Dominion / Mother Russia”, la lánguida “Marian” y demás, pero puedo entender que los que les hayan visto muchas veces (como me pasa a mí con tantos grupos) les gustaría algo de renovación al respecto y sobre todo meter gemas escondidas o no habituales en los repertorios nuevos de las bandas míticas (cierto es que ellos no tienen tanto material como otras bandas, pese a llevar tantos años, que en el fondo sus discos clásicos son solo 3).
Batalla perdida me temo, por ambas partes además… aunque sí empezaran con nueva hornada como “Don´t drive on ice”, que mola mucho, o “Eyes of Caligula” (si no me equivoco) aunque ahora los temas nuevos ya se los graben en su casa y “para ellos”. De cualquier manera, yo encantado de la mezcla de rock gótico de toda la vida, sonidos de nuevos románticos (de entonces), post punk e incluso rock industrial, y encima metiendo los temas más guitarreros y movidos al final, tremenda la seminal “Vision thing” o ese temazo que es “When I´m on fire” para rematar el show antes de los bises, y con Andrew Eldritch mucho más participativo y cercano. Cierto que los bises tuvieron cero riesgo, pero claro, “Lucretia my reflection”, “Temple of Love”, tremenda siempre, y “This corrosion” son caballo ganador desde que Eldricht tenía pelo… hasta la eternidad.
Lo cierto es que THE SISTERS OF MERCY han sido una influencia clave para grupos de todo tipo, desde nuestros HÉROES DEL SILENCIO a RAMMSTEIN, pasando por UMBRA ET IMAGO, THE 69 EYES o incluso quizás TYPE O NEGATIVE, el propio Billy Idol (¿se influenciarían mutuamente desde el otro lado del océano) y por supuesto sus compadres de PARADISE LOST… y me encantó comprobar de una vez en directo porqué.
Galería de fotos de THE SISTERS OF MERCY en Madrid
Por cierto, que no lo he dicho… abrieron THE VIRGINMARYS, una banda británica… bueno, un dúo, literal, de batería y guitarra, que solo tenían que ver con los protagonistas algo de juego con el nombre, porque el resto era rock británico potente y “contemporáneo” a lo STROKES, WHITE STRIPES, LENNY KRAVITZ incluso y demás. Eso sí, sonando muy bien y visualmente una propuesta chulísima, que desde aquí recomiendo seguirles la pista porque me da que ese no era su sitio para disfrutarles, ni su público base y aún así fueron ganadores.
Comenzaron como un trío, parece ser, hace ya 15 años, y oye, nada pero que nada mal… aunque la mayoría estuviéramos allí para ver otra cosa. Encima les dejaron poco hueco, delante del telón, pero oye, batería sólida, guitarra y voz algo punkarrilla incluso (¿brit punk actual?)… y se ganaron al aún poco respetable que llegó pronto a la sala y les vieron en los escasos 40 minutos que tocaron. No era su noche, no era su ambiente, pero desde aquí les recomiendo… ¡muy bien!
Texto: David Esquitino / Fotos: Boliche Angeles
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