Crónica del concierto de MEAN MACHINE, LEATHER HEART y SLOWBURN
MEAN MACHINE, LEATHER HEART y SLOWBURN. Viernes 16 de septiembre, Madrid (Moby Dick)…
En uno de los fines de semana con más conciertos del año en la capital, parecía posible que los que pagaran el pato fueran los más pequeños, puestos a competir con el gigantesco Rocktiembre o bandas más consolidadas como RECKLESS LOVE o TIERRA SANTA que actuaban dentro de las mismas fechas en Madrid (al día siguiente, vaya). No fue así, y MEAN MACHINE, LEATHER HEART y SLOWBURN consiguieron llenar Moby Dick de ¿fieles? defensores del underground del Heavy y del Rock. Fieles va entre interrogaciones por cómo avanzó la noche, pero vamos poco a poco desgranando la crónica antes de entras en polémicas.
SLOWBURN
Abrieron fuego SLOWBURN en su concierto debut, si bien sus músicos no son precisamente primerizos pues llevan tiempo fogueándose en bandas como RANCOR, ROAR o MOTOCICLÓN. Gracias a los galones adquiridos a través de los años consiguieron atraer a la sala a un montón de público, mucho más del que es habitual para un grupo telonero y primerizo. Su estilo es el Heavy tradicional: voces agudas, bases rítmicas galopantes y solos destacados. El sueño de todo Heavy, o al menos el mío.
En directo SLOWBURN mejoran los adelantos que nos han ido dejando a través de Facebook y consiguieron hacer reaccionar al público destacando “Metallist”, muy bien escogida para abrir, o una versión de “Purgatory” de IRON MAIDEN. Por mi parte voy a escoger “Rock and Roll Rats” como tema estrella, tanto en lo musical como por la descriptiva letra que vino al pelo para lo que viviríamos durante la noche. SLOWBURN podrían haber gozado de más iluminación y mejor sonido, pero cumplen con todos los clichés positivos de los 80 y sus temas tienen gancho.
Si los compromisos con sus bandas madre lo permiten de aquí puede salir algo interesante. muy interesante.
LEATHER HEART
Un breve cambio y enseguida tuvimos sobre las tablas a LEATHER HEART. La joven banda va acumulando conciertos a sus espaldas y se nota en la complicidad y compenetración de sus miembros. Hay que destacar desde luego la voz de Adrián, que pienso que es lo que hace a la banda destacar, pero todas las veces que le he visto en directo he recordado el consejo que Ronnie James Dio le dio antaño a Jon Oliva de SAVATAGE, sobre su voz, cuando la banda de Forida fueron sus teloneros en su momento: “You can’t burn a candle at both ends”. La expresión se aplica a realizar un esfuerzo extremo que puede pasarte factura más adelante y me da la impresión que es lo que hace Adrián con la garganta hoy por hoy, si bien lo que ofrece en el escenario es impecable de principio a fin del concierto.
Tras la intro intercalaron temas de su EP con los del disco “Comeback”, bien recibidos en ambos casos. Así sonaron “Take my Breath Away”, “Destiny”, “Black as Night”, “Depths of Space” y “Hopeless Sinner”. Apartando por un momento mis propias preferencias, las canciones de LEATHER HEART tienen una calidad bastante uniforme, pero me pareció que quemaron naves muy rápido colocando mucha artillería pesada al principio de un concierto que siempre tuvo buen nivel, pero careció de picos realmente intensos de compenetración entre público y banda.
LEATHER HEART eligieron para la mitad del concierto hacer una magnífica versión de “Beyond the Realms of Death” de JUDAS PRIEST. Impecable, grandiosa… la única pega que le puedo poner es que un tema de los maestros del género ensombrece las composiciones del grupo, pero fue un bonito tributo a una de las bandas que a buen seguro más ha influido a LEATHER HEART. Quizá viendo a un público que lucía camisetas y parches de bandas tan rebuscadas podrían haberse atrevido con algo un poco más oscuro dentro de la discografía de JUDAS, o ya puestos, de bandas deudoras de su sonido algo menos conocidas. Ahí lo dejo como idea…
Con “The Crow” y “Restless” LEATHER HEART volvieron a sus propios temas de cara a la recta final del concierto que culminaron con “Nightmare’s Town” y “Rock and Roll Soul”. “Restless” sobresale por encima del resto, tanto que al no estar a la misma altura hicieron de esta parte algo densa para mi punto de vista, si bien el público es soberano y aplaudió a rabiar cuando el grupo se retiró pidiendo los bises con intensidad. “Comeback” y “Leather Heart” pusieron fin a la actuación de LEATHER HEART y principio a lo peor de la noche.
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El punto más bajo del concierto fue extramusical y es que, tras la actuación de LEATHER HEART, más de la mitad del público de la sala abandonó el local. La gente no salió a echar un cigarro para luego volver a entrar como entre SLOWBURN y LEATHER HEART ¡no! Muchísimos se quedaron fuera sin dar siquiera oportunidad a MEAN MACHINE de gustar o no gustar. No me lo explico, de verdad que no me lo explico… Por más vueltas que le he dado estos días, y sobre todo porque MEAN MACHINE hicieron el mejor concierto de la noche. (N.d.R.: Los más duros y «auténticos» del lugar, ya sabéis, lo de siempre… apoyando la escena y eso, ¡já!).
Poco importó que el estilo de los catalanes, deudor de TANK, WARFARE, KILLER (Bel) y, ¡cómo no!, MÖTORHEAD (además de bandas más actuales como ZEKE o NASHVILLE PUSSY, más en la onda rocanrolera y sucia del grupo) no sea quizá el más asequible para que MEAN MACHINE se erigieran triunfadores y provocaran por fin que público y banda intercambiaran energía e intensidad. Ayuda tener dos discazos como son “Livin’ Outlaw” y el más reciente “Bastardized Mean City”, claro, y la experiencia acumulada en varios conciertos, algunos tan importantes como en los que abrieron para SLASH hace casi dos años ya.
Temas como “Welcome to the B.M.C.” y “The Black Motorcrew”, cargados de energía, desataron pogos, un tanto incontrolados en alguna ocasión y que generaron algún conato de pelea, tan intrascendente como surrealista teniendo en cuenta los pocos que estábamos en la sala en aquel momento. La sangre no llegó al río salvo por la violencia sónica de “Outburst of Dust” y “Ridin’ the Iron”. Puede que MEAN MACHINE no sean los mejores instrumentistas, pero yo prefiero su actitud salvaje, macarra y desafiante, y la calle que desprende “Booze til Destruction”.
Estábamos teniendo Rock y actitud hasta la sobredosis pero queríamos más, así que ración doble con “Midnight Rock and Roll” y “I Was Made for Rock and Roll”. Pocos prestaban atención a los que ,a través de la cristalera, se veía privando fuera, nadie porque los que permanecimos en el concierto, o los pocos que sí retornaron, no parábamos de cabecear y bailar ante una descarga genuina y auténtica. MEAN MACHINE hicieron lo correcto: salieron a por todas y recogieron los frutos, especialmente a partir del ecuador del concierto cuando “All Access Denied” era coreada a tope. No nos habíamos recuperado todavía cuando comenzó a sonar uno de mis temas favoritos del último disco: Drop the… “H Bomb”! ¿Será que un tema que podría haber estado incluso en algún disco de SODOM no es suficientemente Heavy? Desde luego que no, alguna otra cosa habrá que a mí se me escape para que en la capital y, a pesar de todo, una de las ciudades más heavies del país, no seamos capaces de responder a una con entusiasmo ante un auténtico bolazo y prefiramos beber en la calle.
No hay justicia, o “Ain’t no Justice (But The Dead)”, pero nunca ha habido mucho de eso en la música. La combinación de todos los factores extramusicales con la gran descarga que estaban dando MEAN MACHINE nos llevó casi sin darnos cuenta al final de la actuación en la que dejaron caer más temas propios como “Loud & Proud”, la pegadiza “y la pegadiza “Struck by the Rhythm” a la que seguiría “Mean Machine” de MOTORHEAD. A esto me refería al comentar el concierto de LEATHER HEART… Yo veo mucho mejor tocar “Mean Machine” que algún tema más obvio como ”Overkill”, “Ace of Spades”… y más en el momento actual en el que parece ser que a todo el mundo le gustaba Lemmy&co., y sí, lo digo con toda la intención, pues ahora han aparecido fans temporeros hasta de debajo de las piedras junto con varias camisetas del grupo en tiendas de grandes cadenas de ropa. Lo que vende la muerte o la moda…
“We Want Violence” y la festiva “Whole Lotta Rosie” de AC/DC pusieron punto y final a una noche de sensaciones agridulces. Todas las bandas estuvieron a la altura y mucho más, pero pinchó la gente con un comportamiento que no es digno de un nivel amateur, y además incoherente con lo que yo entiendo que debería ser en la tan cacareada (y casi inexistente ya) escena.
Bien por los grupos, mal por la gente. Que quede dicho…
Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)
Fotos: Ángel Corral
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