Crónica de MESHUGGAH y HIGH ON FIRE en Madrid

mesuggah_04MESHUGGAH + HIGH ON FIRE (sala La Riviera, 29 de noviembre, Madrid)…

Aún sigo impactado y casi convaleciente del derroche sonoro y visual que tuve la ocasión de disfrutar el 29 de noviembre en la madrileña Sala La Riviera.

No sé por qué, me sorprendió ver que una banda de culto y minoritaria como MESHUGGAH fueron anunciados para descargar en esta sala, sobre todo por las dudas de que el aforo se les quedara muy grande. Me equivoqué, y para bien. Con dos tercios apretados del espacio ocupado, la verdad es que, a nivel de público, MESHUGGAH están por encima de lo que esperaba… ¡y menos mal!, porque vaya pedazo de show sonoro y visual que nos dejaron en las tablas.

Fue noche de sorpresas, desde luego. Una de las más grandes fue el combo que los suecos eligieron para abrir la noche: HIGH ON FIRE. son duros, metaleros, con cierto toque “vintage” que no sé explicar, básicos, rudos y polvorientos. Son muchas cosas, pero, desde luego, no son progresivos, virtuosos, milimétricos y del mismo corte que el de los protagonistas de la noche. No sé si MESHUGGAH buscaba un arbusto que no hiciera sombra al árbol pero, desde luego, ni por su pose encima del escenario, ni por la naturaleza high-on-fire_03de los cabezas de cartel, terminaron de convencerme HIGH ON FIRE.

No quiero equivocarme, pues el trío norteamericano, oriundo de Oakland (EEUU), sabe cómo repartir cera,y la reparte, haciendo un heavy metal muy crudo, al que acompaña la voz rota a lo Lemmy de  Matt Pike, también a la guitarra. Lo dejaron bien claro desde primer momento con cortes de su último lanzamiento “Luminiferous”, como “The Black Pot”, con el que empezaron, para seguir con “Carcosa”, “Slave To the Hive” y “The Falkonist”. HIGH ON FIRE dejaron buena cuenta de lo que son: distorsión a tope con un sonido muy ochentero. Ni más ni menos… Centrados en su descarga, se dedicaron a tocar, sin comunicar con el público durante las canciones ni entre ellas, bastante centrados a hacer su trabajo sonoro, sin apoyo visual ni grandes alardes en las luces.

Tras los primeros ataques, seguidos de “Rumors Of War”, “Fertile Green” o “Turk” y ante lo básico de su propuesta para el que escribe, la descarga se me empezó a hacer densa. No conseguí conectar con los norteamericanos, y mira que lo suyo lo hacen bien, quizá porque iba con el modo Djent puesto, y también porque la imagen visual de la banda sobre el escenario tampoco es muy atrayente: Matt Pike desgarrado, sudando a muerte, gapo arriba, gapo abajo, uniendo una labor simplemente correcta de Jeff Matz al bajo y Des Kenselhigh-on-fire_01  ocupando gran parte del sonido con los enormes toms de su batería.

HIGH ON FIRE cerraron con “Blood From Zion” y “Snakes For The Divine”, dejando muestra de sus cinco trabajos hasta la fecha. Lo que hicieron lo hicieron muy bien, pero la propuesta encima de las tablas no da para mucho más aparte de una música que no me pegó para nada en la estructura de esa noche. 

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MESHUGGAH:

mesuggah_01Tras una pausa, y a las nueve de la noche, empieza a sonar una intro minimalista con líneas sonoras que hacen intuir lo que se nos viene encima: opacidad, opresión matemática, dureza, en resumen, un muro rítmico sonoro y visual atronador y deslumbrante. Padres de todo el tinglado Djent actual, y pioneros del estilo incluso sin saberlo, MESHUGGAH venían a reventarnos con su última producción “The Violent Sleep Of Reason” ¡y vaya si lo consiguieron!… No voy a mentir, acabé pidiendo el final cuando quedaban dos o tres canciones en su descarga. Hora y media de MESHUGGAH es mucha tela para cortar, dado el patrón ultra-complicado por donde tenía que cortar la tijera. Y eso que hay que admitir que su espectáculo es de lo mejor que he visto en mucho tiempo para una sala de medio aforo.

Todo está concebido para que los patrones rítmicos imposibles y disonantes de los guitarristas Fredrik Thordendal, Mårten Hagström, el perfecto y mecánico baterista Tomas Haake y el bajista Dick Lövgren se sincronicen a la perfección con todo lo que ocurre lumínicamente en un escenario imposible para fotógrafos. Las luces y su sincronización perfecta con el bombo de Haake y los riffs de dominantes parte rítmicas de los temas, unido a luces inteligentes y lasers de distintos colores, consiguen que una propuesta tan complicada y anticomercial como la de MESHUGGAH te deje con la boca abierta y sin poder dejar de mirar y admirar al espectáculo en su conjunto.

mesuggah_05De hecho, siendo los suecos un todo opaco y complicado como su propuesta, poco se puede destacar de la actuación individual de los componentes que no esté relacionado con el máximo esfuerzo para que el todo sea perfecto. Y es que ésa es la sensación que te queda al ver a estos músicos a años luz de las bandas incipientes que les siguen: perfección absoluta y enfermiza, de la que deleita, con un vocalista, Jens Kidman, que intenta cuadrar sus líneas vocales guturales dentro de un puzzle de lo más complicado. A ello se dedica Kidman sin romper la pared del escenario para acercarse al público.

En esto me recuerdan mucho a RAMMSTEIN. Lo importante aquí es salir conmocionado por el espectáculo y la descarga global, no por destacar la labor de uno de sus integrantes. Aquí no hay frontmen ni líderes de cara a la galería, que MESHUGGAH es un martillo de cinco cabezas iguales que te aplasta si te dejas. Brutales, letales y perfectos asesinos disonantes con sus riffs imposibles desgranados en guitarras guturales de ocho cuerdas.

Respecto al setlist, dejaron impronta de todas sus obras con cuatro cortes de su último lanzamiento “Born In Dissonance”, “Clockworks”, “Nostrum” y la propia “The Violent Sleep Of Reason”. De su anterior “Koloss” cayeron “Demiurge”, “Do Not Look Down” y “The Hurt that Finds You First”, pasando también por el resto de sus obras, con especial importancia de su plástico “ObZen” y su tema “single?” “Bleed”, de lo más celebrado de la noche.

mesuggah_02Resumiendo la velada: respecto a HIGH ON FIRE, muy buenos y correctísimos, pero esta no era su noche ni su público, al menos para mí. ¡Y cómo no!, matrícula de honor para MESHUGGAH por traer un show que, hoy por hoy, es imposible ver en los espectáculos de cualquier banda española y muchas internacionales. No me los esperaba en la Riviera, pero su público sí, y no se les quedó grande.

Gran descarga de hora y media a nivel sonoro y visual, con el que ya han ganado un acólito para sus directos. Perfectos, como su música. Sin más.

Texto: Javier Paredes

Fotos: Yolanda Moreno

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