Crítica del primer disco de IRON MAIDEN (si la hubiéramos escrito entonces)

Se cumplen 40 años del lanzamiento del primer disco de IRON MAIDEN y nosotros nos aventuramos a reseñar el disco como lo hubiéramos hecho cuando salió. ¿Cómo sería nuestra review del primer disco de IRON MAIDEN en 1980? ¿Jugáis con nosotros?

Iron Maiden

Recibimos en nuestra redacción vallecana esta casette de la división española de EMI del debut de esta prometedora banda británica llamada IRON MAIDEN. Rescatamos esta crítica de Esquitino del año 80… ¿o no?

IRON MAIDEN: «Iron Maiden» (EMI Europa – Harvest/Capitol USA – Abril / Marzo 1980)

Iron maiden Casette

Nos acaba de llegar el primer disco de esta joven pero prometedora formación de heavy rock de Londres. Dentro de la nueva hornada de bandas que están surgiendo en este comienzo de década en Gran Bretaña, se está hablando mucho de estos IRON MAIDEN.

Quizás sean en un futuro punta de lanza de esa nueva escena, y movimiento, que han llamado NWOBHM (junto a otros grupos contemporáneos en tiempo y lugar como los jovencísimos DEF LEPPARD, los tremendos SATAN o nuevos nombres como TYGERS OF PANG TANG). Y sí, quizás yendo de la mano de grupos ya establecidos de su país como SAXON, JUDAS PRIEST, GIRLSCHOOL y MOTÖRHEAD, con este primer disco completo están aportando un punto más rudo, callejero y duro a la clase y elegancia de las bandas de los 70. Es inevitable también destacar que aparecen como un soplo de aire fresco de la música dura y como contraposición a los edulcorados sonidos New Age y las producciones más enfocadas al mainstream de las FM´s norteamericanas.

IRON MAIDEN llevan casi 5 años en activo, y ya se han pateado toda la escena de clubes de Gran Bretaña, desde su barrio del East End londinense hasta el fin del mundo… Pero aún van paso a paso y, tras ese «The soundhouse tapes», una maqueta en directo que salió hace unos meses, aquí tenemos por fin el primer trabajo completo de esta prometedora banda de la que tanto se está hablando en todos los mentideros de la escena más underground británica… y poco a poco de toda Europa y el mundo entero. Como se suele decir, si el gigante EMI, en Europa, y Capitol en EEUU, han apostado por ellos, por algo será… El disco se grabó en febrero de este mismo año en los Kingsway Studios de Londres, bajo la supervisión del productor Will Malone. Hay excelentes mimbres, pero aún esperamos un extra de sonido, de calidad instrumental y que den un paso adelante en la construcción de himnos y canciones atemporales en el futuro, pero el buen trabajo conseguido en el debut es incontestable.

Iron Maiden 1980

Como se suele decir, sin ser los mejores músicos estos tipos tienen algo, y casan perfectamente tanto con las nuevas generaciones cercanas a los nuevos sonidos que nos trae la nueva década que recién comienza, como con los gustos de los roqueros veteranos… ¡y los punkis! Por supuesto que hay mucho de bandas como URIAH HEEP aquí, o THIN LIZZY o CHEAPTRICK, e incluso puntos del rock progresivo y sinfónico de bandas como ASIA y YES, pero mezclado con la rabia y la mala leche barriobajera que tienen sus contemporáneos SAXON o MOTÖRHEAD como decíamos. Y todo ello mostrado con un frescor y entusiasmo juvenil que impresiona.

Tienen morro, tienen desparpajo, son callejeros y se lo creen mejor que nadie. Incluso cuentan ya con trucos escénicos y su propia mascota, Eddie, que aterroriza y complementa por igual la exquisita propuesta musical del grupo. Seguro que en el futuro, con más presupuesto, mejoran su faceta en directo, pero ya comienzan a ser una sensación en la escena y esto no hay que tomarlo a la ligera. Hay calle y hay realidad social en sus letras, pero también crítica y denuncia, desde el propio nombre de la banda, y LP, hasta la provocadora portada (obra de un desconocido pero interesante artista como Derek Riggs). Sin olvidarnos de los primeros singles, que seguramente no gusten demasiado a los seguidores de la ¿verdadera? Dama de Hierro, jeje. Y es que la portada del single «Sanctuary» es muy explícita, que ya veremos cómo reacciona la censura y los medios de comunicación más tradicionales al respecto, pero la provocación y la polémica está servida, y eso nunca es gratuito.

El encorsetado divismo de las bandas previas, juntos con la profusión musical y los adornos excesivos de los sonidos de los 70 quedan dinamitados por discos como éste y por las canciones de un LP como es «Iron Maiden». Las composiciones emergen tan crudas como exquisitas, las partes instrumentales son incontestables, y la fuerza tanto de las voces, por un lado, como de la base rítmica, por el otro, seguramente marquen un hito para la música dura en un futuro próximo. No sabemos si llegarán a ser grandes, gigantes, clase media o acabarán fagocitados por la siguiente nueva ola o moda de turno, pero si tenemos que ir apostando por bandas claves para esta próxima década que comienza, IRON MAIDEN tienen muchas papeletas de ser uno de los nombres destacados.

Iron Maiden

El grupo está formado por el bajista (y principal compositor) Steve Harris, los guitarristas Dennis Stratton y Dave Murray, el batería Clive Burr y el cantante Paul Dianno. Jóvenes de barrio, malencarados, pero con las ideas muy claras, y con el culo pelado de tocar en clubes de toda Inglaterra. Ahora es para ellos posiblemente el momento de dar un paso adelante y no sólo aventurarse en el resto de Europa sino de, ¿quién sabe?, si cruzar el charco y predicar su flema británica y su propuesta del nuevo heavy metal del viejo continente en los Estados Unidos. De la mano de este disco deberían tener todas las puertas abiertas… o al menos claman a voz en grito, disco mediante, por esa atención extra que no todas las bandas merecen.

¿Musicalmente? Pues en menos de 40 minutos estos chavales muestran ya un absoluto dominio del género y enseñan tanto los dientes y garras como, a su vez, un enorme corazón que palpita y avisa de que esto es sólo el principio. Como dicen en su tema homónimo para cerrar el álbum, IRON MAIDEN va a por ti, no importa lo lejos que estés… El comienzo con «Prowler» es más que prometedor, con unas crudas melodías de guitarra tan directas como efectivas y certeras, y una batería demoledora. La voz no es aguda ni corta o rasga como las de otras bandas del género, pero tiene un tono especial que aporta un punto único al grupo. Si nada se tuerce, este tema será grande…

Portada original

De repente se bajan las revoluciones y «Remember tomorrow» es ensoñadora y casi sinfónica, pero sin perder fuerza y un ritmo in crescendo tremendo… y sin duda sorprende tras el arrebato que es el primer corte de la primera cara, melodías preciosistas mediante. Llega después «Running free», introducido por un hipnótico sonido de bajo y sin avisar comienza un corte callejero que me da la impresión que será imprescindible en directo. Himno juvenil y letra de adolescente incomprendido en busca de libertad que llega y convence a cualquiera que se quiera sentir identificado con el tema. ¡Buena elección como primer single!

Cierra la cara su particular visión de «Phantom of the Opera», un tema largo, con profusas partes instrumentales que, sin perder el punto callejero que tiene todo el disco, aporta ese punto más musical que denota el gusto de IRON MAIDEN por esos sonidos sinfónicos y progresivos mencionados al principio de la crítica (incluso algunas partes casi de jazz, totalmente inusuales en bandas tan macarras y callejeras como la generalidad de esta nueva nueva ola de bandas británicas de heavy metal). El ritmo del tema, disonante completamente y a la vez casi «cabalgante» (algo ya casi marca de la casa en las canciones del grupo, al menos por lo que observamos escuchando el disco), es sublime. Cambios de ritmo, melodías perfectas y un trabajo vocal que nos puede recordar incluso a bandas tan inclasificables como QUEEN, ¡increíble!

Se abre la segunda cara con una  sorprendente instrumental como «Transylvania». Muy rítmica, casi épica y muy directa pero a la vez melódica. Es tremendamente rápida, pero a la vez pausada, y transmite la seguridad de la banda en sus canciones, ¡qué morro y fuerza tienen estos chavales! De repente aparece una balada, o un tema a medio tiempo tan peculiar como «Strange world» que te mira a los ojos y acaricia a partes iguales. De nuevo aparecen esas ambientaciones sonoras y ese homenaje musical a las bandas de los 70 que tanto parecen gustarle al compositor Harris, esos dejes a URIAH HEEEP, ASIA y demás. Sorprende esta frescura y atrevimiento en músicos tan jóvenes, y que a su vez sea un disco tan maduro siendo realmente el primer LP del grupo…

Iron Maiden y Eddie

Volvemos a la crudeza callejera y a las historias relacionadas con los bajos fondos y los personajes de los mismos (en este caso una prostituta llamada Charlotte) en este «Charlotte the harlot»… aportación compositiva del guitarrista Dave Murray, por cierto. Es ruda, directa y basada en un riff descarnado que se repite durante toda la canción, destacando también la poderosa batería de fondo que le da mucha fuerza al conjunto… ¡y cómo termina!, totalmente desbocado… Cierra el disco, y la cara B por lo tanto, el tema homónimo y una de esas canciones que, aunque no podemos adivinar el futuro, tal vez se convierta en uno de los superclásicos del grupo. Una composición sencilla, muy directa pero a la vez poderosa y que te atrapa, como dice la letra. Habla de ellos, del grupo, de su hambre, ilusión y de cómo pretenden comerse el mundo pase lo que pase.

Por cierto, recordemos que en su versión americana aparece dentro del tracklist el tema «Sanctuary» (que en Europa salió como single posterior, ya en junio, con la citada polémica caratula contra Margareth Thatcher). Tiene ese deje callejero de «Running free» pero es más rápida y acelerada, y más seca quizás, con ese punto extra que funcionará seguro en los directos del grupo, y unas guitarras salvajes junto con una base rítmica muy poderosa y una voz totalmente desgarrada y macarrísima, más cercana al punk que al heavy metal, curioso.

Visto lo visto, vaticinamos que a poco que tengan buena cabeza y sigan por el buen camino (y seguro que su manager Rod Smallwood y la mano de su líder Steve Harris tienen las ideas muy claras, y muy marcadas las líneas de actuación) esta banda será muy grande. Esto es sólo el principio y ya queremos más, mucho más… ¿Quién sabe lo que les deparará el futuro? Ni idea, pero lo que está claro es que con un primer disco como éste sólo podemos presuponerles un límite muy alto.

Iron Maiden

(…) Iron Maiden is gonna get you, no matter how far (…). No lo decimos nosotros sino ellos mismos, y sólo podemos asentir ante tan severa y directa afirmación, mucho más después de escuchar estas primeras canciones del grupo londinense. Es muy probable que este LP sea un potencial clásico del estilo y que, años después, lo recordaremos como el primer disco de una banda legendaria.

Que quede aquí escrito para terminar esta review

Texto: David Esquitino (1980 / 2020)

¿Lo escuchamos completo para cerrar el artículo (y recordar tan maravilloso LP)?

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6 comentario en “Crítica del primer disco de IRON MAIDEN (si la hubiéramos escrito entonces)”

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