Crítica del nuevo trabajo de THE FIRST SIGNAL

FIRST SIGNAL: “One step over the line” (Frontiers 2016)… firstsignal-onestepovertheline

Después del parón de HAREM SCAREM tras la edición de su último trabajo (el interesante Thirteen, 2014), Harry Hess ha decidido desempolvar su proyecto paralelo FIRST SIGNAL. Seis años después de aquel fantástico debut (First Signal, en 2010), One step over the line supone su segundo peldaño, y para ello ha renovado por completo la formación, contando con el productor sueco Daniel Flores (FIND ME, THE MURDER OF MY SWEET) a la batería y teclados, Michael Palace a la guitarra y el bajo, y la colaboración en coros de Darren Smith (batería de HAREM SCAREM y cantante con los RED DRAGON CARTEL de Jake E. Lee), Nigel Bailey (THREE LIONS, BAILEY), Alessandro Del Vecchio (HARDLINE, VOODOO CIRCLE, TED POLEY), Rolf Pilotti (THE MURDER OF MY SWEET) y Angelica Rylin (THE MURDER OF MY SWEET, ANGELICA)… una gran parte del equipo top de Frontiers, vaya.

Hablar de Harry Hess implica hablar de uno de los pesos pesados del hard rock melódico y del AOR, y como tal este nuevo disco de FIRST SIGNAL no es sino una continuación de su trabajo en la línea más clásica del género. De este modo, One Step over the line es una colección de canciones inspiradas en el sonido de los dos primeros álbumes de HAREM SCAREM (Harem Scarem -1991- y Mood Swings -1993-), aderezado por la mano de un Daniel Flores (sustituyendo a Dennis Ward –PINK CREAM 69, UNISONIC- como motor del proyecto) que, de forma magistral, ha conseguido dotarle de un toque más actual sin caer en histrionismos ni arreglos forzados.

Tras una primera escucha, lo primero que destaca es la calidad de las composiciones, bien estructuradas, bien trabajadas y bien repartidas en un tracklist muy compensado. Por hacernos una idea, ninguna de ellas bajaría de un notable, lo cual ya dice mucho de lo que nos vamos a encontrar. Las sucesivas vueltas al disco permiten ir desgranando los pequeños detalles, como el recuerdo de los primeros HAREM SCAREM en la rockera “Love run free”, la sutileza e intensidad melódica de la balada “Still pretending”, que a más de uno pondrá los pelos de punta, o la evolución del sonido de guitarra desde una limpieza cuasi setentera hasta una distorsión más propia de los noventa en “Broken”. En tesituras melódicas también está la canción que da título al disco, “One step over the line” que, aunque no aporta nada especial, lo cierra de forma amable y sin hacer aspavientos.

harryhess-2016_0Más duras (pero siempre dentro del límite que el estilo permite) y también de corte más moderno son “Kharma”, que explora en terrenos menos habituales para Harry Hess; “She’s getting away”, cuyo comienzo es más propio de música electrónica que de rock melódico, y a la que se nota una aire más comercial; o “Pedestal”, definitivamente de influencia mucho más actual y hardrockera, pese a contar con un estribillo marca de la casa. Mención aparte merece “December Rain” (ndr.:nada que ver con “November Rain”, de GUNS N’ ROSES), posiblemente el corte más distinto de todo el trabajo, y en el que se nota especialmente la aportación de Daniel Flores. Hard Rock melódico de factura impecable, que aporta contraste al resultado final, enriqueciéndolo sin ninguna duda.

Pero los verdaderos pilares de este One step over the line son tres canciones sólidas y que brillan con luz propia, dándole al disco un empaque monumental: “Love gets through” es la canción que todos los músicos de hard rock melódico querrían haber compuesto para su banda. Yo querría haberla escrito también. Hard Rock de muchísimos kilates, con un estribillo muy melódico, pegadizo, que pone la piel de gallina, y con el que es imposible no ponerse a cantar. El trabajo en los coros es sublime. No podían haber encontrado un single más acertado. “Minute of your time” empieza con teclado y guitarra en una combinación perfecta de melodía y distorsión, espejo de lo que será el resto del tema. La manera de engarzar las estrofas con el estribillo y el solo de guitarra, con una transición suave, es fantástica. Potente y sutil al mismo tiempo, y con un Harry Hess pletórico, es un buen ejemplo de lo que debe ser el hard rock melódico, con todas sus virtudes. Y “Weigh me in” es un medio tiempo suave, casi una power ballad, que rebosa buen gusto por los cuatro costados. Elegante, sin estridencias, cede todo el protagonismo a la voz, bien acompañada por unos coros bien trabajados y que se hacen presentes en los momentos precisos. ¡Un temazo, vaya!

La producción de Daniel Flores es impecable, permitiendo escuchar todos y cada uno de los instrumentos y voces de forma nítida. Realza el timbre de Hess como protagonista del proyecto, pero no le deja acaparar el protagonismo, estableciendo unos volúmenes muy equilibrados que otorgan al disco un resultado brillante y redondo.

Estableciendo una comparación con su predecesor, se podría decir que One step over the line es su continuación natural, pero también que es mejor, más completo en todos los sentidos. Si realmente te gusta la música (y no digamos si eres fan del género) estás tardando en hacerte con él pues es una joya. Estamos, casi con total seguridad, ante el mejor disco de hard rock melódico del año. Y si no, al tiempo…

Track List:FIRST SIGNAL - One Step Over The Line - back

  1. Love run free
  2. Love gets through
  3. Still pretending
  4. Broken
  5. Kharma
  6. Minute of your time
  7. She is getting away
  8. December rain
  9. Weigh me in
  10. Pedestal
  11. One step over the line

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