Crítica del nuevo trabajo de NIGHTFEAR

Ene 12, 2016 por Red Hard´n´Heavy en Discos

NIGHTFEAR- «Drums of fear» (Krea Music)…

Ya podemos leer la crítica del nuevo trabajo de los heavymetaleros NIGHTFEAR, uno de los álbumes nacionales destacados de 2015 (salió a mediados de octubre) y que lo teníamos pendiente de reseña…

Tras 3 años de silencio desde la salida de su disco debut «Inception», el quinteto madrileño compuesto por Lorenzo Multiozábal (voz), Manuel Moreno (bajo), Osckar Bravo (batería), Ismael Retana y Víctor Blanco (guitarras) vuelve a la carga con un segundo trabajo donde la calidad compositiva, el virtuosismo y las melodías, tanto vocales como de guitarra, brillan con luz propia.

En pleno año 2015, y tras años de sobreexplotación del género de power metal alemán, es digno de elogiar que aun existan bandas que apuesten por él y consigan sacar obras reseñables que logren tener un sello personal; como es el caso de este «Drums of War». Este álbum conceptual, retoma y amplía la historia narrada en el tema «Pride» de su disco anterior, en la que se nos habla de un futuro en el que el ser humano ha sido derrotado por una raza de otro planeta y lucha por su liberación (o, lo que es lo mismo, la lucha de clases de toda la vida que existirá por los siglos de los siglos).

Si hay algo complicado en esta obra es poder destacar el trabajo de uno de los componentes por encima de los demás, ya que todos están a un nivel sobresaliente: la base rítmica de batería y bajo es sumamente potente y variada, con algunos cambios de ritmo muy meritorios; las guitarras suenan muy afiladas, y la voz, en todos sus temas, alcanza unas tesituras que pocos cantantes del panorama patrio pueden alcanzar.

A lo largo de los 13 temas que componen este disco, se nos van desgranando canciones a caballo entre el power metal alemán y el heavy más clásico (con balada incluida) pero repletas de matices todas ellas, para terminar poniendo el broche de oro con la trilogía de temas «Triumph of the Fallen», donde la epicidad, si me permitís el término, fluye a raudales.

Nada más comenzar los primeros acordes de «Path of Victory» es inevitable que a uno le venga a la cabeza ese fantástico comienzo de uno de los álbumes de referencia de cualquier heavy que se precie, ni más ni menos que de «Painkiller» (JUDAS PRIEST). Guitarras veloces, batería poderosa y unos agudos impresionantes entremezclados con voces más rasgadas adornan este tema, cuyo estribillo 100% powermetalero, hacen de este tema un cañón, perfecto para ponernos ir caldeando el ambiente de lo que nos vamos a encontrar.

«The Prophecy» comienza con una pegadiza melodía de guitarra que nos acompañará a lo largo de toda la canción. Es una composición que rebosa calidad y donde el tono en el que se desenvuelve Lorenzo Multiozábal puede recordar al mejor Andi Deris (HELLOWEEN y ex PINK CREAM 69) y donde, a mitad del mismo, las guitarras se endurecen dándole un toque más clásico. Las revoluciones bajan un poco con “Sands of Time”, un medio tiempo pesado, oscuro, de mucho fuste que da paso a “The Duel”, un tema de corte de heavy más clásico, donde la batería suena como una auténtica apisonadora.

Uno de los estribillos más pegadizos del trabajo lo encontramos en “Breakout”, un corte de metal alemán con claro sabor añejo y que nos hace recordar a los mejores HELLOWEEN. Una de las mayores joyas de este trabajo es, sin duda, «Farewell». Una de las canciones más aceleradas del disco, con un estribillo que brilla con luz propia, a la altura de los mejores del género y con unos coros de los que hacen época. Las guitarras a la hora de componer este tema tuvieron que echar humo ya que alcanzan una velocidad endiablada.

Y después de la tempestad, llega la calma con la balada «Miracle». Típica canción encuadrada dentro del estilo donde hay que destacar (una vez más) el nivel vocal alcanzado dentro de la misma. Sorprende gratamente la voz en “The Wrath of the Gods”, alcanzando los registros más graves de la obra; un tema netamente metalero que hará las delicias del respetable. Tras un comienzo calmado, «Black Rose» va subiendo poco a poco la temperatura hasta convertirse en uno de los temas más cañeros del disco, con un nivel de exigencia vocal al alcance de muy pocos, intercalado con los coros más poderosos de este LP.

«Drums of War» es la composición que más se sale de la tónica del álbum. Una canción muy potente, con guitarras más agresivas y una base rítmica que atruena; por momentos roza el Thrash Metal bien hecho. Cuando una banda puede tocar tantos palos dentro del metal, y todos suenan bien, es que la calidad de sus componentes es indiscutible. Para cerrar el disco, y como colofón, llegamos a la trilogía de temas “The Triumph of the Fallen” que, como buena historia, cuenta con una introducción («The Assault»), un nudo («Rebellion») y un desenlace («Thus End»).

En “The Assault” nos encontramos una intro épica, muy bien llevada y de una duración suficientemente larga para dejarnos con ganas de más y lo suficientemente corta para que no se haga pesada. A continuación nos encontramos con “Rebellion”, uno de los mejores temas del CD, donde cuentan con las colaboraciones de Max Morton y Sandra Merino (preciosa voz) a las voces. Con “Thus End” se pone fin al disco con una bonita melodía de piano a modo de outro dejándonos un inmejorable sabor de boca ante un disco de power metal “de toda la vida”, muy bien ejecutado y que hará las delicias de los amantes del género.

Texto: Manuel Mendoza

Tracklist del disco: