Crítica del nuevo trabajo de los renacidos SOULBORN (señores oscuros, eso sí)
Seguimos con críticas de nuevos trabajos interesantes y en este caso nos vamos al metal extremo y oscuro de la mano del primer trabajo (después de 15 años separados) de SOULBORN, casi nada…
SOULBORN: “The Suffocating Darkness” (Century Media)
Alguien ha desenterrado un cadáver muy molón… ¡Y suena asombrosamente bien! La oscuridad asfixiante, “The Suffocating Darkness”, ésa es la traducción del título nuevo disco de SOULBURN que regresan a la escena extrema tras un silencio que ha durado más de quince años. Éste es un título adecuado ya que el disco despide precisamente eso, una oscura y asfixiante atmósfera que viene acompasada por un sonido claramente influenciado por bandas ya pretéritas del calibre de VENOM o CELTIC FROST. Es el sonido de sus orígenes y lo han traído de vuelta. Cabría esperar precisamente lo contrario, que tras tres lustros de ausencia y nuevos miembros en la formación la banda regresara con un sonido plagado de matices e influencias mucho más modernas pero no, este disco huele a los 90, para muchos la época gloriosa del Metal más oscuro y extremo.
Es por eso que quizás el sonido de SOULBURN no cuaje del todo entre los oyentes más jóvenes, poco acostumbrados al protagonismo del riff y la simpleza, o clara ausencia más bien, en los arreglos orquestales. Dos guitarras, bajo, y batería… Éste es el sonido, es auténtico, amigos, no hay lugar para medias tintas. Si mis palabras no os convencen solo tenéis que mirar la carátula del disco… Una especie de tótem demoniaco en blanco sobre fondo negro, muy old school, una declaración de intenciones que refleja lo que nos vamos a encontrar.
Los encargados de reanimar el cadáver de SOULBURN han sido los miembros fundadores (y Ex-ASPHYX) Eric Daniels y Bob Bagchus, guitarra y batería respectivamente. Para ello se han rodeado de Twan Van Geel (bajo y voces) y Remco Kreft como segunda guitarra. Tras la clásica introducción, “The Suffocating Darkness” comienza a repartir caña, tema tras tema, en una apasionante mezcolanza de Death / Doom y Black Metal. Van Geel es una máquina alcanzando diferentes registros vocales y se complementa a la perfección con el buen hacer de sus compañeros más antiguos.
“Under the Rise of a red Moon”; “TheMirrorVoid” e “In Suffocating Darkness” son los nombres de los tres primeros cortes del disco. Estos temas vienen a marcar el sonido que va a mantener la banda a lo largo de todo su trabajo, sin sorpresas, un bloque de densos riff y afiladas guitarras. Si al terminar de escucharlo no estás alucinando ya puedes ir retirándote pues poco más hay que rascar, al menos nada muy diferente. “Absinthesis” es un tema de corte mucho más Doom, lo que nos permite un respiro antes de escuchar “Hymn Of theForsaken II”. Es en ciertos tramos de este tema donde uno empieza a visualizar el potente directo que puede llegar a ofrecer esta banda.
En “Black Aura” y “I Do Not Bleed for your Crwon of Thorns”, SOULBURN experimentan con los bruscos cambios de ritmo en los temas; hay un momento especialmente delicioso en la segunda que parece que están poniendo banda sonora al martirio del Nazareno, regocijándose en el sufrimiento que experimenta con cada paso que da hacia el calvario… Las dos últimas canciones configuran el combo formado por “Wielding Death” y “Claws of Tribulation”, dos temas al uso en la línea de lo que hemos venido escuchando hasta entonces. El álbum cierra con “Eden´s last sight” a modo de outro y, poco a poco, vamos despertando de nuestra ensoñación volviendo a nuestro tiempo, donde el Metal extremo es algo muy diferente en cuestión de producción, autenticidad y sobretodo en actitud.
Tras la escucha uno se queda con ganas de más y seguramente acuda a su colección de discos para desempolvar esas joyas que nos hicieron adentrarnos en esta dimensión, oscura y asfixiante, que fue el Metal Extremo en sus orígenes. Ha sido grato recordar viejos tiempos escuchando este disco de SOULBURN. ¡Muy buen trabajo, ¡sí señor!
Texto: Daniel Pastor