Crítica del nuevo disco de THE POODLES

May 13, 2015 por Red Hard´n´Heavy en Discos

THE POODLES: “Devil in details” (Gain Music)…

Grata sensación al escuchar varias y detenidas veces éste “Devil In The Details” de los suecos POODLES, y es que quizá a los fans más acérrimos les pueda entrar a la primera pero, a los que mantenemos un poco de distancia con la carrera de la banda, nos hacen falta varias escuchas para ir descubriendo las pinceladas de calidad de éste sexto álbum en su historia. Ni que decir tiene que no es como sus dos primeros trabajos tan laureados, y con razón, pero tampoco es un truño, vulgarmente hablando. Es un digo disco que refleja que no se han olvidado de hacer canciones aunque no mantengan el magnífico nivel exhibido en sus “early years”.

Entrando en materia, abren con una muy buena «Before I Die», de corte épico, con una notable presencia de teclados, hecho característico del disco que lejos de ablandar su sonido le da un brillo y musicalidad de muy buen gusto. Un corte de considerable factura para abrir el disco. Con «House Of Cards» bajan un poco el pistón y también la calidad, un tema con escasos alicientes para ser mencionados. Es en «The Greatest» cuando el trabajo vocal de Jakob Samuel es sensible en cuanto a sus registros más altos, una canción bastante pop, que por cierto será su próximo single, pero de una calidad indiscutible… Y es con composicioes como ésta en las que destapan el frasco de las esencias, canción que podían firmar MUSE por su estructura y sonoridad.

Con «Crack In The Wall», se introducen en una onda funky-arabesca, en cuanto a melodía vocal y guitarras-teclados, muy atrayente y con una base sólida a cargo de Christian Lundqvist (Batería) y Johan Flodqvist (bajo). Notable canción que contiene ésos matices tan alejados de los clásicos pero que resultan mezclados con muy buen gusto por los suecos. En «(Whay The Hell) Baby» vuelven a decaer ésos momentos de calidad que antes mencionaba, y es que es prescindible ya que no aporta demasiado al conjunto del disco, sino más bien todo lo contrario, le hace descender en cuanto a intensidad.

Con «Everything» nos dejan un potente estribillo, con unos coros muy currados y melódicamente muy agradables, de ésos que te suben el ánimo. Otro alto en el camino con «Stop», tema de escasa repercusión, que para mi gusto el álbum se podía haber quedado en unas 9 canciones y no 12, las cuales hacen flojear el trabajo, como dice un buen amigo mío… que a veces, casi siempre en estos casos, menos es más.

Afortunadamente llegamos al punto álgido del disco con las 2 mejores canciones del álbum, que son «Need To Believe» y «Alive». La primera muy solemne y con un groove lento y firme, con una melodía que no es demasiado complicada pero muy efectiva, y es que Jakob se nota en los registros que camina cómodo. Además de una carga emocional en la letra que hace la canción más solemne aún. Y con «Alive» la lían bien, no es excesivamente rápida, pero la combinación de la melodía vocal, y los ritmos cortantes en las estrofas, junto a un estribillo muy pegadizo, la colocan en el top de éste “Devil In The Details”.

«Life Without You» es una buena muestra de la garra de POODLES, un riff poderoso y el groove la hacen de las más cañeras, a remarcar el solo de Henrik Bergqvist, virtuoso y melódico a la vez, cosa nada fácil de conseguir. «Creator And Breaker» se lleva la palma en cuanto a contundencia, Jakob se desmarca con unos agudos muy a lo Halford, que parecen sacados de “The Sentinel” (Defenders Of The Faith 1984), un guiño al maestro muy acertado y que viene a cuento en éste cañero tema.

La entrega de este sexto trabajo se cierra con «Borderline», tema final que cuenta con los estribillos melódicamente muy trabajados y donde se notan ciertos desequilibrios en las mezclas. Hay momentos de solos algo excesivos y que quizás no deberían estar tan altos en la mezcla, ciertos detalles que hacen que la producción no sea del todo perfecta. Si a eso le añadimos que sobran entre 3 y 4 temas, quizá no vaya a ser un álbum de culto de lo hardroqueros, pero que ojo, siguen sabiendo hacer algunas cosas bien. Sabor agridulce por tanto pero, como siempre, me quedo con lo bueno, y son esas canciones que nos brindan, aunque sea en pequeñas dosis, éstos monstruos estandartes del Hard Rock nórdico.