Crítica del nuevo disco de ATLAS

Logo AtlasATLAS: “Nuevos tiempos, viejas costumbres” ( The Fish Factory, 2016) …

Año 2016. Son nuevos tiempos para el Hard Rock, que sin embargo sigue con sus viejas costumbres. Y así nos lo hacen saber los madrileños ATLAS en su nuevo trabajo, tanto por su título como por su contenido. Y es que Nuevos tiempos, viejas costumbres concentra en 11 cortes la filosofía y la experiencia de sus cuatro miembros, así como de ATLAS como ente propio, en un ejercicio de introspección pocas veces tan efectivo. 

El disco se abre directamente con “Esperaré”, elegido como single de presentación, y que refleja bien lo que será el espíritu del álbum: hard rock puro y duro, sin excesos pero sin remilgos, en el que el “rock” predomina sobre el “hard”, aunque sin caer en la autocomplacencia. “Esperaré” tiene aire de rock sureño, con bajo y guitarra compartiendo riff, y unos coros muy cuidados en el estribillo, marca de la casa. Contrasta con “Cosa de valientes”, un potente tema, mucho más “hard”, cuyo riff inicial, en el que bajo y guitarra hace un intervalo simultáneo de novena, recuerda en cierto modo a aquel “Foxy Lady” de HENDRIX. Su motivadora letra es el complemento perfecto para una de las canciones más redondas.

“Culpable” cambia de registro totalmente, tanto con respecto a las dos anteriores, como con respecto al repertorio habitual de ATLAS. No es exactamente una balada (al menos no una balada “al uso”), sino más bien una pieza melódica que nos retrotrae a la época de los crooners y la canción melódica americana, con aparición de sonido hammond (a cargo de Pavel Mora), unos fantásticos arreglos orquestales realizados por Miguel Ángel Collado (el gran Miguel Ángel Collado, ex teclista de ÑU, de ASFALTO…), y una letra que homenajea a las personas que son influyentes e importantes en la vida. Preciosa y preciosista, uno de los aciertos del disco.

1934566_1705500739732873_1083880722004305210_n“Vete al infierno” es la canción más heavy del tracklist. Con gran influencia de grupos como RAINBOW, comienza con el hammond de Miguel Ángel Collado y un poderoso riff de guitarra sobre los que se levantará el resto del tema, y que volverán a recobrar su pulso con un solo compartido de gran factura. Tema duro, potente, con letra adecuada a su sonoridad (el título lo dice todo), y la voz de Ignacio sobresaliente. Uno de los mejores del disco.

Vuelta al rock sureño con “Gritaremos no”, una crítica abierta y sin tapujos a los políticos de este país. Rock vacilón, buenos coros y mucha melodía para una elegante bofetada sin manos con sonido añejo. Buen preámbulo para la que puede ser la canción más redonda, para el que firma, de este Nuevos tiempos, viejas costumbres: “Un sueño cumplido”. Hard Rock sin aditivos, muy bien estructurada, en la que se puede contemplar sin dificultad a aquellos fantásticos NIÁGARA de final de los ochenta. La letra biográfica, basada en la experiencia del propio Ángel Arias, es un aliciente más para una pieza que aún guarda otra sorpresa: un homenaje a BARÓN ROJO en su parte final, con el sonido del triplano y el riff íntegro de aquella “Barón Rojo” que cerraba el fabuloso primer trabajo de los barones, Larga Vida al Rock an Roll. Hubiera sido el mejor single posible para el álbum… en nuestra modesta opinión.

“Llueva o salga el sol” vuelve a salirse, para bien, de la línea habitual de la banda. Su guitarra acústica inicial, acompañando a la voz, no invita a presagiar su evolución hacia un tema netamente rockero. Tema sentido de superación personal, con aire muy americano, pero que también muestra influencia de guitarra blues al más puro estilo GARY MOORE. Distinta, sí, pero buenísima.De nuevo pisan el acelerador para hacer que “Mil y un pedazos” saque todo el hard rock que el grupo tiene en sus manos. Es inevitable sentir en ella el swing tan marcado de obras como “Radar Love” (especialmente en la versión de WHITE LION), así que hará disfrutar a los más acérrimos del estilo. En la misma línea está “Fuera de mí”, con un poderoso riff que la sostiene completamente. De hecho, aunque decae algo en las estrofas, el riff vuelva a aparecer en el estribillo, haciendo que retome el pulso inmediatamente, acompañando un mensaje tan claro y explícito como el que le da nombre.

Aviso Atlas“No se permite prohibir” es posiblemente la más floja (compositivamente hablando) del disco. No significa por ello que sea un mala canción, pero sí corta un poco el ritmo. Es más oscura, más pesada, aunque sin embargo gira hacia un gran melodismo en el estribillo. Inevitable recordar, al oír su riff inicial, el “Duro y Potente” de BANZAI, en lo que podría ser otro homenaje (casual o intencionado) a otro de los pioneros del heavy metal nacional.

El broche final lo pone “Somos una misma voz”, un auténtico himno al Rock and Roll que seguro que funcionaría muy bien para cerrar las actuaciones en directo. No es complicado imaginar al público cantando a coro “somos una misma voz, puro sentimiento; amor eterno al Rock and Roll es nuestro juramento”, letra demoledora para celebrar la fidelidad a prueba de balas de los hard rockeros de este país. Tiempo al tiempo, pero está llamado a ser uno de los estandartes de la banda… Mensaje claro, estructura sencilla y estribillo efectivo. No se puede añadir más.

Hablando de otros aspectos, el álbum ha sido grabado en los estudios Rimshot por Carlos Lillo (ndr.: como los dos anteriores, si no nos equivocamos), que también colabora añadiendo percusión en “Gritaremos no”, “Esperaré”, “No se permite prohibir”, “Llueva o salga el sol” y “Culpable”. La producción ha corrido a cargo del propio V.M. Arias, y llama la atención especialmente el tratamiento que ha hecho de las voces, dejando más a la vista el trabajo de Ignacio Prieto, y cuidando con mimo cada uno de los coros del disco. El resto de líneas están muy bien compensadas, permitiendo escuchar cada detalle, y dando al resultado final una limpieza excelente. Ha sido masterizado por Mikka Jussila en los estudios Finnvox, de Finlandia, y su portada ha sido obra de Fernando Nanderas.

Como conclusión, este Nuevos tiempos, viejas costumbres es un fantástico trabajo. Más que una continuación de Contra viento y marea, podríamos situarlo estilísticamente entre sus dos álbumes anteriores. Es ciertamente menos duro que aquel excelso ATLAS (2008), e incluso que Contra viento y marea (2010), pero más fresco que éste, y la sensación que desprende es que también ha surgido de forma más natural. No han inventado nada nuevo, ni pretenden hacerlo, pero su valor reside precisamente ahí: como bien dice el título, han conseguido hacer un disco en 2016 que retoma sus viejas costumbres, y que sin embargo suena actual. Si tuviera que ponerle un “pero”, diría le falta ese “hit” que necesita para dar el golpe en la mesa definitivo.

13006566_1708369842779296_7905779129723406539_nY galones tienen de sobra para reivindicarse como el mejor grupo de hard rock que ha dado España desde, precisamente, sus NIÁGARA y SANGRE AZUL. No obstante, algo tendrán estos tipos cuando tantos años después siguen facturando álbumes como éste… ¡Gracias por volver y seguir ahí!

Tracklist:

  1. Esperaré
  2. Cosa de valientes
  3. Culpable
  4. Vete al infierno
  5. Gritaremos No
  6. Un sueño cumplido
  7. Llueva o salga el sol
  8. Mil y un pedazos
  9. Fuera de mí
  10. No se permite prohibir
  11. Somos una misma voz

Texto: Fernando Galicia Poblet

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