Crítica del disco de WHISKY CARAVAN
WHISKY CARAVAN: “Donde ella duerme” (Rock Estatal Records)
Aunque el disco salió inicialmente autoeditado hace algunos meses (y creo que con buenos resultados porque han agotado la primera tirada), ahora lo reedita la gente de Rock Estatal Records, en un nuevo formato doble que contiene un CD extra con algunos temas del álbum en formato acústico (dos de ellos inéditos, si no me equivoco). En concreto se trata de tres de los cortes del álbum completo, más “Escombros II” (retomando, o ampliando más bien, la letra del corte del disco “normal”, y la nueva “Ciao Bella”, que me ha dejado más indiferente)… además del videoclip de su single “Volver”.
Nos encontramos con un interesante álbum de rock, sin más etiquetas en principio (aunque ahora matizo y pulo un poco la definición), el que han completado estos chicos madrileños. La banda nace del personal proyecto del cantante y guitarrista Danny Caravan quien, junto a su amigo de toda la vida, Manuel Camargo (también guitarrista), forman WHISKY CARAVAN a la tenue luz del candil de muchas noches escuchando a bandas como PEARL JAM, TEMPLE OF THE DOG, Neil Young y sobre todo HEROES DEL SILENCIO/BUNBURY. De hecho, es más que reseñable el parecido vocal que marca la personalidad del disco/grupo/canciones con el particular vocalista zaragozano, algo que sin duda Danny no trata de ocultar, pese a que en algunos momentos se convierta en excesivo homenaje… voluntario y/o involuntario. Por cierto, curioso el parecido de este grupo con los murcianos VACÍO, que de alguna manera podrían estar en el mismo saco, dicho en el buen sentido.
Cantando en castellano pero con regustillo americano en el sonido, encontramos rock clásico, e incluso algo de country, rockabilly y rock sureño para un disco interesante pero que a veces lidia peligrosamente con esa delgada línea entre el “rock auténtico” y el pop/rock, algo a delimitar y cuidar muy mucho en el futuro (al menos para seguir presentes en webs como la nuestra o ya entrar en otro tipo de medios). Y eso que la propuesta no es comercial, ni facilona precisamente, aunque es verdad que priman los sonidos algo más suaves frente a los riffs desbocados de guitarra por decirlo así. Eso sí, tienen buenas ambientaciones en los temas, interesantes letras (aunque también con reminiscencias obvias del estilo de Enrique Bunbury), y el disco se escucha de manera muy agradable, lográndote atrapar para la causa en muchos momentos del álbum con canciones realmente interesantes y encantadoras, en las dos acepciones principales del término.
La banda está formada, además de por los citados, por el bajista Jorge “Lucky” Sidera (de los hardroqueros STILL NASTY), el batería Marcos Martínez y la teclista Mónica Merino. El álbum venía precedido de un EP grabado en marzo de 2012 con el título de uno de los temas más atractivos del disco, en mi opinión, como es “Nadie tiene corazón”, aunque ha habido varios cambios y un camino tortuoso que sortear hasta llegar a este “Donde ella duerme” que sale a mediados de septiembre. Por cierto, buen sonido, sin estridencias ni alardes pero cálido y con buenos matices conseguido por Sam Tornero y José Luis Crespo (además de la colaboración de la propia banda).
Como es lógico, desde el principio me han llamado más la atención los cortes más netamente roqueros como son “Sombrero”, “Volver”, “Donde enterrar los sueños” o la citada “Nadie tiene corazón”, aunque es interesante pegarle segundas y terceras escuchas para sacarle chicha y encanto a otras canciones como “Aullar” (que me trae a la cabeza ese clásico “Apuesta por el rock n´roll” de HÉROES DEL SILENCIO), “Hacia ningún lugar” o la delicada y extensa “Un sucio cristal”, para cerrar. Aún así, una banda y un disco que, pareciéndome interesante, creo que ganaría con una producción menos controlada y limpia (como le puede pasar a los últimos trabajos de M-CLAN por ejemplo, o mismamente al legendario debut de los maños, “El mar no cesa”) y con un sonido algo más distorsionado y guitarrero… aunque tal vez sea deformación profesional también del que escribe (y de nuestro medio), está claro.
Pues lo dicho, un trabajo de rock de una banda que creo que puede abrirse camino porque tiene buenos mimbres, como se suele decir. Eso sí, tienen que marcar la personalidad (y quitarse, o no, definitivamente el estigma HEROES) y definir bien si su camino va a estar por encima o debajo de la delgada línea roja, ya me entendéis. Rulo, Fito o el propio Bunbury, cada uno en su rollo y aunque jueguen en otra liga, decidieron apostar a tahúr en sus particulares timbas por el rock n´roll… aunque les ha ido muy bien, eso es innegable. Ahora, ¿a qué precio? También está Loquillo, pero él no ha perdido la apuesta nunca… En fin, mientras decido si les daré esa próxima oportunidad en el futuro, voy a bajar un poco la luz y a volver a dormir con ella… aunque tú seas mi princesa y yo tu bufón. Y el disco tiene algo, las cosas como son…
Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)