H.E.A.T: «Live in London» (earMUSIC)…

El hito del disco en vivo… Una prueba de fuego en los años setenta y ochenta. Algo que medía la madurez de una banda, su repertorio, sus tablas. Un punto de inflexión en la curva de crecimiento. Si repasamos discografías caseras, una buena cosecha de discos en vivo reposan en ellas: vinilos que nos cambiaron la vida, CD’s que nos acompañaron en muchos momentos, versiones en inolvidables de temas cientos de veces escuchados… 

Llegados a este punto, H.E.A.T. se descuelgan con un directo grabado en Londres que hace balance de lo que es ya una banda más que madura, que ha encontrado su sitio, con un cantante que tiene ese algo que no es fácil de ver hoy en día y con unos músicos que suenan compactos y frescos a la vez. Erik Grömwall… Este tipo me recuerda en actitud, en esa rabia que emana tanto en disco como –sobre todo- en directo al Sebastian Bach del primer y segundo álbum de SKID ROW, salvando las distancias (profundas) de tantos años. En aquellos tiempos los temas de los americanos eran bocanadas de oxígeno puro en una escena ya de por sí repleta de sangre joven. Pero… ¿quién no sintió que temas como “Youth Gone Wild” o “18 And Life” le revolvían por dentro y hacían aflorar la rebeldía en estado incandescente? Pues bien, este señorito tiene esa capacidad a pesar de la transición de décadas. Obviamente las comparaciones son odiosas, pero una banda que posee un talento vocal así tiene muchos enteros para hacerse un nombre importante en la escena, siempre y cuando las composiciones estén al nivel exigido, se sobreentiende.

Pero después de estas reflexiones y vistas en perspectiva, vayamos a diseccionar un poco el cuerpo del delito (bien vivo, como su propio nombre indica). El disco comienza con dos trallazos directos a la escuadra: “Point Of No Return” y “A Shot At Redemption”, perfectas canciones de su último álbum para crear el ambiente requerido y que a la banda les sirven para encender la mecha. “Better Of Alone”, de su alabado “Address The Nation” sirve para dar continuidad a ese inicio demoledor. La verdad es que el setlist después de cuatro discos ya es compacto y pueden jugar a crear distintos ambientes variando el orden de los temas. Además siempre es interesante ver como un vocalista reinterpreta los temas más antiguos creados para los registros de otro. Luego ya están las preferencias de cada uno, pero lo que es innegable es la fuerza y el carisma del señor Grömwall… Salidito de un concurso de la tele, sí… pero de Escandinavia. Nada comparable a lo de aquí, no lo dudemos.

“1000 Miles” muestra como la reingeniería de canciones antiguas sale muy bien parada, y vuelta al “Address The Nation” con “It’s All About Tonight”. La misma sensación ya descrita: una promesa ya consolidada, una muestra más de la riqueza de la cantera nórdica, con ejemplos siempre interesantes a lo largo de los tiempos (TALISMAN, TNT, EUROPE…) y ahora mismo igual de prolífica (W.E.T., ECLIPSE por ejemplo). Un resquicio de aire puro para el panorama internacional. “Inferno” no es de mis favoritas, lo admito, pero mantiene el pulso muy correctamente, y  con “The Wreckoning/Tearing Down The Walls”, que nos siguen desgranando un último álbum que les ha puesto ya en el altar de los grandes. Temazo lleno de ambientes y con esa capacidad de enganchar que sólo tienen las grandes composiciones.

A continuación ese medio tiempo subido de revoluciones en directo (¡como tiene que ser!) que es “Mannequin Show”. Reconozco que una versión de este tema que hacían en un bar y que visioné en Youtube me impresionó sobremanera. Cantaba Grömwall acompañado sólo por el guitarra Eric Rivers. Muy grandes… “Late Night Lady” (de su primer álbum) sigue hilando las costuras del show, entretejiendo esa amalgama de sensaciones que siempre produce un evento en vivo y en directo. Y, después, el pedazo de single por el que muchos de los grandes hoy en día pagarían millones: “In And Out Of Trouble”. Es una canción de las que se te pegan a la primera, con halo comercial pero potente al mismo tiempo. Eric Rivers hace un gran trabajo en ella, al igual que toda la banda en general. Recurso inapelable para agitar al público: un arma arrojadiza sin comparación. Supongo que es de esas canciones de las que un grupo no pueda prescindir jamás, ya sea por autoconvencimiento o porque simplemente su supresión generaría tal cisma en sus seguidores que ni siquiera se plantee la tesitura.

El sonido es bastante real. Atrás quedaron aquellos directos pasados por tamiz que en realidad eran más reconstrucciones en estudio de los temas, con adición de guitarras y tomas varias, supresión de los fallos y acoples naturales en las dos horas de show, etc. Grandes recuerdos tenemos de esas experiencias, pero se agradecen grabaciones más sinceras, más crónicas reales de lo acontecido. En “Downtown” toman relevancia los coros, que están muy logrados durante todo el concierto, y que siempre suponen un ingrediente fundamental en el conjunto para este tipo de bandas de melodic rock (como se llama desde hace unos años). La batería y el bajo de los señores Crash y Jimmy Jay también destacan en éste tema. “Enemy In Me” y “Emergency” (de su último álbum) van marcando la recta final del concierto, terminando con unas potentes “Breaking The Silence” y el hit single “Living On The Run”, marca de la casa totalmente.

Un muy buen directo, muestra representativa de lo que da de sí este pedazo de banda, vista por muchos como algo así como la nueva gran revelación para este hard-rock melódico. Yo personalmente los veo ya más como una realidad que ha venido para quedarse y que si pasan por nuestra ciudad no deberías perderte. Porque actitud y buenos temas no van a faltar en un concierto suyo.  ¡Buen trabajo en directo, vaya!

Texto: Francisco Javier Carreño Beltrán