Crítica reedición de 30 aniversario de «Defenders of the faith»
JUDAS PRIEST – “Defenders of the Faith-Special 30th Aniversary Deluxe Edition” (Sony Music)…
Como os contábamos aquí, JUDAS PRIEST han reeditado una de sus obras maestras y además la han revalorizado gracias a la inclusión de un concierto de la gira de “Defenders”.
La reedición consta de tres CD’s: El primero contiene una remasterización del disco original, y el segundo y tercero aparecen con el concierto que el grupo ofreció en el Long Beach Arena el 5 de mayo del 84 en la gira de presentación del álbum. Los CD’s tienen un estuche en digipack que se guarda dentro de una funda con la parte frontal convenientemente recortada de tal manera que el Metallian (el león mecánico de la portada) se muestre tal y cómo aparecía en el single de “Some Heads are Gonna Roll” ya que su silueta se presenta en negro, respetándose la portada original en el digipack una vez éste se encuentra fuera del estuche (no era para menos que es todo un clásico y una de las portadas más icónicas, originales y reconocidas del negocio).
Como dato adicional sobre la portada, indicar que ésta es obra de Doug Johnson, un artista que tampoco ha tocado mucho más el mundo del Heavy Metal, si bien dejó su impronta creando varias criaturas emblemáticas del universo PRIEST… al igual que la de “Turbo”, o “Screaming for Vengeance”, predecesor de este álbum.
Por otro lado el libreto contiene fotos de la época, incluyendo una del concierto que motivó el veto que todavía hoy impide que la banda pueda presentarse en el Madison Square Garden de Nueva York debido a los destrozos de los fans en los asientos del recinto. Además de las imágenes, un texto sobre el disco acompaña a éstas con todos los detalles sobre la anécdota anterior y también sobre las grabaciones en Ibiza (bien conocidas las anécdotas con ANGELES DEL INFIERNO literalmente alucinando viendo como sus ídolos grababan el disco mientras ellos daban forma a «Pacto con el diablo») . La presentación es buena, pero no voy a negar que respecto al libreto esperaba un poco más, especialmente en cuanto a contenidos e información sobre “Defenders of the Faith”. Por cierto, noveno disco de los británicos, entonces en la cúspide de popularidad, y que se editó el 4 de enero de 1984.
Como decíamos antes, el disco se ha remasterizado para la ocasión. No puedo comparar con las reediciones de 2001 pero sí con el lanzamiento original en CD y en LP. Si no eres muy sibarita de estas cosas, lo cierto es que las diferencias son mínimas, pero vamos a comentarlas: Para empezar, el nuevo CD tiene el sonido más comprimido que sus predecesores, lo habitual. Se nota mucho en la parte central de “Love Bites” por ejemplo, lo cuál ya pasaba en las primeras ediciones en CD.
Por otro lado, tanto el sonido de las guitarras como el de la voz de Halford (especialmente en cuanto a delays y efectos) avanzan hasta el primer plano en la edición deluxe, cosa que no pasaba en las primeras ediciones en CD… pero aun así, insisto, las diferencias no pasan de curiosidades. Lo que sí que me ha sorprendido es que no se haya incluido la balada “Turn on your Light” que sí aparecía en la reedición de 2001. A pesar de no ser un tema para la historia, y que en realidad se descartó de “Turbo” y no de “Defenders”, una vez incluida en la reedición anterior me extraña que no esté en ésta.
Podríamos hacer una retro crítica completa de “Defenders of the Faith” con mil detalles sobre los videoclips, los singles… Es más, no sería raro que en algún momento encontréis algo así en la sección de clásicos de Redhardnheavy. De hecho, lo que sí vamos a decir es que es uno de los discos claves de la discografía de la banda, y por ende uno de los trabajos imprescidibles de la historia del heavy metal. Un trabajo redondo y uno de los más rotundos y agresivos del grupo, desde el comienzo velocísimo con «Freewhell burning» y «Jawbreaker», hasta el hipnótico final con «Heavy duty/Defenders fo the faith», que precisamente han recuperado para esta última gira. Sin olvidarnos de himnos inmortales como «The sentinel» o «Love bites», dos de los superclásicos de la carrera del grupo…
Pero me voy a permitir la licencia de centrarme en el material nuevo, es decir, en el concierto que abarca los CD’s 2 y 3 de la reedición de 30 aniversario de “Defenders of the Faith”, ya que comentaremos las canciones del disco igualmente, al estar todas interpretadas dentro del setlist, excepto “Eat me Alive”. Y esto a buen seguro se debe a que el tema apareció en la famosa lista del PMRC (los «quince asquerosos»), la asociación pro-censura musical de EE.UU. que la incluyó por su contenido sexual. Y cuando fue rescatada para el tour de “Nostradamus” en 2008, “Defenders of the Faith” pasó a ser el único LP de JUDAS PRIEST del que todas las canciones se han interpretado alguna vez en directo junto con “Rocka Rolla”.
Hablemos ya de los discos en directo. Si nombres como “ABC Defenders”, “California Burning”, “Live Defenders” o “Defenders of the Long Beach” te dicen algo, es que ya conoces que originalmente este concierto se retransmitió por la radio. De ahí la cantidad de ediciones piratas del mismo con diferencias en cuanto a calidad de sonido y en la cantidad de temas… sin embargo se puede decir sin miedo que la de “Defenders of the Faith-Special 30th Aniversary Deluxe Edition” es la definitiva. ¿Y porqué? En primer lugar por el sonido, que literalmente arrasa al de todos los bootlegs y, segundo, porque tiene todas las canciones interpretadas en el concierto. Otro valor añadido es que no hay retoques de ningún tipo y, si nos atenemos al contenido de los piratas anteriormente citados, tampoco se ha recortado los comentarios de Halford entre canción y canción, como sí hicieron IRON MAIDEN para “Rock in Rio” con las menciones de Bruce Dickinson a Britney Spears, por ejemplo.
Ya hablando de los temas el concierto lo abre “Love Bites”, tan sensual y agresiva como siempre, aparte de un placer para los oídos escucharla de una manera distinta, mucho más cruda que la del LP o que la versión en directo del “Priest Live!”. Las tres interpretaciones son distintas, y las tres igualmente espectaculares, pero desde luego que ésta es la más dura, con Halford potenciando la agresividad sobre los registros más agudos.
Sin dar tregua llega “Jawbreaker, mucho más acelerada, especialmente sus primeros acordes, pero no todo iba a ser material nuevo en esta gira, y más estando ya JUDAS PRIEST muy asentados en EE.UU en cuanto a popularidad gracias al éxito conseguido por la tripleta “British Steel”, “Point of Entry” y “Screaming for Vengeance”… Especialmente tras haber sido “Breaking the Law” la canción del verano a principios de los 80 allí, por así decirlo, y haber gozado de la misma difusión “You’ve Got Another Thing Coming”, así que no es de extrañar que la etapa pre-“British Steel” no esté tan representada como la posterior en el repertorio. Apuntalando todo esto un potente “Grinder”, precedido del recordatorio de que el pabellón está abarrotado con 13.000 Metal Maniacs.
Una cosa que JUDAS PRIEST siempre han hecho muy bien es dar un plus en directo a través de variar un poco alguna línea vocal, algún detalle en los solos de guitarra, etc y desde luego que “Grinder” suena mucho más agresiva en éste directo que en “British Steel”, igual que “Metal Gods” o la popular “Breaking the Law” que recibe la mayor ovación hasta el momento por todo lo que comentábamos antes. Qué pena que no se oiga suficiente al público cuando corea las temas, como en otros piratas del tour como “Montreal 84” mismamente, porque es estremecedora la energía que desprenden cuando corean temas como “Love Bites”. Lamentablemente en este concierto sólo vamos a escuchar a la gente entre tema y tema, aparte de en unos pocos momentos concretos, siendo uno de ellos precisamente el estribillo de “Breaking the Law”.
Ya hemos explicado el porqué de los pocos guiños a discos de los 70 que tenía el repertorio de JUDAS en esta época. Uno de ellos es “Sinner», completamente mejorado en esta versión del ’84, sonando mucho más contemporánea que la de “Sin After Sin”. Aunque en general “Point of Entry” es considerado un LP menor en Europa, en ésta época en EE.UU no era así, y gracias a esto podemos disfrutar de “Desert Plains”, alargada como en el “Priest…Live!” con un mini solo de batería y Halford luciéndose también. En esta época ni siquiera en la parte americana de la gira el escenario era tan espectacular como llegaría a ser en la gira de “Turbo” y siguientes, pero aun sin las plataformas que elevaban a los guitarristas Glenn Tipton y K.K. Downing, el efecto escénico era igualmente efectivo en este tour con ambos guitarras encaramados a la parte superior de un escenario que, simulando el Metallian de la portada, tenía distintas alturas, aparte de una apertura en la boca del león por la que Halford entraba y salía… se puede ver muy bien si tenéis curiosidad en el vídeo de “Love Bites”, porque es muy vistoso.
“Some Heads are gonna Roll”, escrita por el afamado Bob Halligan Jr. (compositor conocido también por su trabajo con KISS o KIX, ICON, BONFIRE o HELIX, y eso sólo hablando de Rock y Heavy Metal), es quizá la peor interpretación de Halford en todo el concierto. No es que no llegue a los tonos, porque en ese sentido está exultante en todo el concierto, sino que no acaba de darle el punto al tema. Quizá el problema venga de que la versión del disco la tenemos grabada a fuego y las voces de los estribillos están tan tratadas que salirnos de eso nos rechina después de cientos o miles de excusas, pero el caso es que no acaba de atinar como sí lo hace en el directo posterior del 87 o en la gira de “Ram it down”. En contraste, “The Sentinel” Halford la clava (cosa que obviamente no ha ocurrido en las últimas giras que la habían recuperado… y es que es un tema demasiado exigente para la actualidad, pero no para mediados de los 80, con un Halford en la mejor forma de su carrera), por no hablar de que Tipton y Downing sencillamente bordan las 7 partes del solo, tanto sus fragmentos individuales como el final a dúo.
Hay muchos temas en el repertorio del concierto que todavía hoy se mantienen en el setlist, pero otros han ido y venido, y ese es el caso de “Rock Hard, Ride Free”, que ya viene asustando con su presentación en la que Halford recuerda que el concierto se está retransmitiendo para todo el país con una audiencia de unos 5 millones de personas, en lo que viene a calificar como: la fiesta de Heavy Metal más grande del mundo, pero ¿Qué hace mejor Rock Hard Ride Free” en directo que en estudio? Pues algo tan sencillo como los coros de K.K. y Tipton, mucho más naturales que las pistas de Halford doblándose a sí mismo en el LP. Que conste que no es que sea un enemigo acérrimo de los arreglos y de las grandes producciones en los discos. Todo lo contrario, hasta el punto de que muchos de mis álbumes preferidos del Heavy Metal, ante muchos ojos podrían considerarse sobreproducidos, pero hay temas que piden una cosa y otros piden otra, no hay más. Sin ir más lejos, “Night Comes Down” gana en estudio, aunque claro, me imagino que en directo con el humo que invadía el escenario, las luces de tonos azulados etc, la cosa sería distinta, pero desde el sofá de mi casa 30 años después no consigue alcanzar la magia que sí consigue en el estudio.
Con el ecuador del concierto ya rebasado PRIEST planteaban su show de tal manera que la segunda parte del show consistiera en una mezcla perfectamente equilibrada de material nuevo y antiguo y, capitalizando el éxito de “Screaming for Vengeance”, “Electric Eye” y su inseparable intro ,“The Hellion”, resuenan en el Long Beach Arena. Hoy es un clásico del Heavy Metal que no ha caído casi nunca del repertorio del grupo, pero es curioso la reacción que despierta y el lugar que ocupa en el setlist en el momento siendo todavía un tema tan reciente en aquel momento.
Pasamos de lo más conocido del grupo a las joyas olvidadas del repertorio de JUDAS PRIEST que ocupan las siguientes pistas: “Heavy Duty” y “Defenders of the Faith”, los dos con letras que ensalzan al Heavy Metal y que, por lo menos a mí me sigue emocionando ese grito de “Metal rules the land” como si todavía fuera adolescente, y teniendo en cuenta que por fin volvemos a oír al público corear el estribillo invitados por Halford, así que no debo de ser el único. Otro punto a favor es que la canción no termina en fundido como en el LP sino con un final alternativo con Halford alterando en la última estrofa la melodía del estribillo. Sublime.
Si echamos cuentas, aparte de “Eat me Alive” que contábamos antes porque es la única canción del disco que no fue interpretada, vemos que falta, “Freewheel Burning”, el tema más speedico que JUDAS PRIEST había firmado hasta la fecha con permiso de “Exciter” de “Stained Class”, Toda la banda brilla, pero es Halford el más destacado, no sólo por lo elevado del registro a la hora de encarar el tema, sino también por la claridad en la dicción de todas y cada una de las palabras de la letra a toda velocidad. Ripper tenía también un rango impresionante y en según notas más potencia que Halford, pero desde luego que ni en la gira de “Jugulator” llegó a estos niveles, y tampoco cuando cantaba en WINTER’S BANE, y eso que si me preguntáis a mí el mejor Halford es el de “Stained Class”, pero en “Defenders” seguía siendo el número uno indiscutible.
Hasta aquí las canciones nuevas para la época y turno para los clásicos del momento, empezando por “Victim of Changes”, estropeada con ese solo tan aburrido que Tipton se ha empeñado en hacer desde siempre rompiendo toda la atmósfera del tema… Y es que Tipton ha demostrado con creces que, aunque a servicio de la banda, es un Guitar Hero por derecho propio, y a los primeros barridos del solo de “Painkiller” me remito. En este caso concreto, aunque le sirva para jugar con el público, éste solo no aporta nada y además K.K. por habilidad merecería la misma, prácticamente la misma parcela de protagonismo… pero no fue así. Otro tema muy popular en EE.UU. desde siempre, “The green Manalishi” sirve para recuperar el buen pulso del show y cerrar el grueso del repertorio… Y recordemos que ésta versión de FLEETWOOD MAC sólo aparecía en la edición americana de “Killing Machine”, retitulada “Hell Bent for Leather” para la ocasión.
No uno, sino dos bises son los que cierran el concierto: En el primero suenan “Living After Midnight” y “Hell Bent for Leather” con la moto atronando en primer plano en la mezcla y, en el segundo, tras los “¡Oh yeah!” de rigor con el público por parte de Halford, un acelerado “You’ve Got Another Thing Coming”, superclásico en Estados Unidos desde que salió, da por definitivamente cerrado un concierto al que pocos peros se pueden poner.
Sólo queda desear que JUDAS PRIEST continúen con esta política de reediciones con valor y por ejemplo se reediten “Ram it Down” con el concierto de Miami o de New Haven, alguno de los varios bootlegs de la gira de “Stained Class” en Japón que tienen una calidad impresionante de sonido, los famosos piratas de la gira de «Painkiller» justo a PANTERA y ANNIHILATOR… y así disco a disco y gira a gira. Ojalá… ¡Bien hecho, metallians, y nos vemos en Barna!
Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)