Buen concierto de ROCKING HORSE en Madrid
Nos gustó el disco de la banda, charlamos con ellos muy animadamente en formato de entrevista hace unos días, pero nos faltaba comprobar cómo se manejaban en directo. Os lo contamos:
ROCKING HORSE: Madrid, sala Costello, viernes 24 de febrero de 2019…
¡Qué lujazo poder seguir disfrutando de conciertos tan rotundos de rock n´roll casi en familia! Cierto que la Costello no es una sala al uso, y que el concierto de ROCKING HORSE en Madrid fue una presentación, o primera piedra de toque en directo más bien, para unos pocos afortunados.
Siempre lo remarcamos, y es que dentro de unos años podremos decir aquello de “nosotros estuvimos allí”. Porque había público, por supuesto, pero también varios compañeros de prensa y amigos que teníamos muchas ganas de comprobar in situ lo que habíamos comentado días atrás en entrevistas varias. También había muchas ganas de situar sobre el escenario a los tipos divertidos, gamberros y cercanos que nos habían encantado con su reciente “El cielo es el infierno”. Rock n´roll puro y duro, sin etiquetas, ni cortapisas ni complejos de ningún tipo.
¿Sala pequeña?, ¿media entrada?, ¿pocas luces y el público en principio un poco frío? ¡No pasa nada!, que era una noche de rock n´roll, de disfrutar, de tomarse unas cervezas y de ver en directo a una banda de las que se crecen sobremanera en las distancias cortas y sudando juntos.
De hecho, desde el comienzo directamente con las rotundas “El mundo al revés” y “Dale gas” aquello estaba claro: hard rock de muchos quilates, actitud, desparpajo, ruido y calidad a raudales. Y morro, mucho morro, con gorra de plato, sombrero de vaquero, pañuelo pirata o melena al viento. Es decir, tonterías las justas que aquí ninguno éramos jovenzuelos ni principiantes, ni encima ni debajo del escenario, y habíamos venido a divertirnos.
¡Y vaya si lo hicimos!, a ritmo sobre todo de los mejores temas del último disco de la banda, y bien dirigidos por el buen humor de Paquito “Sex Machine”, vocalista, frontman… y un tipo de los que, como decíamos, se crece en las distancias cortas y en la primera línea de fuego. Y si tenemos que mentar a nuestros queridos Rajoy y Cospedal en “Quién te crees que eres”, se les menta… cagándonos en su puta madre, musicalmente hablando digo, jeje. O despotricar un poco en «Dale al botón» contra la caja tonta y sus secuaces (que afortunadamente creo que no somos los que estábamos en la sala). Mientras tanto, un lujazo disfrutar de la actitud, como si estuviera en el Trobadour de Los Angeles, del guitarrista Gnaposs, ¡un crack!
Hubo incluso tiempo para algunas divertidas versiones, sus queridas “Rockcovers” que, sin llegar al cachondeo, sí es la parte más desenfadada del concierto. De hecho, contaron con el señor Paco López, de MORGAN para la versión de “Sargento de hierro” que hacen de ellos. Bien, a dos guitarras y transmitiendo buen rollo… aunque por estos lares no teníamos muy controlado al susodicho, las cosas como son.
Eso sí, uno que no es amante de versiones en exceso disfrutó más de retomar los temas propios, especialmente con uno de mis favoritos de la banda como es ese medio tiempo tan chulo llamado “Los autores del guión”, una canción con un “flow” de la hostia y que de hecho nos puso a movernos de verdad a la mayoría de los presentes, amigos roqueros y presentes menos roqueros. Eso sí, atacar un “Highway star” de manera tan aguerrida, épica y totalmente brutal merece una reverencia aparte, que está claro que arrancarse por PURPLE y tocarse / cantarse de esa manera tamaño himno del rock merece consideración extra. ¡Tremendo!
En la parte final tuvimos tiempo de volver a disfrutar con el último disco del grupo, con la gamberra y divertida (y muy funkie) “Cuando cae la noche”, para retomar Paco Morgan el escenario con ellos para “destrozar”, como dicen ellos, un “With a Little help of my friends” del señor Joe Cocker. Sólo nos faltaba ver a Gnaposs como un loco tocando desde la barra del fondo (y con cuidado de no darse cabezazo con el techo) o recuperar al final uno de los temas de los primeros tiempos del grupo con la cañera “Bienvenido a la carretera”, que me encantó y que puso broche de gasolina a una gran noche de rock n ´roll. Corto pero muy intenso, que es lo más importante.
Y es que muchas veces no necesitamos grandes recintos, ni pirotecnia ni superhits para acordarnos de que el rock y el hard rock es otra cosa: una banda tocando en un garito delante de unos pocos o muchos locos con una cerveza en la mano y cabeceando y/o taconeando.
ROCKING HORSE ya están aquí, amigos, y están pasando por vuestra respectiva ciudad… no os digo más.
Texto y fotos: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)
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