Segunda jornada del Resurrection Fest: Till Lindemann, Korn & Co.
Tartas, Sardinas Y Mucho Crowdsurfing – Till Lidenmann, Korn y compañía: Vamos con una crónica resumida y general de la segunda jornada del Resurrection Fest de 2025 (tras la crónica de la primera) con las impresiones de nuestra colaboradora Elena Pejenaute y las geniales fotos de Juan Ramón Felipe. Recuperamos el relato del segundo día del Resu:
Resurrection Fest 2025 – Viveiro (Lugo) – Jueves 26 de junio de 2025
Bueno, siguiente día de “festi” y había que arrancar fuerte. Después de la inauguración de la jornada anterior, volvíamos con muchas ganas al recinto en la segunda jornada. El día estuvo soleado y con calor, pero que a media tarde se tornó algo más fresquito con nubes y un “airecito” que nos dio algo de tregua para aguantar el tirón.
Aun así y con el “calorazo” de primera hora, los levantinos Killus arrasaron con su actuación. Fueron los encargados de abrir el Ritual Stage mientras hacían lo propio en la otra punta del recinto los madrileños We all Fall en el Desert Stage. Los de Villarreal, metal industrial de primera, e instigadores e irreverentes como de costumbre, dieron cera de lo lindo con una actitud sin discusión y metieron al personal en vereda a las primeras de cambio. Y para cambio de tercio una jovencísima banda italiana, Stain the Canvas, que daban muestras de su saber hacer en el escenario principal. Sangre nueva y agresividad para el metal contemporáneo, que no falte.
Nos volveremos a mover entre los dos escenarios principales… Y la segunda banda que tocan en el Ritual son Vowws. Eso sí, con una propuesta un tanto alejada de la línea del festival a mi modo de ver. Mas tendencias “indie” que rockeras y mucho menos, metaleras a mi modo de ver, aunque perdonen mi ignorancia si no es asi; pero bueno, para gustos los colores y ahí dejaron su impronta.
Los siguientes en actuar serían Northlane. Estos australianos se caracterizan por ser unos de las bandas más innovadores del metalcore contemporáneo. Interesante actuación, aunque se vio empañada sobre todo en sus comienzos por diversos problemas técnicos de su guitarrista. Al contrario que la banda anterior sobre el mismo escenario, Death Angel fueron todo un ejemplo de fuerza y vitalidad. Pioneros del trash de la Bay Area dieron buena cuenta al festival de su energía, potencia y velocidad, poniendo todo patas arriba bajo el sol de justicia que a esas horas daba de lleno sobre las tablas.
Tras los californianos, una de las actuaciones que mas atractivo emanaban del cartel y es que Seven Hours After Violet cuentan en sus filas con el bajista de los influyentes System of a Down. Shavo Odadjian es el artífice de este proyecto de metalcore y numetal que hicieron las delicias de los presentes. En medio de estas actuaciones nos acercaríamos hasta la entrada del cercado para echar un vistazo a Messa, que estuvieron desarrollando su Jazz-metal progresivo para amantes de ambientes relajados y distendidos.
De vuelta al campo de batalla nos demolerían unos humoristico-trasheros Municipal Waste que rompieron el festival. Protagonizaron una de las mayores, sino la mas, ola de crossurfing de esta edición y de las mayores de la historia del festival. Durante toda la actuación no pararon de llover sobre el público hinchables de playa de todo tipo, flotadores, colchonetas, muñecos…que iban acompañando a los asistentes más atrevidos hasta el foso para después volver a integrarse en la marabunta y continuar el jolgorio. Fiestón.
Otra de las actuaciones que más curiosidad despertaron y uno de los cabezas de cartel de esta jornada fue la siguiente. Till Lidenmann. La verdad es que su show no es apto para todos los públicos y no hablo a nivel de mayoría de edad, que también. Su actuación fue provocativa e irreverente. Los componentes de la banda se caracterizaban por su ambigüedad y actitud en el escenario. Cada tema era sinónimo de bizarro, insolente y atrevido, algunos lo describieron como una actuación ofensiva y de mal gusto. No era obligatorio quedarse para verlo. Volaron tartas, sardinas y…támpax ensangrentados recién salidos de la vagina del baterista. Como decía un espectáculo no apto para todos los públicos y que no dejo indiferente a nadie. En lo musical, nada nuevo. Metal industrial made in Rammstein.
Momento para calmar los nervios y darle un poco de ambiente festivo al tema. De eso se encargaron los locales Heredeiros da Crus, rock and roll gallego y desenfadado para calentar el preámbulo del plato fuerte de la noche. Plato de esta noche y de todo el festival. Y es que la banda de Jonathan Davis era la banda esperada desde hace ya unos añitos para encabezar una jornada en Viveiro. Su actuación de 2022 fue cancelada en el último momento echando por tierra la ilusión de muchos de sus fans; pero Korn saldaron la deuda que tenían pendiente con el “Resu” y cumplieron con las expectativas.
Un show repleto de “hits” con el que la multitudinaria asistencia que llenaba prácticamente el recinto disfruto durante toda la actuación fue visualmente “resultón”. Una serie de focos móviles subían y bajaban decorando el escenario con sus luces láser. Sonó alguna versión de Metallica y para acabar serpentinas. Buen sabor de boca después del plantón de hace tres años. Valió la pena la espera.
Después de los americanos poco quedaba que esperar. Espantada general y para los que quedaban con alguna gana de fiesta, esta se la darían los alemanes Hämaton, y Deez Nuts. Los primeros en el Ritual Stage programaron un espectáculo divertido no exento de metal. Los segundos hacían su descarga en el Desert Stage, ya cerquita de la salida para salir “escopetados” en cuanto se terminara la música.
Texto: Elena Pejenaute / Fotos: Juan Ramón Felipe
Galería de fotos completa de la segunda jornada del Resu en este enlace

