Crónica de STATUS QUO en (Noches del Botánico) en Madrid

Hay pocas cosas más divertidas que un concierto de STATUS QUO. La vida de Brian. Faemino y Cansado, nuestros benditos políticos actuales tan “trabajadores y decentes»… Muy pocas cosas. Nosotros nos lo pasamos bien viendo conciertos tan buenos como éste. Os lo contamos:

Por eso, cuando en el cartel de Noches del Botánico se anunció STATUS QUO para el sábado 15 de junio, muchos tuvimos claro que era cita obligada, y la noche del concierto llegó con todo el papel vendido. Lo cual es algo que no me explico (nótese la ironía): Están viejos, todas las canciones son iguales, deberían haberse retirado hace años, desde que no está Rick Parfitt ya no son lo mismo. Y, sin embargo, ahí siguen, incombustibles. ¿Por qué? Porque todos los presentes nos sabíamos la reglada de oro: si vas a un concierto de STATUS QUO seguro que te lo vas a pasar bien. Y eso lo pueden decir muy poquitas bandas.

No había anunciada ninguna banda invitada, algo que no entendemos dado lo caros que son los conciertos en la actualidad. Y así, a las 21:55, 10 minutos tarde sobre la hora anunciada, salieron STATUS QUO a escena con sus habituales camisas blancas y pinta de jubilados de excursión con sus sobrinos, algo que les pasa a muchas bandas veteranas con cambios en la formación. Pero ni Leon Cave en la batería ni Richie Malone a la guitarra, acusaron precisamente falta de experiencia ni de maestría en sus instrumentos. La banda es sólida como el granito, funcionó como un reloj, de principio a fin.

Además, esta banda tiene algo que solo tienen unos pocos elegidos, los más grandes: desde las primeras notas, desde el primer riff, sabes que son STATUS QUO. Aunque los pilles de casualidad en la radio, da igual, son inconfundibles. Lo es la canción que abrió fuego: “Caroline”, un maravilloso clasicazo muy rockero de su primera época, del “Hello!” de 1973. Y pocos grupos consiguen tanta conexión con el público: desde el primer tema, ¡todos a saltar con el pilates de STATUS QUO! El inicio del concierto fue a todo gas, siguiendo con “Rain”, uno de sus temas más potentes y hard-rockeros, con Andy Brown abandonando los teclados para verle en guitarra y voz, y con las guitarras de Rossie y Malone echando humo en los solos. Luego otro trallazo guitarrero setentero, “Little Lady” con “el joven” Malone en la voz.

Status Quo

Con esta banda sucede algo maravilloso… empieza el concierto, pasan los temas, y no quieres cambios. Sí, todas las canciones son, si no iguales, bastante similares. ¿Y QUÉ? ¡Si esas son las que molan! No quieres cambios, fuera experimentos, ¡y a saltar y bailar! El cerebro se te desconecta al primer tema y solo te dice: no pienses y sigue saltando.  Y en ello seguimos con “Softer Ride”, temazo que al principio parece lento, pero que poco a poco se vuelve furioso, y con unos juegos de voces y coros preciosos. Y luego con “Beginning Of The End”, que, pese a ser del 2007 suena tan bien como los temas de los 70, y para mi representa como pocos temas el sonido de STATUS QUO.

Y hablando de saltar, llegó “Hold You Back”, la jota rockera, para no parar de hacerlo, en cuyos riffs se demostró lo que nos gusta en España un LO LO LO. Después de un magnífico ‘medley’ que empezó con “What you’re proposing”, otro clásico, esta vez ochentero, llegó otro de los temas que más me gustaron de la noche: “The oriental”, un tema con riff maravilloso en el que las guitarras casi parecen hablar.

Yo tengo una teoría, y espero que algún día un físico me la confirme. En los conciertos de STATUS QUO se produce un fallo espacio temporal que hace que el tiempo pase 10 veces más rápido de la normal. Y confirmando mi teoría, resulta que ya solo faltaba la traca final, los himnos que todos esperábamos.

Status Quo

Se inició con un tema que es, para mí, lento y prescindible “In The Army Now”, opinión compartida por muy pocos de los presentes, viendo como el mundo coreaba el tema a grito pelao. Pero casi vino bien ese leve descanso, porque a partir de ahí ya todo fue caña, sin descanso, con un cierre de concierto con 3 himnos inmortales como “Down, Down”, “Whatever You Want” y un temazo de STATUS QUO que algún chalao dice que es de John Fogerty. Pero no os dejéis engañar, “Rocking All Over The World” es y será siempre de STATUS QUO.

La fiesta se cerró, en los bises, bailando y saltando, como no podía ser de otra forma, al ritmo otro viejo tema de los 70, “Don’t Waste My Time”. Y con esto sí que se acabó el concierto… Pero pese a esa pequeña pero inevitable decepción, todos nos fuimos con caras de felicidad por lo disfrutado. Porque la felicidad es un concierto de STATUS QUO.

Texto: Raúl Moreno / Fotos: Mar Fuertes

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