Crónica de EL DROGAS en el Circo Price en Madrid
Os contamos nuestra visión del concierto de EL DROGAS en Madrid del viernes pasado dentro del ciclo de conciertos Inverfest. Polémicas y suspicacias absurdas en redes aparte, aquí os contamos y mostramos cómo fue, al menos en nuestra opinión, el concierto en el Price de hace unos días:
EL DROGAS – Viernes 18 de enero de 2021 (Teatro Circo Price, Madrid)
El pasado viernes estuvimos disfrutando del concierto de EL DROGAS en el Price, en Madrid. A pesar del revuelo en redes estos días, los que estuvimos allí sabemos de primerísima mano que se cumplió estrictamente el protocolo de seguridad, de aforo y demás medidas de responsabilidad. La organización, el recinto y los controladores del recinto velaron por ello en todo momento, puedo dar fe de ello. Vosotros elegís: disfrutar (que la cultura es segura) o malmeter y polemizar. Nosotros sin duda elegimos disfrutar, y contároslo y mostrároslo.
De cualquier manera hay varios datos para corroborar esto, pero no necesito perder mucho el tiempo ni convencer a nadie. El miedo es libre y la cultura es segura. Lo que da más rabia es ver que se prefiere demonizar los conciertos y crear fantasmas, errores e irresponsabilidades donde no los hay. El aforo permitido en estos eventos es el que es (muy reducido de hecho), y además en este concierto en concreto no hubo sold out (es la realidad y no merece la pena decir lo contrario) con lo que las acusaciones de sobreaforo no tienen sentido. Tampoco lo tenía en el caso de Raphael en su momento, y nosotros que somos plurales (aunque nos dediquemos al rock y el metal) lo defendemos también desde aquí ahora. Se están haciendo bien las cosas, dentro de los límites permitidos, y con el máximo respeto y cuidado.
¿Por qué seguimos torpedeando en vez de alabar, apoyar y empujar? O al menos no molestar… Si no te cuadra, no vayas, pero déjanos al resto seguir con la “nueva normalidad” de la mejor manera posible y cumpliendo las medidas sanitarias y de seguridad marcadas. A ninguno nos gustan pero las cumplimos, los músicos y organizadores los primeros, y el público también… pero parece que nos gusta más lo de ser policías de balcón, y jueces y verdugos, antes que aportar soluciones y apoyar. De verdad que sigo sin entender la razón de los ataques…
Es cierto que la pista sí estaba llena (dentro de los límites permitidos, insisto, y cumpliendo al 100% el protocolo de seguridad marcado por la Organización y la Comunidad de Madrid) pero las gradas no. ¿Dónde está el error o la polémica? Insisto en el tópico: el miedo es libre, y si alguien no se siente cómodo o seguro en un concierto en estas condiciones, que no vaya. A mí mismo me sigue costando ver conciertos sentado y de una manera más fría y aséptica, ¡pues claro!, pero de ahí a la bravuconería y la falta de respeto (y faltando a la verdad, en definitiva) en redes hay un trecho muy grande. Muy español todo esto, sí, tirar la piedra (sin haber estado, eso sí), no comprobar nada (la presunción de “inocencia” aquí no existe) y esconder la mano.
Es decir, comprobar las cosas, y corroborar las imágenes desde otro punto de vista no hace falta pero ahí estamos los primeros para tirar por tierra las ilusiones de muchos, el trabajo durísimo de tanta gente y la propia responsabilidad del público asistente (que sí, que en los últimos temas nos pusimos muchos de pie… ¿eso es “matarnos a todos”, “no tener cabeza” y “tirar por tierra los sacrificios que estamos haciendo”?). Demasiado tonto en la corteza… si ya lo decían ellos hace no tanto en su primer disco en solitario como EL DROGAS. Y la frase sigue igual de vigente o más…
Dicho esto vamos con la crónica del concierto. Pero antes me apetecía explicarlo o al menos contar mi punto de vista de lo que pasó (como asistente del concierto y también como fotógrafo y periodista que pude estar tanto abajo como arriba del recinto y comprobar de primera mano la realidad)… o al menos desmentir lo que no pasó. Lamentablemente no son muchos los conciertos a los que podemos asistir ni cubrir en la actualidad, con lo que cada uno que tenemos es una fiesta, o debería serlo. Éste además era bastante especial para mi porque era el primero de EL DROGAS tras la reciente muerte de Boni (eterno compañero, guitarrista y cantante… y posiblemente alma máter, en BARRICADA).
No voy a mentir y a decir que no esperara más homenaje, tanto por parte de los músicos como por parte del público, pero quiero pensar (y sé de hecho que así era) que la procesión va por dentro. Por supuesto que hubo varias menciones a lo largo del concierto y algún pequeño comentario al respecto, pero el homenaje realmente fue el comienzo, con El Drogas saliendo en solitario para dedicarle al Cielo del Rock “Tu nombre”, uno de los temas de BARRICADA nada habituales en sus conciertos y que por supuesto iba a la memoria de Boni.
Tras esto básicamente tuvimos un concierto base de EL DROGAS de los últimos tiempos, presentando de hecho su nuevo quíntuple disco, “Sólo quiero brujas en esta noche sin compañía” y repasando (casi) todos los proyectos previos, ya fuera TXARRENA, por supuesto BARRICADA y los discos anteriores de EL DROGAS. Claro que los seguidores barriqueros, que éramos la mayoría, siempre queremos más “de lo antiguo”, y claro que los músicos a su vez quieren más actualidad. Pero el balance creo que es correcto y nos entendemos bien ambas partes en ese sentido. Ya digo que me quedó la espinita de un punto extra de recuerdo a Boni nos hubiera gustado a muchos, pero nada que reprochar al respecto a la banda, y sobre todo al Drogas (que seguro que no fue fácil dar este primer concierto “sin el Boni”).
Volviendo a lo que vimos, retomo la idea, que es inevitable, de la cierta “frialdad” de los conciertos de rock (y éste fue muy cañero y eléctrico en su mayoría, las cosas como son) en estas condiciones. Y no es culpa de nadie, ni de la banda (a un nivel excelente como siempre), ni del público, que le cuesta entrar en calor pero al final se disfruta. Son los tiempos que nos han tocado vivir y es inevitable esa sensación de conciertos a medias que espero que acabe lo más pronto posible. Y es cierto que hubo más calor al final del concierto que al principio, pero se nota el cariño y respeto del público en Madrid por EL DROGAS, aunque el nuevo disco nos haya costado más a los seguidores de siempre (quizás más por exceso que por defecto, ojo).
Bueno, tras el comienzo en solitario con “Tu nombre” (que alguna lagrimita nos hizo soltar a los que sabíamos lo que estaba tocando y porqué), era el momento de lidiar en el comienzo con una primera tanda de temas nuevos, en formato semiacústico (y ya con la banda completa sobre el escenario). Entre ellos, destaco esa preciosa e intensa “Sin lámpara” para ir entrando en ambiente, aunque fuera suave todavía.
Por cierto, no he hecho referencia al hecho de ver un concierto así en el Price, ¡qué lujazo! Es un recinto excelente, con una acústica tremenda y que para eventos musicales (aunque no siempre se utilice demasiado, al menos no para el rock y heavy metal) es una maravilla. Ojalá se siga usando para conciertos y que nos dejen entrar al rock y los rockeros más a menudo…
Seguíamos con la parte ya 100% eléctrica y comenzábamos con la caña… “Así”, “En punto muerto”, y ya calentando de verdad el ambiente recordando a TXARRENA con “Empujo p´aki”, chistera de mago pirata incluida, y la salvaje, valga la redundancia, “Salvaje mirar” que tanto me gusta, sonando además muy guitarrera con un Txus Maraví cada vez más protagonista del sonido de directo del grupo. El Flako y Brigi le pegan, ¡vaya si le pegan!, y le dan complemento al sonido de la banda, pero es cierto que Txus ha cogido mucho protagonismo sónico y presencia en escena en los últimos tiempos y se le ve muy suelto y cómodo.
Por cierto, por si no lo he comentado aún, salieron y se mostraron en un escenario bastante diáfano, con alguna proyección de fondo acompañando, pero mayormente eran ellos sobre tres alfombras, y la batería transparente de Brigi al fondo, que es espectacular en sí misma. Esta vez sin coristas ni adornos extras, que no están los tiempos para dispendios, ¿qué le vamos a hacer?… Seguíamos ya con caña con la vacilona y gamberra “La mala suerte” y ese tango – roquero / bluesero que es “Sólo es febrero” que es cierto que a un servidor le dice menos, las cosas como son.
Eso sí, de repente Txus da un paso al frente junto al jefe para denunciar estos tiempos tan raros de racismo, imperialismos, demostraciones de vanidad y malas artes, y “La hora del carnaval” lo pone todo en su sitio de nuevo. Por cierto, no se suele ver al Drogas con la eléctrica, pero la ocasión lo merecía, y entre la guitarra azul tan chula que sacó, los coros poderosos del Brigi y la magia del tema, la gente despertó del cierto letargo inicial… y es que los temas de BARRICADA son sagrados.
Es cierto que de las nuevas hay canciones que funcionan mejor en directo y otras no tanto. Y quizás “Ya podemos irnos”, con su letra tan particular y costumbrista, es de las segundas, pero de repente un tridente con “Frío” (¡menuda versión tremenda que se lleva marcando EL DROGAS del clásico de ALARMA desde hace tiempo!), “No sé qué hacer contigo” (modernizada en sonido, las cosas como son) y “Sofokao”, con el bajo sonando como un cañón (aunque en este caso sea el Flako el que coja el testigo al respecto), son palabras mayores. Y la reacción de la gente también, obvio. Ni mejor ni peor, pero competir con los clásicos en este tipo de artistas es batalla perdida, y ellos lo saben y también juegan al despiste con nosotros al respecto.
Era el momento de hacerle guiños a aquel “Demasiado tonto en la corteza”, que de alguna manera el concierto se estaba desarrollando en bloques, y a recordar tanto el punto más melancólico de “Cordones de mimbre” como la caña rotunda y despiadada de “Están para violarlas” (con dedicatoria clara y directa del jefe para los que dicen que no existe o que se exagera la violencia machista). Seguíamos con mucha caña y mensajes directísimos, y dedicatorias dirigidas con bala, en la parte más dura del show… Y oye, aunque estuviéramos sentados se agradecen los momentos de rabia en estos tiempos: “Mientras arde tu país (Europa callada)”, de lo mejor sin duda del último disco, “Come elefantes”, y que viva la Monarquía,… El que quiera entender que entienda, que EL DROGAS no da puntadas sin hilo, y el setlist está muy pensado. De hecho esta parte sonó más dura y cruda que nunca, y seguro que no fue casualidad.
Entrábamos en la última parte del concierto, la “facilona” (y que nadie me malinterprete el comentario, ¡eh!) y la de los clásicos imprescindibles, sonando además empalmados y uno detrás de otro ya con la gente más desbocada, claro: “La silla eléctrica”, “No hay tregua”, cantada por nosotros casi entera (y que para mí era la dedicatoria definitiva a Boni porque, cuando se aprende a llorar por algo también se aprende a defenderlo…), “En blanco y negro” y “Azulejo frío” (que se ha quedado como el gran clásico de TXARRENA / EL DROGAS, curioso). Para terminar, y ya fuera de carta (o al menos no estaba en el set) nos regalaron una tremenda “Todos mirando” para rematar por todo lo alto, con espíritu BARRICADA como no podía ser de otra manera.
Cerrábamos (casi) dos horas de show con una sonrisa, habiendo disfrutado… ¡Agusto!… aunque se me sigue haciendo difícil ver los conciertos así, y echando de menos, no lo puedo obviar, más recuerdo y homenaje a Boni porque, sin meterme donde no me llaman, era el momento y el sitio para hacerlo. Por cierto, como outro y epílogo sonaba por los altavoces ese “Heroes” de David Bowie que en otros shows han versionado ellos mismos, y que ahora la dejan de fondo mientras se desalojaba escalonadamente el recinto… cumpliendo de nuevo a la salida TODOS los protocolos de seguridad y responsabilidad.
Bueno, creo que no es el mejor concierto de EL DROGAS que he visto en los últimos tiempos, y seguramente ya con Boni en el eterno recuerdo creo que es una losa que cada vez me va a costar más llevar y superar. Pero esto es un análisis mío particular, y además lo expongo como fan, porque a nivel de crítico y como periodista especializado poca pega le puedo poner al show por la situación. Bravo por la valentía, por el buen hacer, el oficio y el arte mostrado y demostrado en directo, como siempre. Y que nos volvamos a ver sobre un escenario pronto…
Por cierto, el que no quiera al Drogas (y al Boni), es que no quiere a sus padres. Respeto y pleitesía, siempre… ¡Gracias y hasta la próxima, amigos!
Texto y fotos: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)
Vemos la galería de fotos completa del concierto en este enlace. Y debajo vemos un vídeo demostrativo del concierto para cerrar:
P.D. – Precisamente por cumplir escrupulosamente los protocolos de seguridad, las fotos son de algo más lejos de lo habitual y sólo desde un lado del escenario (y sin movernos como habitualmente). Seguro que lo sabéis entender y nos disculpáis que en estas condiciones se hace lo mejor que se puede…