Crítica del nuevo disco de GUADAÑA… cuidado con el «Karma»

Guadaña headerGUADAÑA – “Karma” (Fish Factory)…

Reconozco que el nuevo disco de GUADAÑA me ha descolocado… pero me ha durado sólo un segundo la impresión «negativa». Es más, lo cierto es que adoro cuando a estas alturas un disco aún es capaz de descolocarme. Me explico: ¿cuántos trabajos a día de hoy pasan por delante de nuestras narices, discos técnicamente perfectos, que suenan de puta madre y/o que “molan” sin más… pero nos dejan fríos como un bakalao? Pasa con bandas nuevas, con clásicos y con grupos intermedios, si me permitís definirlo así. Y de repente, entre toda la pila de discos que tienes para escuchar y “valorar” este semana, aparecen uno o dos que te hacen arquear la ceja y pensar: “espera, un momento, ¿qué es esto?, voy a ponerlo otra vez… y una tercera también”.

¡Bien por mis amigos gaditanos que cuanto menos rompen esa barrera de la indiferencia desde el primer momento! Cierto que ya empiezan a ser perros viejos, y ese punto de la innovación y la evolución forma parte de su ADN como banda. Y es que desde los primeros tiempos netamente heavys y power de sus inicios aún como HUMA (¡bendito aquél primer trabajo!, por cierto) hasta ahora, sin duda que hay un cambio tremendo, muchos pasos adelante y unas ganas de experimentar y avanzar que no es habitual. Sobrevivieron a todos los que abogábamos (sí, yo también me incluyo) porque sólo hubiera voz femenina en la banda, consiguieron que nos olvidáramos de HUMA y de aquella primera formación con otros miembros, y sin duda que con “Karma” han parido seguramente su trabajo más rotundo hasta la fecha.

16602123_1315001471889405_1996424583319250077_oPor cierto, lo digo desde ya: SONIDAZO. Una fuerza abrumadora sobrevuela por todo el trabajo, que además es totalmente variado y ya digo que descoloca, que sí, que te vuelve del revés varias veces durante la duración del disco. De repente esto es metal moderno, para pasar a un heavy/power casi noventero, después saltan voces guturales y riffs matadores e incluso aparecen pinceladas industriales, un par de momentos totalmente progresivos… y todo se remata con ese par de temas superheavies “escondidos” entre el resto que nos hacen relamernos a los más clásicos del lugar. Y todo ello siendo coherentes con la propuesta, controlando los tiempos y jugando a desubicarnos a propósito, no descolocándonos por probar a ver si cuela el mezclar agua y aceite, si sabéis lo que quiero decir. No, aquí todo está medido y van sobrados, de fuerza y de actitud, y de calidad, cada día dando un paso extra adelante.

El disco es durísimo y quizás no contiene ese hilo conductor conceptual que sí tenía el anterior “Deryaz”, por ejemplo, aunque bien es cierto que todas las letras del disco tiran un poco por una idea común de reivindicación, de lucha, de plantarse ante adversidades y… de desear que el karma aparezca y haga su trabajo, que no existen actos sin consecuencias, vaya. Por cierto EXCELENTE trabajo de producción entre el propio Pablo Casas, batería del grupo, y el ingeniero Javier Roldán (que ya ha trabajado con ellos antes y es el encargado del sonido de SAUROM desde hace mucho tiempo, en estudio y en directo). Chapeaù, chicos, me quito el sombrero… ¿lo había dicho ya?

Punto aparte merece el capítulo de las loas al trabajo de los músicos, excelente siempre en una banda como GUADAÑA, super profesional y con una calidad técnica muy por encima de lo que muchas veces les consideramos, injustamente además. Brutal Pablo a la batería, rotundísima y 100% precisa, el punto de Juanma (¿nuevo miembro del grupo?) a las guitarras y ese deje aplastante en el bajo de Noel también marcando los tiempos en todo momento. Después, vocalmente está claro que Glory es brutal, cantando con muchos matices, desde el deje más rasgado de nuestra querida Azuzena (SANTA) hasta el punto más melódico y preciosista sin olvidarnos de ese tono personal tan chulo que tiene marca de la casa. Salva hace tiempo que dejó el debate atrás, y ahora es cierto que juega más que nunca con tonos más graves y casi guturales a veces, pero su voz empasta de lujo con la de Glory. Además, hay una pléyade de colaboradores de primera línea que le dan aún más lustro a este disco: Tete Novoa (SARATOGA), Alfred Romero (DARK MOOR), Justi Bala (SNAKE EYES y ex SPHINX), Nando Perfumo (THE ELECTRIC ALLEY)…

15977938_1289164324473120_4769287320365831043_nComo única pega del disco, y eso que sé que es de los puntos fuertes (que oye, quizás soy yo que no lo sé apreciar), la portada me ha dejado muy frío y no me ha transmitido esa fuerza y energía que contiene “Karma”. Entiendo la simbología y el simbolismo de la misma, e incluso el preciosismo de los detalles que contiene… pero no me ha entrado. Tendré que esperar a verla en vinilo supongo, jeje… Curioso que las ilustraciones interiores me parecen alucinantes y la propia imagen de portada me ha llamado menos, ¿qué le vamos a hacer?, también entran los gustos personales en estas cosas.

¿Qué me queda?, hablar de las canciones, y repito que me parece de lo más grande del disco: cómo han conseguido cohesionar tan bien en “Karma” una colección de canciones a priori tan diferentes y tan “de su padre y de su madre”. Ya digo que hay cortes durísimos y muy actuales como la inicial “Aún sigo en pie”, la extensa “Víctima o verdugo” o “El castigador”, y de repente un tema tan “comercial” y a la vez superheavy como “Dios del trueno” (¿os imagináis una mezcla entre SANTA y WARCRY?… joder, yo tampoco ¡hasta ahora!… y que a mí me recuerda a una versión actualizada del “Héroe de papel”, ya veis, jeje) o el punto pegadizo pero sin perder ni un ápice de brutalidad de “Mientras duermes” (¡menudo estribillo de los que te atrapa y aniquila sin piedad!).

Sin duda que “Nuestra revolución” va a gustar mucho en directo y es todo un himno para los conciertos, al igual que «Ser uno mismo» (del que aquí podemos ver su nuevo vídeo, recién estrenado), aunque creo que el tema estrella es la propia “Karma”: más larga, variada, con muchos cambios de ritmo y sonoridades, melodías alucinantes y además donde aparecen varias de las voces invitadas, ¡tremenda!… ¡Ah!, sé que lo estáis esperando y por supuesto que lo tengo que repetir una vez más: ¿qué en España no tenemos bandas y discos al nivel de los guiris? ¡¡¡¡¡¡Por favor!!!!!!

16487440_1315001798556039_2938190290415986923_oMis reverencias, chicos, que os habéis marcado un discazo de padre y muy señor mío: superheavy, superduro, crudísimo, macarrísima y a la vez superactual y moderno. Seguramente no sea mi disco favorito del año, pero no importa, pues uno es ya casi abuelo cebolleta y al final le tiran los álbumes de rock vintage y que suenan añejos, ¡maldito defecto profesional, mío, de seguir mirando más atrás que adelante en este noble arte de la música!, pero sin duda que pocos, muy pocos discos van a salir en el panorama al nivel de este último trabajo de GUADAÑA.

Desde ya tiene que ser referencia para las nuevas bandas de metal nacional, afirmo…. Y lo digo a nivel de sonido, de interpretaciones, de canciones, de fiereza, de calidad… De corazón, habéis parido un disco BRUTAL, enhorabuena.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Tracklist del disco:

  1. 14242258_1157991404257080_7867640902207681591_oAún sigo en pie
  2. Ser uno mismo
  3. Reflejos
  4. Dios del trueno
  5. Nuestra revolución
  6. Encrucijada (con Chiqui García)
  7. ¿Víctima o verdugo? (con Justi Bala)
  8. El bosque
  9. Némesis (con Alberto Díaz y Nando Perfumo)
  10. El castigador (con Justi Bala)
  11. Mientras duermes
  12. Karma (con Tete Novoa, Alfred Romero y Jose Vicente Broseta)
  13. Dharma

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