Orgulloso de ser español… ¡Viva España!

A veces vemos o leemos noticias que nos inspiran para comentar cosas… Sentimientos dormidos o ideas que sobrevuelan nuestras cabecitas críticas y de vez en cuando sacan al gruñón que llevamos dentro. Eso sí, sin acritud ni intención polemizadora ninguna. Sencillamente, nos tiran de la lengua y nos dejamos llevar. ¡Viva España!

España

Todos nos sabemos, queramos o no, aquella cantinela de “(…) ¡Yo soy español, español, español! (…)”. Es más, estoy seguro que no puedes leer la frase sin que se te repita el soniquete y la cancioncilla en la cabeza, y yo tampoco… Bien, el caso es que leemos esta mañana que IRON MAIDEN, o Billboard en este caso, publican la lista de ingresos de la banda en la última gira y resulta que en España, en su concierto en el Wanda Metropolitano de este verano, es donde más han recaudado: casi 5 millones de euros. Hasta ahí todo bien, normal incluso, que nos hemos acostumbrado a leer cifras y a que las bandas gigantes de rock (y MAIDEN ya lo son) recauden cifras astronómicas en todo el mundo y tengan algunos de los cachés más altos de la escena musical.

El caso es que nos ha faltado tiempo para sacar el orgullo nacional, ese diablillo que llevamos dentro que nos obliga a decir aquello de “soy español, ¿a qué quieres que te gane?” tan tristemente habitual aquí en los últimos tiempos. Y bueno, por un lado hay que decir que enhorabuena a los premiados, que perfecto y que nos alegramos por ellos. El tema es que los premiados no somos nosotros, no somos los seguidores de a pie ni los fans ni los medios, ni siquiera los que hayan trabajado directa o indirectamente en el concierto (aunque su pellizco se puedan haber llevado, una cosa no quita la otra… y nos alegramos de corazón por ello).

Es decir, gana la banda, gana el promotor, gana el agente, gana el intermediario, gana el que alquila el estadio, gana la multinacional que está detrás… pero no ganamos nosotros, ni la escena ni el rock. Tampoco perdemos necesariamente, no voy por ahí, pero de ahí a decir orgullosos que hemos ganado en algo así… en fin, va un trecho grande… Y tampoco nos acordamos de que a esos precios muchos ya no pueden acceder a los conciertos de este tipo, que se han convertido en eventos de moda y elitistas, pero ése es otro debate, me temo.

Volvamos al argumento… Pues sí, ganamos en precios de las entradas, ganamos en cachés inflados, ganamos en dificultades y trabas para hacer conciertos en grandes recintos, ganamos en privatización de espacios públicos, ganamos en número de entradas VIP y en precios de pases megachupiguays, con cifras enormes por cierto. Pero realmente perdemos, en casi todo, y no lo queremos, sabemos o nos conviene verlo. Y sigue ganando el PP y el Real Madrid y el Barcelona FC… Si es que nos va la marcha y nos gusta aparentar lo que no somos y queremos ser.

Es más, el argumento es como el que piensa que ha follado por ver una película porno, o el que al día siguiente acude al trabajo henchido de orgullo cuando su equipo (casi siempre de fútbol) ha ganado el partido o título de turno… sin pensar que ellos han ganado pero tú estás en un curro precario, bien jodido y en condiciones laborales casi siempre cuestionables e irregulares (o más bien regulares, si me permitís la broma). ¿A dónde quiero llegar con esto? Y no es una crítica, de corazón que no lo es, pero no entiendo muy bien que nos alegremos y hagamos cuestión de patria incluso el hecho de que seamos “los primeros” en una lista de este tipo. Populismo, es populismo puro y duro, y demagogia, pero da igual, «hemos ganado».

Es decir, que expresándolo así todos vais a entender el símil,… Cuando la selección española de fútbol (o de basket, vale… aunque todos sabemos que la situación no es la misma pero para el ejemplo nos vale) gana el Mundial  que sea y decimos “hemos ganado” y “somos los mejores del mundo”, no nos acordamos de los recortes en materia laboral, social, que nos la están colando justo en ese momento con decisiones políticas muy relevantes de las que no nos damos cuenta (ni informan), de la ley mordaza, de las precarias condiciones profesionales, de los sueldos míseros en contraposición de los millones que ganan las estrellas, de la manipulación y censura que nos rodea… Pues bien, cuando IRON MAIDEN (o AC/DC o METALLICA o quién sea) aparece en una lista como que en España han sido los números 1… en recaudación, deberíamos pensar en el porqué, y sobre todo si esto nos beneficia de verdad o si realmente nos conviene ser líderes de algo así.

Vuelvo al “yo soy español y a qué quieres que te gane”. Vale, somos los primeros en deportes, ok… pero también en corrupción, en cachondeo (del malo), en violencia machista, en recorte de derechos y libertades… y los últimos en educación, cultura, sanidad… ¿Veis por dónde voy? ¡Ah y que no se me acuse de ofender los sentimientos religiosos de nadie, por favor!, pero no me acuerdo positivamente de Dios precisamente cuando leo algo así y veo las reacciones que suscita… ¡Ah!, y las bandas nos la cuelan muchas veces, pero da igual, nuestras tragaderas (y huevazos) son mayores que nuestro corazoncito, grande de por sí…

Nuestros sueldos son de los menores de Europa pero nuestras entradas de conciertos de las más caras del mundo, ¡enhorabuena! Los cachés de las bandas son altos, cierto, y cada vez más, pero casualmente en España todos se frotan las manos porque vienen contratados a precios de oro, ¡enhorabuena también! Aquí los promotores se acuchillan entre ellos en vez de darse la mano, lo que encarece y dificulta precios, opciones, colaboraciones; se pisan giras, se doblan o triplican precios con tal de que no se lo lleven otros, se torpedean operaciones en marcha o ya cerradas (tema NIGHTWISH, ejem), ¡bravo!.. Ojo, que no digo que no ocurra en otros sitios…

Que sí, que su partido también es corrupto, que Fulanito también se ha tirado por el puente, que no queremos estar como en Venezuela (sea como sea que estén, que no tengo la menor idea) o que en Alemania también sigue habiendo nazis y en Suecia hay mucho colgao y no es todo tan bonito… Ok, punto para el equipo de los chicos (o de las chicas, que ahora hay que coger con pinzas todo lo que se dice y cómo se dice)… pero no tienes razón. Y de Cataluña mejor ni hablamos, que la liamos… Además, siguiendo con el deporte nacional…

…¿El fútbol?, ¡Noooo!, la envidia y el tirar por tierra el trabajo de los demás como diversión. Si la semana pasada, o la anterior, el momento comepipas fue la suspensión de AVALANCH en el FeneRock, ahora ésta le ha tocado a la versión del “I want out” de HELLOWEEN hecha por BLOODHUNTER con la colaboración de Leo Jiménez (nuestro Cristiano Ronaldo particular, si me permitís el símil en este caso). Y la semana que viene saldrá la siguiente polémica de turno, absurda casi siempre… Nos quejamos en las redes, vomitamos odio y bilis contra cuestiones, permitirme decir que tontas de remate, pero sobre los verdaderos problemas ni Dio cuestiona nada. Y además nos dura la indignación supina una semana, como mucho, luego nunca más se supo…

Experiencias

Vale, que las entradas de METALLICA son caras, ¡pero es que son METALLICA y lo valen y hay que ir a verlos! Perfecto, si es muy loable y cada uno con su dinero hace lo que mejor considere… pero quizás los conciertos pequeños a veces requieran cierta atención también, o las bandas que se separan porque es imposible e insostenible la situación en la que viven, o los grupos emergentes que nunca saldrán del cascarón porque literalmente no nos interesan a la mayoría (justa o injustamente). Y claro, ¿las giras de salas?, paso, ya si eso en verano en el festival. O éstos son unos “metalpacos” o están más vistos que el tebeo o son unos modernos y paso de descubrir bandas nuevas. El caso es que sea como sea nunca está la situación a tu gusto.

Resulta que ahora por nuestros santos cojones los festivales o conciertos que ven que van a palmar muchos miles de euros, porque o no nos interesan o ya si eso íbamos todos a comprar la entrada en taquilla por cientos, son unos hijos de puta y nos dejan tirados con un día de vacaciones cogidas y un hotel reservado. No tienen honor, ni palabra ni conocen el verdadero espíritu del rock (que debe ser arruinarse pero siendo más auténtico que Lemmy, que es lo que importa). Y son unos sinvergüenzas por suspender aunque la razón de cancelar sea que no se han vendido entradas para que sea viable (y no hablamos de obtener beneficios sino de no perder… mucho). Aunque da igual, son unos mierdas y nos han dejado tirado a los muchos miles que estábamos a punto de ir a taquilla el mismo día del concierto… no los 5 meses antes.

Pero los cuñados son otros, los fachas son otros, los ricos y poderosos que nos joden están en otros ámbitos o sectores, y nosotros sólo somos todos humildes roqueros de barrio con derecho a decidir sobre la vida de otros, la escena, el negocio y sabemos más que nadie… además de académicos del metal, por supuesto. Somos los más listos del lugar y los que sólo tenemos derechos y se nos llena la boca para exigir (casi siempre detrás del ordenador, por cierto). Incluso, mejor me lo pones, somos ya gente mayor y responsable y con cierto poder adquisitivo que nos podemos permitir ver conciertos en Golden Circle o pagar pases VIP a 400 euros para darle la mano a Yngwie Malmsteen y decirle que somos masturbamástiles de primera gracias a él. Y no es un robo ni un engaño, sino que son «experiencias»… y recuerdos inolvidables, ok… ¡Viva el humilde heavy de barrio que alguna vez fue como el resto de también humildes mortales!

En fin, bendita y maldita España… Si es que no tenemos remedio, ni ahora ni nunca. Somos incorregibles y el culo u ombligo del mundo (según el día). Está en nuestro ADN la soberbia, la incongruencia y la mala baba, pero tenemos que querernos porque en el fondo somos adorables… Aunque a ser posible no nos mojéis de más ni nos deis de comer más allá de las 12 de la noche que nos transformamos y ya no hay san Dio que salve esto. Eso sí, viva España y los españoles somos la ostia… menos haciendo música, que los guiris son mejores por decreto y los de aquí unos metalpacos/flipados/inútiles o sencillamente peores que los de fuera por ciencia infusa, y encima nuestros cantantes pronuncian mal en inglés, pero las letras en español son una mierda.

Y mientras una nueva banda se separa, otra siguiente gira humilde se cae, otro bar mítico/discoteca/sala de conciertos cierra, otro festival suspende y otro gran concierto se anuncia y suscita miles y miles de comentarios y de reacciones (en las redes)… que otra cosa no, pero tiempo y ganas de tocar las narices nos sobran (y parece ser que dinero también). El deporte nacional, la lacra española, nuestro peor defecto: la envidia y el creerse más y mejor que nadie.

Soy español, ¿a qué quieres que te siga ganando?

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

P.D. – Marca España y es que aún somos, casi siempre, un imperio de paletos:

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