Nuestra opinión (al menos la primera) sobre «Senjutsu» de IRON MAIDEN

Justa o injusta, polémica o no, parcial o imparcial, aquí está nuestra primera visión u opinión sobre «Senjutsu» después de varias escuchas completas del disco. La valoración, eso sí, es subjetiva (y algo objetiva también, o eso pretendemos) de David Esquitino. Eso sí, en unos días publicaremos otra review con otro punto de vista, para que tengamos debate.

IRON MAIDEN – “Senjutsu” (Universal Music)

¡Qué difícil es enfrentarse a este tipo de comentarios, críticas y demás! Son de esos artículos en los que escribas lo que escribas no vas a acertar y a su vez “te van a dar” lo pongas bien o mal. Con lo cual al final lo más coherente, honesto, y creo que correcto, es decir lo que uno piensa al respecto de la manera más objetiva y respetuosa posible, pero mojarse. Pues bien… No, no me ha gustado, y seguramente no me mienta a mí mismo al decir que, sabiendo lo que iba a haber, me ha decepcionado.

Llamadme iluso, romántico, que tengo la cabeza a pájaros, que vista la trayectoria de 20 años para acá del grupo estoy a por uvas (dejo justo a propósito fuera de esta calificación numérica el fantástico “Brave new world”, al que el tiempo ha acabado dando la razón dejándolo como el mejor disco de IRON MAIDEN en esta segunda… o tercera etapa, como se quiera entender)… que podría ser, pero no. Dicho esto, está claro que esperar un LP “parecido” a cualquiera de “Fear of the dark” para atrás es totalmente imposible. Nadie lo pretende, ni ellos, ni yo, ni su sello o el promotor de turno que les contrata, ni los fans ni cualquier seguidor del rock duro o heavy metal en general. Eso ya, discográfica o compositivamente hablando al menos, no existe ni volverá a existir… y lo tenemos todos muy claro, ellos los primeros.

Formatos

Y oye, con la perspectiva del tiempo yo soy de los pocos (o no tan pocos, ojo) que reivindica la extraña era de Blaze Bayley, con dos discos que creo que el tiempo y los propios fans los hemos empezado a tratar «ahora» como merecen. Lo relevante de nombrarlo es que entonces cambió todo en la banda, y no sólo el cantante, detalle casi “menor” mirando con la perspectiva de los años posteriores, pero es una etapa que nos ha dejado canciones excelentes que incluso se han mantenido mucho tiempo en los repertorios del grupo. El caso es que ya entonces viró el camino de una banda de heavy metal directa, potente pero con tendencia a hacer temas largos y profusos que eran tremendos, y paso a ser un grupo de rock con gusto por el progresivo, las canciones larguísimas y las composiciones “a la Harris”.

Por supuesto, y no es cuestión baladí, ya no estaba Martin Birch produciendo y de repente un “desconocido” Kevin Shirley cogió los mandos y cinceló a su manera (y a la de Steve Harris) el sonido de los MAIDEN desde entonces hasta ahora: menos duros, menos directos, con menos filo (¡si hasta le recortaron los picos al logo al principio!), y con profusión de largos desarrollos instrumentales, melodías más facilonas en general y canciones “prog wannabe”. Y no está ni bien ni mal pero sin duda que estos MAIDEN del nuevo siglo son otros al 100%, y a muchos nos cuesta infinito reconciliarnos discográficamente con ellos. Lo intentas, escuchas cada uno nuevo con ilusión renovada, con ganas de que te guste, le das varias oportunidades… lo dejas un tiempo y un día cualquiera vuelves a probar, pero sigue ahí la indiferencia.

Y «Senjutsu”, palabrería aparte, no es ni más ni menos que otro álbum más de esta nueva época. Es decir: 100% un disco de IRON MAIDEN de los últimos 20 años: menos rápido, más oscuro, con canciones más largas, con composiciones menos técnicas y menos enrevesadas (y con menos chispa en general), temas menos duros, con un sonido plano y con poco brillo… Mentiría como un bellaco si no digo que, pandemia mediante, y siendo ahora MAIDEN un grupo que está en lo más alto (más alto que nunca de hecho, curioso), me esperaba muchísimo más del nuevo álbum… No otro trabajo diferente, ojo, pero mucho más o algo bastante mejor, en mi humilde opinión de no experto en música, ni en producción, ni en progresivo ni siquiera en tocar ningún instrumento. Lo mío es la pluma, y escuchar rock y heavy metal para después escribir de ello como un seguidor que junta letras de manera más o menos coherente y ordenada. Como tal, iluso de mí, me esperaba lo que ya no puede ser: sencillamente otra cosa. Pero esto no es “otra cosa” sino lo mismo que “Dance of death” (aún con muchos momentos acertados, por cierto), “A matter of life and death”, “The final frontier” y “Book of souls”.

IRON MAIDEN- 2021 Photo copyright by JOHN McMURTRIE

Y sí, vuelvo a dejar fuera “Brave new world” en la categorización, de nuevo totalmente a propósito, porque creo que el tiempo lo ha puesto al nivel merecido si no de los clásicos, sí de convencer por igual a viejos y nuevos fans, y eso no es difícil, ¡es casi imposible! El problema es que volvemos a la dinámica que para mí tienen TODOS los discos de IRON MAIDEN desde entonces: gustan bastante a los nuevos fans y casi nada a los viejos fans. Y no es por nostalgia, ni por “metalpaquismo” ni porque los maduros no estemos al loro de lo que se lleva y se hace ahora en el “metal”. No, no es eso, es sencillamente que no es bueno (o no nos lo parece a a los profanos en música como yo, vaya), que no te hace saltar de la silla, que no te levanta, que te deja totalmente indiferente, que no emociona, que pasa canción tras canción y te quedas igual. O la triste realidad de que estos IRON MAIDEN son otros, son los de ahora, y no está ni bien ni mal, pero la idea es de nuevo la misma: esto no es para mí (y a la vez no me bajo de la burra en opinar rotundo que además es que no es bueno, o no está al nivel ni de lejos de lo que el nombre de IRON MAIDEN debería presentar, y representar, en un nuevo disco).

Vale, temas profusos de 9 o 10 minutos (de hecho hay seis nada menos por encima de los 7 minutos), ¿y?… Me vuelven a sobrar tres o cuatro de ellos en todas las largas, y es la sensación del Día de la Marmota, porque me lleva pasando en los últimos 5 discos. Una vez más vuelvo a destacar los dos temas no largos del disco, al igual que en su momento me pasó con “Rainmaker” o “Montsegur” en “Dance of death”, “The alchemist” de “Final frontier”,  o “Death or glory” y “Tears of a clown” de “Book of souls”. Zapatero a tus zapatos que dirían algunos, o si no sabes nadar para qué te metes al agua, si somos tal vez injustos e incluso algo maleducados. Pero es que una vez más lo mejor del disco, con diferencia para mí, es “Stratego” y “Days of future past” (¡los temas de 4 minutos!). ¿Del resto? Pues partes de “Lost in a lost world” o de “Death of the celts”, el solo final en “Writing on a Wall”, las melodías y teatralidad de “The time machine”, la mitad de “Hell on earth”… pero poco más. Trozos, partes, momentos… y ya.

Después, ya digo que soy un “paleto musical”, y será ese el problema supongo, pero escucho composiciones eternas de riffs y melodías facilonas que se repiten sin más, todo a medio tiempo, a medio gas, sonando sin brillo, con las guitarras bajas (incluso yéndose de tono, ¿cómo es posible?), con la batería sin fuerza, Bruce sin demostrar poderío en casi ningún momento, bajo preponderante todo el tiempo… No sé, de verdad que me deja frío, helado y sin ganas de seguir intentando que me guste lo que no me va a gustar ni en mil escuchas predispuesto a ello. ¿Visión parcial? Total y absolutamente. ¿Injusto quizás? Creo que no, porque si nosotros, los fans (y los periodistas con más razón incluso) fuéramos los primeros en pedirle más a nuestras bandas favoritas y no conformarnos con todo lo que nos dan precisamente solo por ser seguidores, tal vez la autocomplacencia y el “todo vale, si va a vender igual” sería diferente.

Portada

Al final la sensación es la misma desde hace cinco discos ya: Podría ser un gran trabajo recortando los temas, produciendo estas canciones de otra manera, diciéndole a Steve Harris que no pueden entrar las mismas canciones iguales una y otra vez (vale, esta vez aportan cosas diferentes “Writing on the wall”, “The parchment” o la propia “Senjutsu” –en mi opinión, desacertadísima y aburridísima para abrir, por cierto-, o incluso “Death of the Celts”, con esos dejes precisamente celtas –y eso que mucho de este tema ya estaba en “Nomad” del “Brave New World”, pero mejor-), pero es que no son temas que destaquen para nada, y veremos cómo en poco tiempo acaban enterradas en los setlist porque es lógico)… Es decir, el mismo “acierto” o «error» desde hace casi 20 años, pero ellos no quieren verlo o les da igual, que sería aún peor.

Algunos dirán aquella manida frase de “¿qué les vamos a pedir a estas alturas?, o “bastante hacen con seguir aquí con su edad”, o “con que saquen nuevos discos me vale”. Pues mira, no, que si JUDAS PRIEST, MAGNUM, ACCEPT, UDO, SAXON, MR BIG, WHITESNAKE (tema vocal aparte), OBÚS, URIAH HEEP, HELLOWEEN… lo hacen muy bien, a los cabeza de cartel habría que exigirles lo mismo o más. ¿Y qué sentido tiene poner a un Eddie agresivo y “molón” de nuevo en la portada si luego los tiros no van a ir por ahí? ¿O aludir al punto exótico con el título, imagen y demás, como en su momento ocurrió con el antiguo Egipto, con el futuro más o menos distópico, con el Infierno y demás, o las letras más o menos históricas? En fin… otra decepción.

No merece la pena darle más vueltas (y esto no quita para poder publicar en estos días en la web otra reseña más acorde con los gustos actuales de los seguidores de IRON MAIDEN), pero mi opinión tiene que ser la que me sale del corazón y la más sincera y justa que puedo dar (tenga razón o esté equivocado, que esa valoración no me corresponde a mí hacerla). En otras palabras: a los que alucinen con los nuevos discos y tiempos discográficos de IRON MAIDEN les volverá a encantar “Senjutsu”, y a los que llevamos 20 años esperando otro gran disco de la Doncella, seguiremos esperando cada vez con los brazos más cruzados y con el ceño más fruncido.

No puedo decir más, y cierro este escrito mientras termino la enésima escucha del disco intentando lo imposible, que no acabe más pronto que tarde enterrado en mi estantería de trabajos irrelevantes y olvidados para siempre. Para gustos los colores, supongo, y que opinen mejor los entendidos o lo que tengan “mejor gusto” que yo para los discos polémicos y/o que suscitan división de opinión. Pero peco siempre de sincero y acabo vendido.

Lo siento IRON MAIDEN pero… cuando hagáis la gira de presentación de este disco me la volveré a saltar.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Portada

Tracklist del disco:


  1. Senjutsu (Smith/Harris) 8:20
  2. Stratego (Gers/Harris) 4:59
  3. The Writing On The Wall (Smith/Dickinson) 6:13
  4. Lost In A Lost World (Harris) 9:31
  5. Days Of Future Past (Smith/Dickinson) 4:03
  6. The Time Machine (Gers/Harris) 7:09
  7. Darkest Hour (Smith/Dickinson) 7:20
  8. Death Of The Celts (Harris) 10:20
  9. The Parchment (Harris) 12:39
  10. Hell On Earth (Harris) 11:19

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