Crónica del concierto de LETZ ZEP y SANDALINAS en Madrid
LETZ ZEP y SANDALINAS(04/02/2015-Sala But)…
No es norma de la casa cubrir conciertos de tributos, pero las reglas están para saltárselas y sobre todo si hay motivo para ello, y LETZ ZEP es un motivo de los gordos. De hecho, una de las reglas para «admitir» los tributos es que sean a bandas que ya no existan, premisa que aquí se cumplía de sobra…
De todos modos, el tema de tributos los tratamos extensamente en la web en este artículo de opinión y no tiene sentido darle más vueltas, el martes de la semana pasada íbamos a ver a LETZ ZEP para disfrutar del legado de una banda tan importante y grande como LED ZEPPELIN y vivir la experiencia de la manera más próxima a la realidad posible. El resultado fue ése, pero no adelantemos acontecimientos y empecemos comentando que el telonero era Jordi Sandalinas, el conocido guitarrista catalán pero lamento decir que, aunque conseguí sortear el caos de tráfico generado por la lluvia y llegar puntual a la hora estipulada, entré en la sala acompañado de los acordes de “Rock and Roll”. No sé si hubo algún cambio de horario de última hora o fue un fallo mío, pero en todo caso mis disculpas porque tenía ganas de ver a SANDALINAS ya que hace mucho tiempo desde que pude ver al grupo, en aquella ocasión abriendo para SCORPIONS y presentando “Livin on the Edge”. Espero tener una nueva oportunidad porque el grupo lo merece.
Como decía, había llegado a la sala con LETZ ZEP ya en escena y es que es una banda que entra por el ojo. Desde el telón con el nombre del grupo impreso sobre el dibujo de un zepelín con tonalidades similares a las de la portada de “Celebration Day”, al atuendo de los músicos… Toda la puesta en escena está cuidada con cariño y esmero, y esto incluye hasta gestos como la manera de levantar la púa de Jimmy Page o ese deje de juntar las manos como rezando de Robert Plant, todos tienen su reflejo en el escenario. Y eso sólo es la estética, que en lo musical se reproducen fielmente las canciones de LED ZEPPELIN hasta el más mínimo detalle, y creedme si os digo que sé bien de lo que hablo, puesto que cuando era más joven durante años estuve en el local machacando esos temas que tanto a mis amigos como a mí nos sirvieron de escuela musical en su día. Es tal la perfección y la fidelidad al original que Billy Kulke (PERSIAN RISK, JAGGED EDGE), o su alter ego por esta noche, Robert Plant, reproduce hasta los comentarios que hacia el público el cantante y que hemos oído tanto en conciertos editados oficialmente como en los innumerables piratas del grupo. Does anybody remember laughing? (¿alguien se acuerda todavía de reír?) en “Stairway to Heaven”, y ese es sólo un ejemplo de los muchos que escuchamos esta noche.
Pero volvamos a la música porque habíamos dejado a LETZ ZEP interpretando “Rock and Roll” y ya era hora de escuchar “Heartbreaker”, aunque no toda la noche iba a ser para temas evidentes porque aquí se rinde homenaje a toda la carrera de ZEPELIN así que era turno de la realmente Hippie “Misty Mountain Hop”. Un punto fuerte de LETZ ZEP es que tampoco regatean a la hora de abordar temas más complejos y elaborados como “No Quarter”, que desde su aparición en “Houses of the Holy” siempre sería uno de los temas más importantes y pieza central de los repertorios de LED ZEPPELIN así que esta noche no poddía faltar. Me da la impresión de que LETZ ZEP son también conocedores de que atraen a una gran variedad de público (y cantidad, porque la sala presentaba muy buena entrada) y buscan el contentar a todos, y encima lo consiguen. No es tan fácil como parece, porque además del amplio rango de edades entre los asistentes también hay muchos estratos de conocimiento sobre LED ZEPPELIN, pero LETZ ZEP juegan bien sus cartas rebuscando en la discografía de la banda para, sin dejar de lado los clásicos absolutos, tocar también temas del agrado de los más fanáticos que conozcan la discografía del grupo a fondo.
Después de la majestuosidad de “No Quarter”, «Babe I’m Gonna Leave You” pondría el contrapunto más tranquilo antes de que nos diéramos una vuelta por “Physical Grafitti” de la mano de “Ten Years Gone”… aunque no fue recibida con mucho entusiasmo y es que quizá no es un álbum que pueda competir en popularidad con sus predecesores. Todo lo contrario pasó con “Going to California” que interpretaron mandolina incluida a cargo de John Paul Jones, quiero decir Shaun Herd ¡Preciosa! Y de la mandolina al contrabajo de “Trampled under Foot”. Aunque el peso escénico lo asumían guitarra y voz, Shaun Herd al bajo, a los teclados o a lo que surgiera estaba demostrando un manejo de sus instrumentos como para quitarse el sombrero (como el original, por cierto, también multi-instrumentista y ducho en todo tipo de cachivaches musicales).
El concierto continuaba avanzando y aquí hay que poner un pero porque «Achiles Last Stand”, que puede ser de los temas más duros del grupo y que sonó todavía más actual que la versión de DREAM THEATER, no acababa de empastar con la más rebuscada” What is and What Never Should be” aunque igual ya entramos en las filias y fobias personales porque reconozco que, singles aparte, nunca he sido mucho del disco “II”. En cualquier caso pronto me iba a olvidar de todo esto puesto que venía ya el momento supremo del concierto, y no, no estoy hablando de escaleras a ningún sitio, sino de “Kashmir” con un Billy Kulke insultantemente sobrado. Después del esfuerzo de «Kashmir» era el momento de descanso a la banda, lucimiento del batería e incluso pausa para ir al baño para muchos. Por supuesto hablamos de que llegó la hora de “Moby Dick” y su solo de batería, ya formando parte de la gran traca final con un fragmento de “Tangerine” en el que Andy Gray-Page ya jugaba con las primeras notas de “Stairway to Heaven” y que parecía que era lo que todo el mundo iba a escuchar ya que sin ton ni son fueron muchos los que se fueron nada más acabar ésta.
Peor para ellos que se perdieron un popurrí con “Black Dog”, “Whole Lotta Love”, subida de chicas a bailar al escenario incluida, y un fin de fiesta con “Ramble On”, “The Rover” e “Immigrant Song” antes de la gran traca final con “Communication Breakdown”. Inexplicables las deserciones (el problema del público generalista en este tipo de cosas, ¿qué le vamos a hacer?) porque la mayoría son temas de primera línea de la carrera de LED ZEPPELIN e incluso suenan en radiofórmulas en muchas ocasiones, pero lo dicho, el que se fue se perdió una de las mejores partes del concierto.
En definitiva, «ayer» en Madrid tuvimos la suerte de ver a una gran banda rindiendo homenaje a una todavía mayor y además cumpliendo todas las reglas que en mi opinión debe cumplir un tributo, especialmente el de llenar el hueco y poner al alcance de la mano de una legión de fans que nunca pudimos ver al original en directo una colección de canciones que forman parte del Olimpo del rock ¡Oh Yeah!… Y ahora a esperar a que retornen a nuestro país (que no era la primera visita ni será la última) porque seguro que vuelven a cambiar el setlist así que voy cruzando los dedos para escuchar “Houses of the Holy” la próxima vez.
Texto y Fotos: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)
P.D. – Gracias a Javier Paredes con la ayuda del retoque fotográfico en este caso.