Rematado el esperado festival Rocktiembre 2016, vamos con una minicrónica de urgencia, a nivel musical 100% (que ya habrá tiempo de hablar de dónde están esos 10/12.000 asistentes en el resto de conciertos y cuando estas bandas tocan solas, y de la influencia/importancia de la emisora generalista Rock FM en el éxito de este Rocktiembre, además de la locura de los precios de las bebidas/comida en estos conciertos grandes… de hecho yo creo que el próximo Rincón del Gruñón va a ir por ahí). Al menos lo voy a intentar, jeje.

Nostalgia sí, y mucha clase y categoría legendaria también… y sonidazo (excepciones puntuales aparte que ya comentaremos). De cualquier manera lo pasamos muy bien y fue un placer encontrarnos con tantos amigos, compañeros, músicos, gente del negocio y demás. Y siempre es un lujazo ver un recinto espectacular como la Plaza de Toros de Las Ventas abarrotado para ver a 6 de nuestras bandas de rock duro y heavy metal más clásicas y legendarias (e importantes)… y utilizado para algo mejor que para fomentar la tortura y el asesinato de animales, todo sea dicho.

Análisis posteriores hay muchos que hacer, y cosas que comentar fuera del mero espectáculo músical que nos brindaron las 6 bandas esta noche, pero ahora vamos con este comentario genérico a modo de intro antes de la crónica completa y más extensa que publicaremos en breve (con la correspondiente galería de fotos de todas las bandas, por supuesto). ¡Vamos con ello!

Sin duda los triunfadores fueron ÑU, una vez más, que están en estado de gracia. Además, José Carlos Molina sigue siendo el mejor encima del escenario, y la banda actual suena increíble (con cambio muy acertado en mi opinión, y la de muchos, en la guitarra). ¡Molina presidente! (y premio al mejor estado de forma, físico y pelazo, jeje)… Más duro que nunca y tan Molina, dicho en el mejor sentido, como siempre… ¡puro fuego, vaya!… Después, yo colocaría a TOPO y COZ, abriendo de maravilla ambos la jornada, quizás mejor TOPO (calidad extrema y elegancia máxima mediante, ¡y qué juego de voces!) pero a mí los de Juan Marquez y compañía me encantaron, con un gran set list y unos veteranos Enrique Ballesteros (ex ÑU entre otros) y Snoopy (ex BANZAI entre otros) fantásticos.

ASFALTO no son mi estilo ni mi banda favorita (nunca me apasionaron, ¿qué le vamos a hacer?) y además quizás no acertaron 100% con el set ni con el enfoque del concierto (y luego está la cabezonería de siempre, que metes a Miguel Oñate en un par de temas en un concierto tan especial como éste y todos tan contentos… o te juntas para un «Días de escuela» conjunto con TOPO y haces feliz sobre todo los 10.000 asistentes que han ido a ver cosas así).

Vale, son pretensiones sobre todo de los fans, que los músicos muchas veces están por encima de esto y además seguimos sin conocer ni las rencillas internas ni especialmente el estado de las relaciones a día de hoy (ellos tampoco suelen ser nada claros al respecto, por cierto). Aún así, mucha clase musical, excelentes músicos encima del escenario y con Julio Castejón cantando de maravilla e inmensamente feliz.

BARÓN ROJO obviamente hace mucho que están lejísimos de su nombre e historia, pero tras verles en el Rockfest BCN, el peor concierto seguramente de su carrera, no lo hicieron mal (eso sí, por h o por b, fueron los que peor sonaron de la noche, ¿casualidad?). Buen set list, recuperando incluso alguna curiosidad del primer disco, y siempre un placer disfrutar de Armando (aunque luego veías las fotos de los 4 clásicos en las pantallas y se te removía algo por dentro). No están ni de broma en su mejor momento y quizás no terminaron de disipar las dudas que llevan levantando demasiado tiempo ya, pero hay que ser justo y decir que tanto en el Leyendas este verano como en Rocktiembre se esforzaron en ofrecer su mejor versión actual…

El nivel de ésta ya es otro debate, así como el estado de la voz de Carlos, algo que todos sabemos y sufrimos (y ellos seguramente también, pero no entendemos nadie porqué no le intentan poner remedio a lo irremediable). Y por supuesto que faltaron Sherpa y Hermes, eso no lo discute nadie, pero sabemos que es imposible, así que, sin paños calientes ni dudar en la sentencia: bien pero para la próxima queremos a SHERPA BARON, por favor

Para cerrar llegaban BURNING, que en mi opinión no acertaron con este concierto. Estuvieron bien, correctos y son muy buenos, pero se equivocaron en hacer este concierto en el formato Big Bang. Ayer era noche de rocanrol, de guitarrazos, de formato gamberro y bullanguero, de chupa de cuero y gafas de rock, y de clásicos y canciones incontestables. Y encima cerrando y con la plaza a reventar de viejos roqueros con ganas de cantar y bailar… Lo tenían hecho para llevarse la noche de calle pero eligieron mal tanto el formato de concierto como el set list, que no era noche para profusión de temas nuevos, por mucho que «Pura sangre» sea el mejor nuevo disco de las 6 bandas presentes. Una pena…

Y sí, faltó el guiño a LEÑO y la aparición de alguna manera de Rosendo para algo, pero ya sabemos que Tito Rosen no es muy amigo de este tipo de cosas… como también faltó ese esfuerzo por parte de los músicos de hacer un gesto de hermandad esta noche y enterrar fantasmas del pasado, aunque fuera cara a la galería. La ocasión lo merecía y el respetable lo demandaba: COZ-BARÓN ROJO, TOPO-ASFALTO… Eterna cabezonería que nunca cambiará y egos que, fuera del ardor juvenil y la posterior profesionalidad más o menos obligada de tiempos mejores, se han quedado obsoletos y trasnochados, o eso pensábamos… Ni siquiera hubo recuerdo en sí ni homenaje a los que ya no están (más que el bonito guiño de COZ en «Imagínate»)… Lástima, porque era la noche para ello.

Pero lo que se echó realmente de menos, al menos hablando desde el punto de vista musical al que aludía al principio del artículo, fue la presencia de OBÚS para terminar y cerrar a lo grande, sin ninguna duda (y fue opinión generalizada). Dicen las malas lenguas (nosotros no lo sabemos) que unos hermanos tienen algo que ver en esto y en lo de un tal Campuzano (eso sí nos cuadra más), ¿quién sabe? Pero si es así fatal por ellos y casi peor por parte de la organización por tragar…

De cualquier manera, la realidad es que entre el concierto algo irregular de BURNING como último acto del evento, y que los presentes queríamos que estallara el obús para terminar, nos quedamos con ese yo que sé que qué se yo que te dice al salir por los toriles que nos faltó para poner el broche de oro… y metal. No pudo ser, pero seguro que se ha tomado buena nota al respecto para el potencial futuro, si lo hay, del festival.

Del Pirata y el Mariskal amenizando la velada, con mucho corazón (y también mucho rollo corporativo), hablamos en el artículo completo… Sensaciones encontradas al respecto, aunque al menos me gusta verles disfrutar y animar de manera tan entusiasta desde el escenario. Quizás se podían haber pinchado más clásicos nacionales de la época y menos «Highway to hell» y «Rock n´roll», pero eso ya son valoraciones personales (en la onda de la crítica que estoy dejando caer entre líneas todo el rato).

¡Ah!, y el momento deslabazado como fin de fiesta, como casi siempre en estas lides, fue un poco locura a lo pollo sin cabeza y con demasiada improvisación. Ni bien ni mal, pero pocas veces funcionan estas cosas si no se preparan antes un poco. Seguiremos intentándolo en próximas ocasiones, a ver si a la enésima va la vencida al respecto 🙂

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com) 

Fotos: Esquitino, Asfalto Oficial y Boliche Ángeles. 

Lo dicho, en breve la crónica completa y más desarrollada en Redhardnheavy, por supuesto… ¡Buenas noches!