DESASTRE+SINDROME DE PETER PANK (Sala Independence Club, Madrid, sábado 12/12/14)

El pasado viernes 12 de diciembre tuvimos la oportunidad de disfrutar de un gran concierto de la mano de SINDROME DE PETER PANK y DESASTRE, presentando su nuevo CD y DVD en directo, en la céntrica sala Independence de Madrid.

Puntuales a su cita, salieron SINDROME DE PETER PANK a calentar el gélido ambiente que a primera hora reinaba en la sala. Por mucho que se esforzaron los de Miranda de Ebro no lograron enardecer demasiado el ánimo del escaso público con el que tuvieron que lidiar. Aún así, hay que aplaudirles porque se esforzaron en ello y nos ofrecieron un recital que contenía algunos de los mejores temas de su último trabajo “Vente a mi barrio”, entre los que destacaría “Triste destino” como uno de los mejor interpretados de la noche, quizás porque me encantaron esos riffs y solos de guitarra más duros que el resto del repertorio que nos tenían preparado. Aunque entre el público los que de verdad triunfaron fueron los más bailongos como el que da título al disco o “Inmigrantes”. La apertura del concierto la hicieron con un tema inédito “A la tercera”, seguido de “Ponte en guardia”, perteneciente a su primera maqueta “Sobre la Luna”. Para finalizar se guardaron su pegadizo y premonitorio “Vuelvo borracho”, que a ritmo de ranchera sirvió de colofón a una actuación que no estuvo mal, aunque no lo suficientemente brillante para terminar de convencernos.

Les seguiremos la pista porque tienen los ingredientes adecuados para triunfar: ganas, actitud, juventud y letras reivindicativas con un puntazo divertido que se camuflan entre una buena base instrumental a ritmo de ska y rock fundamentalmente, un buen coctel al que le faltó una chispa de entusiasmo por parte del público y quizás un sonido un poco más depurado hubiera ayudado a ello. Pese a ello demostraron que disfrutan con lo que hacen encima del escenario, que se divierten y transmiten buen rollo y alegría, una pena que el público no les acompañara tanto como se merecían, quizás para la próxima ocasión.

Y no tardaron mucho en salir a escena el plato fuerte de la noche: DESASTRE, que empezaba a soltar lastre y nos dejaba embelesados con una excelente apertura de repertorio: “De pena”, que nos dejó a muchos con los pelos de punta. Casi sin darnos respiro fueron cayendo temazos que repasaban  su extensa carrera de más de 26 años. Con un público entregado y coreando todas y cada una de las canciones que iban sonando, fueron ejecutando a la perfección un repertorio que se distancia  un poco de lo que incluyeron en su último trabajo en directo “Desde el corazón del Valle”, que ha visto la luz muy recientemente en formato CD y DVD como decía. Tocaron muchos de los temas incluidos en el concierto del pasado Rebujas Rock como conmemoración de su 25 aniversario, pero fueron alterando el orden de los mismos e introduciendo algunos otros como “Manicomio”, “Utopía”, “Cometa azul” o “Tos´dacuerdo”. Una buena fórmula para enganchar a la gente a todos sus conciertos porque, aunque no se olvidan de los clásicos que no pueden faltar en su show como “África”, “Tambores de guerra” o “Rock de carretera” (versión de ALDEBARÁN) entre otros, introducen algunos cortes no tan trillados pero que hacen vibrar a todos sus seguidores.

No faltaron tampoco las sorpresas en forma de buenas colaboraciones que, además de aportar su granito de arena a este directo, lo hicieron en su día formando parte de la banda, y por ambos componentes, el musical y el personal. La aparición de Aldo en “Como la espuma” fue todo un subidón, con Pitxu en “Algo mejor” pudimos ver truenos y con Antonio volvimos a vivir de nuevo la “Crisis” social. La intervención de todos ellos supuso un grado más de contundencia en el característico sonido guitarrerro de la banda y un bonito recuerdo para todos los incondicionales de los del barrio madrileño de Usera.

Como nunca llueve a gusto de todos, hubo quien insistió desde la pista en que tocaran algún tema que, por lo que fuera, la banda no parecía que hubiera incluido en esta ocasión. Y también pudimos escuchar cómo se aclamaban temas como “Siempre hay otros”, vinculada a su barrio, de donde provenían gran parte de los seguidores y que incluso insistieron en pedir la canción por escrito a ver si así surtía efecto. O algún que otro grito solicitando la ya veterana “Primogénito”, que no pudo ser en esta ocasión, ya veremos en las siguientes… De momento lo que nos estaban ofreciendo era un concierto sublime en el que no paramos de bailar ni botar ni un solo momento. Y es que DESASTRE puede presumir de fans fieles y entregados, quizás no demasiado numerosos, pero sí bastante ruidosos y participativos. Mención especial al pogo que se montó a ritmo de ska con “El Loro” famoso y que incitó a que Alfonso se tirara desde el escenario y flotara disfrutando entre su público. No sólo disfrutó el cantante, sino que el calor del público lo percibieron también los actuales guitarras del grupo Sergio, Diego y hasta Chus en su posición retrasada de batería.

Como broche final para tan memorable actuación dejaron la canción que da nombre al grupo “Desastre” para abrir los bises. En esta ocasión contó con la colaboración de Johny Quemadura a la guitarra y junto con Alfonso, a modo de dueto, nos brindaron un comienzo original y distinto a lo que estamos acostumbrados en este tema;  con la voz rasgada de Alfonso a pleno rendimiento y la guitarra de Johny  marcándose un tranquilo  comienzo de rock & roll que cogió fuerza con la aparición del resto de la banda acompañándoles con sus instrumentos y terminando con el clásico tarareo del  “na ra na” de todo el público a capela. Espectacular… Como lo fue también la fiesta que se formó con “Quien mucho abarca, poco aprieta” y con una acertada “Me piro” con todos los invitados  que les habían acompañado sobre el escenario, incluidos los SÍNDROME DE PETER PANK, para finalizar un conciertazo de casi 2 horas de puro rock urbano.

Soberbios los DESASTRE encima de un escenario, y ojalá muchos aprendieran de ellos, de su buena música, su dignidad, humildad y saber estar encima de un escenario. Todo un regalo para nuestros sentidos.

Texto: Maribel Caballero

Fotos: Mari Caballero

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